Mi Pequeña Venganza (Lemon)

El segundo en mi lista

Para este día decidí utilizar ropa, maquillaje y peinado que estoy segura le van a gustar a Jin, una blusa de rayas horizontales negras, jeans de mezclilla clara, tenis, maquillaje nada cargado y una media coleta, al entrar al salón ya había bastante gente, Yoon Gi tragándose con su novia, los seis chicos y más personas, me senté en mi lugar de siempre, Yoon Gi y Jin no dejaban de mirarme, me levanté y fui hacia Jin. -Hola, Seokjin, ¿puedo hablar contigo un momento?- dije acercándome a él. -Claro, te sigo.- dijo el chico con ternura. -Emmm...me apena mucho esto pero...tengo problemas con mi clase de económica doméstica, creo que no cocino del todo buen...te molestaría acompañarme después de clases para que pruebes mi comida...eres el mejor de la clase y creo que contigo asesorándome podría mejorar.- mentí poniéndome roja al contacto de sus ojos. -Owww...claro pequeña, yo te apoyaré en todo lo que necesites.- concluyó el chico retirando un mechón de cabello que había terminado en mi rostro. -Gracias, eres el mejor.- añadí, le di un pequeño beso en la mejilla y me fui a sentar. Yoon Gi estaba hirviendo de rabia y su novia seguía intentando convencerlo de que se fueran de la clase a un lugar más privado a lo cual él se negó mientras me miraba fijo.
Entre miradas fulminantes de Yoon Gi, miradas curiosas de cinco chicos y las miradas de típico enamorado de Namjoon pasó el día, Jin me esperó en la salida, él colocó su brazo de la manera en la que lo haría un príncipe para que su princesa lo tomara...me sentí especial por un momento.
Al llegar a casa me dispuse a darle la mejor cena que pudiera, serví un par de copas de Cabernet para que bebiéramos mientras preparaba la comida, platicamos sobre muchos temas, el chico se mantuvo siempre interesante, sabía catar vinos a la perfección...una experiencia bastante agradable, cociné Bibimbap y sopa Mandukug acompañadas claro de arroz.
Puse la mesa y comenzamos a comer. -¿Dices que tienes problemas con la cocina? Es absurdo, la comida está deliciosa...estás lista para casarte.- Dijo el chico mientras comía con entusiasmo, yo me sonrojé...nunca nadie me había dicho algo así. -Deberías ser mi esposa, eres hermosa y cocinas maravilloso.- concluyó él acariciando mi mano, por impulso me acerqué a él y lo besé, primero fue tierno, delicado y romántico, después se volvió más pasional, intensificamos el beso, ambos manteníamos nuestras manos en movimiento constante, acariciando nuestros cuerpos, en medio del beso nos trasladamos al sillón, la posición era sumamente cómoda, yo recostada en el mismo y Jin sobre mi cuerpo, sentía su bulto crecer y era sorprendente, nuestros sexos se rozaron logrando que él soltara un gemido casi inaudible. -Voy a hacerlo, nena.- Vocalizó el chico, justo después metió su mano en mi blusa, rápidamente me despojó de ella, al hacerlo besó y lamió desde mi cuello hasta el borde de mi pantalón, lo desabrochó, quitó y metió su mano en mi ropa interior haciéndome gemir gracias a sus hábiles movimientos y sus largos dedos. -Estás muy mojada, nena.- Dijo, para después sentarme en sus piernas, quité su playera y su pantalón, acaricié y lamí su miembro sobre su bóxer logrando que la respiración de Jin se acelerara. -Wow...___ no sabía que eras tan buena en esto.- dijo con trabajo. -Hay muchas cosas que no sabes de mi Jin.- respondí quitando el restante de nuestras ropas. Rápidamente coloqué el condón y caí sobre su fantásticamente enorme miembro. Ambos nos movíamos con delicadeza sintiendo el momento, terminé debajo de nuevo y fue asombroso, cada embestida que daba Jin era como estar en el paraíso. Intensificamos el acto, ambos íbamos más rápido, así como nuestros movimientos se volvieron más intensos, nuestros gemidos y respiraciones también lo hicieron. Disfrutamos cada segundo hasta llegar al clímax en gritos bastante sonoros.