Capitulo 24

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Nico:
Habia sentido como algo caliente se había introducido en mi pecho... Algo que quemaba débilmente y una porción de recuerdos cruzo mi mente... Pero no eran míos.
-¿Es tu primo?- preguntó una voz femenina que tanto conocía.
-Si... Viene de visita- dijo otra voz, esta vez era un de un hombre.
Trate de ver los rostros, pero se deshacían en una clase de niebla.
Entonces me pude ver a mi, a mi de pequeño... Mirando a ____(tn) con asombro, sonriéndole, haciendo una mueca que según yo debió de haber sido de galán.
-Awww-dijo ella.
Su voz sonaba diferente, parecía más viva... Mas feliz.
-Hola- saludo el Nico pequeño.
-Hola pequeño-saludo ella.
-Eres muy bonita- el se sonrojo un poco.
Y de alguna forma supe que ____(tn) también se había sonrojado.
-Gracias, tu eres muy guapo, Nico.
El recuerdo se distorsiono y todo se volvió oscuro, sentí el repentino deseo de abrir los ojos... Y lo hice. Abrí los ojos y lo único que mire fue el techo blanco de mi habitación, trate de mirar a otro lado pero solté un quejido. Mis músculos me dolían, sentía como si tuviera millones de moretones en el cuerpo.
-¿Uh?¿Nico?- Un rostro apareció frente a mi, la manía- Nico... ¡Estas bien!
Me abrazo, y yo me queje.
-L-lo siento- se disculpó ella, y desapareció de mi campo de visión.
-No te preocupes...- dije yo, sonriendo un poco- ____(tn).
-¿Si, Nico?- me pregunto ella.
-Quiero verte...
Floto sobre mi y me miro sonrojada. Me sonrió y me miro a los ojos. Yo le sonreí y ella acaricio mi cabello con delicadeza. Sus manos fueron a mis mejillas, las cuales acaricio con suavidad, causando un sonrojo de mi parte, ella rió.
-Me gustas mucho- le dije.
-A mi también me gustas mucho, Di Angelo.
Observe su pulsera, era linda, pero tenía una... Una historia triste. Ocultaba una promesa rota y un pasado de tempestad.
-Hey... A veces te apareces frente un amigo tuyo ¿no?
Ella se quedo quieta y desvío la mirada.
-Rick...- suspiro- El... Ojalá pudiera hablar con el.
-De que puedes, puedes- le dije yo- el solo tiene que abrir mas los ojos.
Ella asintió y se quedo en silencio. Yo tampoco hable. Pero nos mirábamos y eso era suficiente.
¡Hola mis zanahorias! ¿Me extrañaron? Seguro que si. Aquí esta este capítulo y espero que les haya gustado. Pronto saco otro. Sigan leyendo, que yo seguiré escribiendo.
Las quiero zanahorias, gracias por ser pacientes.
Atte. CreepyLove16

Ausente (Nico Di Angelo y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora