El Cielo y el Infierno. I.

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"El cielo y el infierno son dos lugares completamente diferentes en su totalidad, se puede decir que a uno van los malos y al otros los buenos por sus acciones en la vida, pero, también hay un infierno y un cielo en la vida, las personas que están encerradas en su oscuridad, su abismo y las que reflejan luz y paz. Tomemos esto como 'ángeles' y 'demonios', se podría decir que no son para nada compatibles pero ¿no los opuestos se atraen?"

(...)

—¡Dios! ¡Lewis baja ahora mismo!—gritó mi madre desde la planta baja para que bajara a cenar.

—¡Ya voy madre!—dejé de leer mi libro para bajar a complacer a mis padres.

—Vamos niño, ¿qué no piensas comer?—inquirió ella.

—Si sigues así no te pondrás fornido, por lo menos debes de empezar a hacer ejercicio, ¡Miráte! Estas todo anémico.—como ya era costumbre mi padre trataba de convencerme para que ejercitara, pero siempre era en vano.

—Claro, algún día, padre...—respondí sarcásticamente y recibí un gruñido de parte de este.

—¿Qué tienes planeado para mañana Lewis?—me pregunta mi madre. Ya no sé para que lo hacía, sabía muy bien mi respuesta.

—Nada madre, no tengo planes...

—Lewis, hijo, sé que tus estudios son muy importantes para ti, pero vamos, ya es el último semestre y no tienes vida social...—dijo mi madre.

—Me importa poco...

—Tus amigos se van a cansar de venir a invitarte para salir y dejaran de venir...—replica.

—Puedo conseguir nuevos, una vez que termine mi carrera y tenga dinero no sera problema...

—¡No tienes ni novia niñato!—grita.—¡¿Qué acaso no piensas casarte y tener hijos?!—como era de costumbre mi padre y su malhumor.

—¡Papá!—respondí.—¡SOY GAY! ¿No puedes comprenderlo?—le digo hastiado de la situación y de que no pudiera salir de aquel estado de negación con mi sexualidad.

—¡Pero ni porque eres un marica consigues una pareja! No sé que será de ti...—golpeó la mesa para salir del comedor iracundo.

Suspiré.

—No te duermas tarde, mañana hay que ir a la iglesia...—dijo mi madre depositando los trastes en el fregadero, dejándome solo en la sala.

Lavé los trastes y los deposité en las alacenas, después subí a mi cuarto y acomodé mis libros en los estantes para luego sacudir un poco mi cama. Al final me a coste.

(...)

La alarma sonó a las 7:30 a.m. despertándome, me acomodé en la cama y limpié mis ojos, me levanté para tomar una ducha. Al salir del baño me cepillé los dientes y me vestí.

—¿Ya estás listo hijo?—tocó la puerta del cuarto mi madre.

—Ya, salgo enseguida...—le respondí. Al salir le di los buenos días a mis padres y después subimos al auto, en el camino no hablamos nada.
Llegamos a la iglesia después de unos minutos, la misa transcurrió sin nada que mencionar, al salir fuimos a desayunar a un restaurante cercano, después de ello fuimos de nuevo a la casa, subí a mi habitación y me puse a estudiar mi libro de "Arquitectura".

Como 20 minutos después mi móvil empezó a sonar; era Thiago, respondí.

—¿Hola?

Lewis, ¡amigo! ¿Qué tal? ¿Tienes planes para hoy en la noche?

—No Thiago, no los tengo...

¡Perfecto! ¿No te gustaría ir de antro conmigo, Rogers, Jaime y Cherry?

Mi demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora