Dándose la vuelta me mira.
- ¿Estas diciendo que soy una mala madre? ¿Qué no tengo comida en la casa y estas pasando mucha hambre?
- ¿Esas palabras salieron de mi boca? – Espeté – No, solo tenemos que salir al supermercado.
Mi madre se da la vuelta y comienza a rebuscar en su pequeño bolso. Saca un montón de dinero en efectivo y los suelta en la mesa principal.
- Hay tienes, ve al supermercado. No puedo esperar hasta que tengas 21 años, entonces también podrás ir a comprar algunas bebidas liquidas a mami.
- Oh, claro – Me quejo conmigo misma.
- ¿Qué? – Gruñe mi madre. Suspirando profundamente digo.
- Nada – Se da la vuelta y sale enfurecida de la habitación. Cuando la cena esta lista, tomo la mía y me dirijo arriba a comérmela. Mi habitación tiene un cerrojo. Gracias a Dios.
Para el momento en que en realidad quiero aventurarme a bajar, bajo y ¡como no! ¿qué le abra ocurrido esta vez? Me encuentro a mi madre desmayada en el sofá. Suspirando, le saco los zapatos y subo las piernas, como siempre hago. Tomando la pequeña manta, cubro con mucho cuidado a mi madre. Esto es ridículo. Debería haber sido trasladada y puesta en un hogar de acogida hace mucho tiempo pero, creo que sería mucho peor que esto. Una vez me gradúe de la escuela secundaría, conseguiré un trabajo de verdad y saldré de esta cárcel. La universidad esta fuera de cuestión por el momento. Tengo le intención de ir pero, salir de aquí tiene prioridad.
Quiero ver lo alegre que lo hará, cuando este sola y no pueda usarme para cocinar, limpiar y lavar la ropa.
A las diez, me tiro a mi cama. Los acontecimientos de hoy siguen corriendo por mi cabeza. Fue impresionante pero, mañana será eclipsado todo. Va a ser un puto infierno. Tal vez debería faltar a la escuela. Sin embargo, eso no va a ayudar, ni a resolver nada, se burlaran aun más de mi al día siguiente. Genial, amo mi vida.
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Un cambio en mi patética vida (Mark Tuan, GOT7)
Fiksi Penggemarsi quieres saber de que trata tendrás que comenzar a leer la historia.