Esto no es amor // Eve & Melody 1

Capitulo 10

Toda la semana estuve muy ansiosa, no pude concentrarme en nada, ni siquiera podía terminar una frase antes de empezar otra.

La famosa sorpresa de mi madre me había dejado peor de lo que pensaba, ¿qué tal que ella igual le daba por besarme? Se que es una estupidez, pero tengo un mal presentimiento respecto a todo esto.

El viernes por la noche tenia un dolor de cabeza de los mil demonios, ni el kilo de pastillas que tomé sirvió de algo, de modo que a las siete de la noche me acosté a dormir, y luego de dar vueltas como una desquiciada logré dormirme.

Hoy por la mañana, mi madre entro muy feliz a mi cuarto, estaba radiante, no solo en actitud si no en vestimenta.

Llevaba unos pantalones de mezclilla nuevos, una blusa medio elegante (igual nueva) y unos zapatos de tacón.

-¿Acaso nos visita el presidente? -pregunto.

-No -responde mi padre-, parate, bañate, arreglate y todo lo que necesitas, vamos a salir, pero cuando lleguemos tienes que estar lista. Llegamos máximo en una hora.

Y se fueron.

Me fui a la ducha, me di un baño, y me vestí con unos jeans azul oscuro, otro suéter pero este color verde pasto y unos converse grises.

Sequé mi cabello y lo cepillé, bajé las escaleras con mi móvil y me senté en la sala a que llegaran mis padres y la puta sorpresa que me tenía tan mal.

Cuarenta minutos después, mis padres llegaron, me puse de pie frente a la puerta, y ahí estaban ellos, sonriendo como idiotas.

-¿Por qué no sales a saludar?

-¿Saludar a quien? -escupí las palabras, ya muy asustada para que ahora me salieran con sus putas adivinanzas.

-A mi -aquella voz me resultaba muy familiar, pero no sabia la razón, mi corazón empezó a latir con fuerza, mis piernas empezaron a doblarse y el aire comenzó a faltarme.

Ahí estaba ella, mi pesadilla, la causante de que no le hable a las mujeres, la maldita que me robó mi primer beso. Y ahora está sonriente, claro, porque no se le arruinó la vida, aunque le doliera, ella ya tiene novia, y yo me jodí. Y tiene el descaro de llegar así.

Se acercó y me abrazó.

-Te extrañé mucho, hermanita.