Despierto.
Me arde la vista, me duele la cabeza. Hay un feo chillido en mis oídos. ¿Así que está es la famosa resaca?
Me levanto para sentarme en la cama.—Diablos.—digo para mí mismo, duele más. Miro a mi alrededor y no veo a nadie, no conozco nada de lo que me rodea.—¿Dónde estoy?—me paro de la cama y voy al espejo frente a mi. Mi piel está pálida y tengo chupetones por casi todos lados. Me toco el cuello donde parece haber más, no, efectivamente no duelen, pero se ven muy mal. Volteo para verme de perfil... tengo más de esos en mis nalgas, también tengo marcadas unas manos enormes. ¿Qué fue lo que sucedió ayer?–pienso. Me toco, me siento diferente. Ahora recuerdo todo, los recuerdos llegan junto a una fuerte jaqueca, me siento en la cama de nuevo y frunzo el ceño por el dolor emanante de mi recto. ¡¿Pero qué mierdas e hecho?! Me paro de nuevo, buscando mis prendas por todos lados; sólo encuentro mi pantalón y mi playera, mi bóxer, más bien lo que queda de este no está en condiciones de uso. Tendré que usar el pantalón sin nada abajo, que incómodo. Escucho como tocan la puerta. ¡Mierda!—¿Diga?—es lo único que logro formular.
—¿Lewis?—dice una voz que me da alegría oír.
—¡Thiago!—corro hacia la puerta para abrirla y darle paso al moreno.—Hice una estupidez muy grande, Thiago... estoy perdido, no sé qué rayos me pasó ayer... no era yo ¡Mis padres me van a matar!—estaba muy alterado.
—¡Calma! ¡Cálmate de una vez, Lewis!—me indicó sosteniéndome de los hombros sonriendo.—Vamos a salir de este club e ir a tu casa... ¡Apestas a sexo y alcohol! Mierda, ¡Si que te divertiste, amigo!—dijo frunciendo el ceño.
—¡No! ¡Mis padres van a matarme!—dije con la idea de que ellos se enteraran.
—Les dije que estabas conmigo, descuida. También me dijeron que hoy llegarán tarde porque salieron ¡No hay de qué preocuparse!—comenta y me relajo con aquellas palabras, pronto nos fuimos del lugar. Minutos después llegamos a mi casa, dejé a Thiago en mi cama viendo el tv mientras yo me duchaba a fondo en mi baño. No me siento mal por mis actos, tampoco hay remordimiento ¿Dónde está mi conciencia? Pensé que me sentiría fatal pero... no es así. Aunque, de alguna u otra extraña forma me siento... incompleto.
Al salir del baño ya estaba vestido. Tengo que contarle a Thiago todo lo qué pasó ayer.~*~
Viktor.Me despierta el sonido del golpeteo al otro lado de mi puerta, mi cabeza duele mucho. Me paro y abro para ver quién molesta y me encuentro con Fercho.—¿Qué diablos quieres?—le digo de mala gana mientras regreso a mi cama y me acuesto en esta para seguir durmiendo.
—¿Qué si qué diablos quiero? ¡Amigo! Ayer te follaste a un crío, sé que eres bisexual... ¡Pero nunca pensé que te gustara la carne nueva! Me debes una explicación, camarada.
¿Explicación? Ni yo mismo sé lo que me pasó ayer. Todo es tan nítido en mi mente, solo me duele el querer recordar algo.—Necesito un baño.—digo, estaba mareado y necesitaba vomitar y darme una buena ducha. Corrí directo al pequeño cuarto para hacer todo lo necesario. Mi cuerpo reaccionó al contacto con el agua fría al darle paso a la regadera, mi cabeza deja de doler poco a poco. Justo lo que necesitaba. Al salir me encuentro con Fercho, quien creo sigue esperando una explicación. Mierda, que le dire a este imbécil—Pensé. Me vestí y me senté de nuevo en la cama.
—Habla.—me encara Fercho.—Escuchare todo detenidamente.
—¿Qué quieres que te diga? Sólo follé, eso lo hace todo el mundo, no me jodas.
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Mi demonio.
RomanceMi demonio. Sinopsis: ¿Qué pasaría si un espíritu puro y sano se encuentra con un demonio? Lewis Fénix por fin aceptó la invitación de sus amigos para ir a un Night Club y ahí sucede lo inesperado, se enamora de un demonio, un ser ignorante a la luz...