Capitulo 3

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Kyuhyun bajó los escalones de a tres, llegando al suelo de madera y deslizándose hacia la puerta del frente. No es que tuviera prisa para contestar la puerta a las seis de la mañana del día de navidad, pero era como si toda su vida el estuviera a alta velocidad.

—Voy —gritó, esquivando a Sunny, que estaba en el vestíbulo con un colorido paquete en sus manos y abrió la puerta del frente. Parpadeó ante el hombre parado frente a la puerta, su mejor amigo desde que tenía dos, en su uniforme y viéndose serio y helado. Rápidamente Kyuhyun lo hizo pasar al interior y cerró la puerta y vio a su amigo quitarse la nieve de su traje de policía y sus botas.

—Kyuhyun, ¿tienes un minuto?

—Hey, Hyukjae. ¿Visita oficial? —esa era la usual pregunta de Kyuhyun, una especie de broma cuando Hyukjae llegaba a la puerta en uniforme. Ahora Kyuhyun estaba esperando la respuesta usual de Hyukjae, usualmente algo sobre la línea de crímenes contra la gente pequeña. Eso era porque Kyuhyun dejó atrás a Hyukjae desde el estirón de los dieciséis años.

En lugar de eso, Hyukjae solo negó con la cabeza y Kyuhyun hizo una pausa. Su amigo se veía malditamente serio, y algo hizo que viera a su esposa para que se le uniera, tratando de sostener a su inquieta hija para que le diera un saludo de navidad al tío Hyukjae.

—¿Necesitas un abogado en la estación? —Kyuhyun preguntó cautelosamente. Él no había sido llamado a la estación por su capacidad oficial antes. Él trataba con cuestiones de tierras y testamentos no había mucha demanda de abogados criminalistas en Hill Valley. Cuando su amigo no respondió inmediatamente, pensó que quizás era a su esposa a quien Hyukjae necesitaba. Seohyun era la doctora de la ciudad desde que su padre se retiró hacía ya cuatro años y era mayor que Kyuhyun; un hecho que Hyukjae nunca dejaba que olvidara. ¿Quizás era a ella a quien necesitaba Hyukjae?

Hyukjae negó con la cabeza.

—Solo necesito algo de ayuda —comenzó— Anoche conteste una llamada en San Margaret, alguien vio a un chico rondando el cementerio y cuando fui ahí... —Hizo una pausa. Todo eso con Hae no era exactamente oficial; ni siquiera había reportado que lo había encontrado para que apareciera en el registro administrativo. —Había un chico, como de diecisiete años, huesudo, exhausto. Lo llevé a la casa conmigo, bueno a la de mamá.

—¿Necesitas que vaya a verlo? —Seohyun inmediatamente preguntó, y Hyukjae sonrió. Eso era la confianza que tenía en sus amigos, ella ni siquiera se detuvo a preguntar por qué había llevo a un extraño a la casa familiar. Además de eso, era el día de navidad, ella no estaba de guardia y sostenía a su hija en sus brazos. No creía que pudiera quererlos más.

Kyuhyun por otro lado frunció el ceño, claramente enfocado en la parte que había un extraño en su casa. Hyukjae podía ver eso.

—Quizás después, pero por el momento solo parecía exhausto y realmente, malditamente hambriento.

—¿No tenía signos de hipotermia? —Seohyun preguntó, entrando a su modo de doctor, pero todo lo que Hyukjae pudo hacer fue encogerse de hombros y verla avergonzado. Ni siquiera estaba seguro de ser consciente de los síntomas de hipotermia. Seohyun continuó —¿Viste alguna incoordinación? Quiero decir que caminara con dificultad, que hablara con dificultad. Que se quejara. Mostraba cualquiera de estos signos, eso puede indicar una gradual reducción de su coordinación muscular y de movimiento, y puede caer a un nivel de inconsciencia.

—¿Es solo yo o tu encuentras todo eso del listo doctor caliente? —Kyuhyun dijo viéndolo de soslayo, pero Hyukjae parpadeó y negó con la cabeza.

El chico indigente en navidad (Adaptacion Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora