La montre de poche

68 1 0
                                    

Capítulo dedicado a Belén, quien cumplió años y es una maravillosa amiga ❤️
-----------------
2/Enero/1942

Era uno de esos días en los que Gisselle deseaba con todas sus ansias salir de Francia. Odiaba el frío, y aun así ahí estaba, en medio de su deprimente casa de madera acurrucada junto a una de sus tres hermanas para poder compartir calor, a parte de la mejor colcha de la casa.

Había estado despierta por un rato, pero no quería levantarse, porque su madre de seguro la iba hacer ir por el mandado. O si lo que hacía se podría llamar así.

Su hermanita se sacudió en su sueños, y Gisselle se pregunto con que podría estar soñando. Se llamaba Christine, nombrada por la misma Gisselle en honor a una bailarina que había visto hace mucho en las calles de Nantes cuando tenía alrededor de siete años, la misma edad que ahora tiene su hermana. No había vuelto a ver a la Christine original, pero Gisselle gustaba de imaginar que estaba en alguna Ópera triunfando con sus pasos de ballet.

Sus otras hermanas eran Elodie y Françoise, la primera le ganaba por 1 año y la segunda por tres. Ambas también estaban dormidas en otra cama, con rímel y labial manchando sus caras después de la celebración de año nuevo que debió haber sido cerca, pues los vestidos que habían usado eran los que ellas mismas habían cocido y no los que su madre les había regalado cuando cumplieron dieciocho. Era algo como una tradición en la familia Burelle regalarles un vestido en su decimo octavo cumple años como para decir a sus hijas "Ya eres una mujer". Elodie no había dejado que Gisselle respirara cerca de su vestido rosa, el cual no había usado porque no se había prestado una ocasión suficientemente especial o importante.

Elodie y Gisselle siempre habían llevado una buena relación gracias a la cercanía de sus edades. Le había ensañado a coser, bordar, cocinar...en fin, todas las cosas que una mujer de la época debería saber, aunque en el caso de Gisselle no se le daba muy bien nada de eso. La única habilidad en la que sobresalía era robar, actividad que ella misma se había enseñado.

Todo había empezado en la iglesia de la parte pobre de la zona. Naturalmente, el único edificio lujoso del lugar era la catedral, que se aprovechaba de las limosnas de los pecadores en busca de perdón. Había un padre muy viejo que Gisselle no comprendía porque no se retiraba; sus arrugas tenían arrugas, sus palabras dejaban de tener sentido en medio del sermón y su vista estaba tan deteriorada que a menudo chocaba con las mesas y sillas del lugar; pero al parecer, su vista era lo suficientemente apta como para acusarla de ser del diablo.

–¡La bruja! ¡La bruja! ¡Sáquenla! ¡¿Cómo puede pisar tierra bendita sin quemarse?!– comenzó a gritar en medio de un sermón mientras la señalaba. –¡Su cabello es del color del diablo!– continuó a la vez que la ahogaba en agua bendita. Había sido la primera vez que Gisselle había querido estar en la fila del frente, y la ultima.

Su cabello, efectivamente era rojo; era la única de la familia que lo había heredado de su padre. Ese día termino arruinado gracias al afán del padre por bañarla con su bendita agua bendita.

Él pobre hombre estaba viejo, Gisselle lo comprendía, pero lo que nunca entendió fue porque nadie trato de detenerlo; a parte de su madre y sus hermanas, la gente de la iglesia solo intervino una vez que el señor intento sacarla físicamente del lugar.

Nunca dieron explicaciones después acerca de la equivocación del padre, así que la gran mayoría de chicos de su edad comenzaron a llamarle bruja. Lo hacían incluso delante de las monjas, pero estas se quedaban calladas; Gisselle sospechaba que le habían creído al padre y pensaban que en cualquier momento su cabello rojizo explotaría en llamas. Con el tiempo, la única solución que Gisselle le vio a la situación fue comenzar a adoptar el apodo, pero eso paso muchos años después, cuando ya le habían quedado cicatrices emocionales.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 23, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora