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Ese momento en el que veo tu cara y exploto de la risa es único. Pues me he dado cuenta de que me has pillado mirándote y mi reacción es reírme por vergüenza. Minutos antes de que me pillarás te veías tan serena... Tan concentrada en lo que hacías. Tu cara levemente enrojecida al mirarme fue tan dulce como un pequeño trozo de azúcar en mi paladar. Mirar tus labios tanto tiempo desespera, pues estabas tan lejos... Quise besarte en ese momento pero de seguro esto no hubiera terminado bien. Cuando hablas conmigo siento que quiero protegerte toda la vida. No dejar que nadie te destruya el corazón y cometa el mismo error que yo había cometido antes... Pero ahí estás, mirándome raro por la risa que tengo en este momento por culpa de los nervios y la vergüenza.
