Alicia en la ciudad olvidada

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¿Saben lo peor de todo?
Además de que la anestesia perdió efecto en la mitad de la operación y que al despertar me dio un ataque de parálisis de sueño...
Que no había comido nada antes de empezar.
No hay nada peor que, no sólo despertartete, no poder moverte, y que me doliera horrorosamente la cara por la falta de anestesia. Sino que también, mi estómago no dejaba de chillar como la sirena de una ambulancia transportando a un herido de fase terminal.
Siempre me había gustado la oscuridad, hasta podría decirse que tengo nectofilia (aunque tengo tantas enfermedades mentales que no podría saber si solo era un gajo de alguna de ellas.) sin embargo ahora me sentía un poco incomoda, como si algo fuera mal. Como si acabara de pasar un gran cambio y algo haya salido mal. Aunque claro está que la razón podía ser la anestesia. Por un segundo se me paso por la cabeza lo que Charles había mencionado antes, sobre que la misma ciudad te cambiaba. Pero solo por un segundo y no le preste demasiada atención.
Pero me sentía... diferente, extraña, como fuera de mi cuerpo, como....
Como Alicia cayendo por el agujero de conejo a un lugar desconocido.

Solté una risa (por supuesto internamente ya que sería algo extraño reír en este corto plazo de parálisis)

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Solté una risa (por supuesto internamente ya que sería algo extraño reír en este corto plazo de parálisis).
Aunque pensándolo bien no era una analogía tan desacertada. Yo al principio era la agobiada Alicia que siguió desesperada al conejo blanco en busca de algo nuevo, dejando todo atrás... dejando muerte atrás.

-el conejo blanco podría ser mi locura- pensé para mis adentros
-y yo lo seguí hasta caer y llegar hasta aquí- pero apenas lo pensé me pareció inadecuado.

No, el conejo blanco es Charles, yo lo seguí hasta caer por el agujero, que sería como la operación, sin vuelta atrás. Y al caer quede atada a esta ciudad, que sería el mundo de los sueños de Alicia. Entonces la analogía no me pareció ni en lo más mínimo desacertada, sino que me perturbo su parecido con la realidad.

--me pregunto quien será el sombrerero loco-- susurre. Y me di cuenta que ya podía moverme. Apenas entreabrí los ojos, divise una mancha borrosa y lo único que atine a decir fue.

--maldito seas, tráeme algo para comer y trata de mejorar tu estúpida anestesia--

--¿acaso sentiste algo?-- pregunto con una sonrisa burlona, a la que ya me estaban entrando ganas de partirla de un puñetazo.

--mira, si no piensas traerme la comida lo hare yo-- E hice el intento de levantarme, sin embargo apenas me removí sentí un horrible dolor que me recorrió todo el cuerpo. Si en realidad me hubiera caído un rayo, probablemente no notaria la diferencia.
Mi espalda se contrajo y caí en la cama entumecida

--¿pero qué carajo?-- susurre sorprendida,
Mire expectante a Charles. Este se rascaba la nuca y sonreía nervioso.

--¿sabes qué? Yo mejor voy a buscar tú comida...y aspirinas. Muchas aspirinas-- sin decir más salió corriendo escaleras arriba.

Todavía un poco en estado de shock, observe a mí alrededor. Al lado mío había una mesita con diversas herramientas manchadas de sangre y un espejo. Alargue una mano temblorosa (por suerte moverla no me dolía) y dudosa tome el espejo, empezaba a tener sospechas de lo sucedido. Por lo tanto al saber lo que vendría no me sorprendí tanto.
Efectivamente en el espejo se reflejaba una versión mía pero con la mandíbula más ancha, la nariz mas achatada, las pestañas recortadas y con menos cachetes. Sin embargo el pelo seguía siendo largo por lo que parecía una especie de hippie emo atontado.
Deje el espejo en la mesa y seguí observando mi cuerpo:
En efecto tenía el pack completo, ya no tenía pecho, mi cintura era más chata, igual que mis glúteos y caderas. Y mi espalda era más ancha. Eso explicaba lo entumecidas que se sentían todas esas zonas.
Esperen...

--ese maldito no se habrá atrevido-- susurré, cuando una extraña idea se cruzó por mi cabeza.
Lentamente levante la sabana y efectivamente algo había cambiado.

--maldito hijo de perra--
Solté un suspiro y me recosté, tratando de asimilar todo.
La verdad es que no me importaba mucho. No me malinterpreten, realmente me molesta que Charles halla hecho todo eso sin mi consentimiento. Sin embargo yo le pedí que me cambiara y él lo hizo.

--solo me queda esto-- dijo con su voz ronca mientras se acercaba y me entregaba un pizza a medio comer.
Lo mire enojada.... (¿debería decir enojado? Esto es muy confuso) y el me miro como diciendo "esto es lo único que tengo, comformate" a lo que suspire y me metí la pizza entera dentro de la boca. No tarde en soltar un chillido de dolor, charles me miro con curiosidad.

--jode me modi da lendua-- intente explicar mientras gesticulaba de forma extraña. Apenas lo entendió (cosa que fue necesaria un par de minutos y más extrañas gesticulaciones) Charles soltó una sonora carcajada y lucho por no caer al piso mientras se agarraba del estomago. Al no entender la causa de tal risa, me enoje y me levante a darle su merecido sin embargo las piernas y cadera me fallaron, cayendo de cara al piso. Algo que solo aumento la ya casi sicópata risa de Charles.

--¿qude cojodes?-- exclamé extrañada desde el piso seguido por un quejido adolorido.
Charles paro de reírse y se agacho al lado mío.

--¿estas bien?-- me pregunto con su voz ronca y una cara seria. Este chico es muy bipolar.
Estaba enojada pero deje que me ayudara a levantarme y sentarme en la camilla.
--lo siento, la operación no fue muy fácil. Además no pude usar demasiada anestesia. Te hubiera hecho daño. Aunque no pensé que te despertarías tan rápido.-- solté un quejido. Esto me estaba dando jaqueca.

--ha, cierto. Toma esto-- y me entrego las aspirinas. Sin embargo no llegue a agarrarlas ya que otro ataque de dolor me recorrió mi cuerpo.
Solté una maldición y Charles apretó los labios.

--Sera mejor que duermas-- dicho esto, Charles apago las luces y salió corriendo por las escaleras como si tuviera miedo de que la oscuridad lo arrastrará a las profundidades del infierno.
--Supongo que tiene razón...-- le susurre a la oscuridad que se arremolinaba frente a mí formando formas irregulares que solo mis ojos  VaciosDeCordura-LlenosDeLocura podían ver.

--ahora soy solo una Alicia en una ciudad olvidada-- Le susurre a el gato muerto de ojos rojos antes de que se disolviera en la oscuridad y yo me quedara dormida.

--ahora soy solo una Alicia en una ciudad olvidada-- Le susurre a el gato muerto de ojos rojos antes de que se disolviera en la oscuridad y yo me quedara dormida

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Avisó, es una historia de ciencia ficción. Por lo tanto ocurrirán cosas (sobre todo operaciones) que no ocurren normalmente

Cerebro EmbalsamadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora