En cuanto mi tía me dejó en frente de mi casa, sentí dolor. Dolor de volver a mi vida diaria, a mi mierda de vida.
Me despedí de ella, entré en casa, deje mis maletas en el recibidor y me fui corriendo a ver a Tod, lo echaba mucho de menos la verdad. Cuando me abrió la puerta me saltó a mis brazos y me abrazó, apretando-me fuerte y con una enorme sonrisa - no sabía que me echaría tanto de menos, pero me alegre.
- Yo: Quieres ir a dar un paseo pequeño? - el solo me sonrío.
Paremos a coger unos helados de chocolate por el camino, y nos fuimos a la parte mas alta de la ciudad. Ya se estaba poniendo el sol. Sentí... paz? No lo sé la verdad. Hacía tiempo que no me sentía... bien? Y lo mas bonito es que Tod estaba súper feliz. Hasta que esa bonita y enorme sonrisa se esfumó por completo. Me cogió rápida-mente la muñeca apartando-me la muñequera , con fuerza y me dijo:
- Tod: ¿Te has vuelto a cortar? - en su cara solo se podía ver una cosas, tristeza.
- Yo: silencio. - me quede sin voz, suspira, es un suspiro triste y doloroso para mis oídos.
- Tod: Pe... pero me pometiste que no lo harías más.
- Yo: losé Tod, lo siento, lo siento mucho. - me mira con esos enormes ojos.
- Tod: porque? - después de ver que no decía nada siguió - te sientes sola de nuevo, verdad? - me toca los cortes con delicadeza - vaya... estos son mucho más profundos...- suspira y me mira- sigues siendo un ángel, recuerda-lo. Pero no quiero que te vayas, aún no, porque eres la única persona que me hace salir de casa, la única con la que puedo hablar, eres con la única persona que estoy agusto. Porque sin mi mama me siento solo, y te siento como mi hermana mayor. Quédate con migo, por favor.
- Yo: Tod, esto es duro pequeño... - se me corta la voz y me cae una pequeña lágrima, me la quita con su pequeña mano y me dice con una voz demasiado animada:
- Tod: Pues me voy con tigo, así estaré con las dos mujeres que me hacen feliz y... - le tape la boca y lo abracé.
- Yo: No lo volveré a hacer Tod, pero por favor, cállate. - no lo hice con mala intención, solo que me estaban matando sus palabras.
Lo dejé en casa y con una gran sonrisa cerró la puerta de su casa.
- Yo: no te puedo prometer no hacerme daño, algún día lo entenderás.
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¿Esto es ser adolescente?
Teen FictionAdvertencia! Solo para adolescentes tristes. PD: Si eres un adolescente feliz y sin ningún problema... largate de aquí!