ENDEBLE

*Capítulo 14*

*Una semana después*

La semana pasó súper rápido. Elijah y yo estamos más que mejor, le dimos la noticia a nuestros padres y me sorprendió mucho su reacción. La noticia les encantó y están más que enamorados de que Elijah y yo estemos juntos. La que al principio no lo tomo muy bien fue Gema, porque le molestó que no le había comentado nada, pero le expliqué que era lo que había pasado (ocultando *muchas* cosas) y entendió. Alexxy y Werty están manteniendo un romance en secreto. Werty sigue con Winnie, Alexxy sigue con Clarck, pero ellos están juntos.

Dicen que se quieren y están viendo como les iría y si extrañarían a sus parejas y al parecer les iría súper bien. Decidieron dejar que pasará por lo menos una semana más para decidirce. No me gusta esto para nada... Pero bueno, ellos sabrán lo que hacen.

He cambiado mi estilo (un poco obligada por mi drogada fav) pero me gusta, me ha dado más confianza conmigo misma y... Me veo genial realmente. No sabía que tenía un cuerpo tan moldeado. A Elijah lo vuelve loco, no le gusta que me miren. Esta semana fue como mi sombra en la escuela ya que toda la población masculina estaba sorprendida por mi cambio. A la que le jodió aún más fue a Natasha, esa perra. Le dejé bien en claro que no volviera a meterse conmigo después de que anduvo diciendo que me convertí en una zorra, le di la pela de lengua de su vida.
<><><><><><><><><><><><><><><><>

Es domingo, son las 7:37 pm. Con Gema y Elijah estamos preparando una cena familiar para formalizar mi relación con Elijah y tal. Me encanta que este funcionando la relación, vamos muy bien.  Hemos decidido hacer lasaña y la acompañaremos con vino blanco y de postre un pequeño pastel de chocolate bañado en chocolate con almendras derretido. Lo mejor.

Ya teníamos todo preparado. Elijah ya había ido a avisarle a sus padres que se arreglarán y el también haría lo mismo. Gema y yo también. Mi padre llegaría en unos 10 minutos. Esta comprando el vino.

-¿Kaori?-dice Gema llamando mi atención, levantó la cabeza y asiento indicándole que prosiga.-¿Tu quieres enserio a Elijah?-ay no... No está conversación, pero bueno. La miro directo a los ojos. Sonrio.

-Si, si lo quiero.-tengo una sonrisa de boba.-Pero... ¿Por qué me preguntas eso?

-Es que... Se que tuviste una mala relación antes. No me preguntes, una madre siempre se entera. Pero bueno, quisiera que estés segura de con quién estás. No quisiera que vuelvas a ser como eras antes. No me gustaba verte así.-dice mirándome a los ojos. Se le escucha sincera, y bueno, nuestra relación a mejorado.

-Realmente si, estoy segura de que quiero estar con él y él conmigo. Nos queremos. Eso es lo que importa.-le dedico una sonrisa ladeada.-Tu tranquila. Todo estará bien.

-Esta bien.-se acerca y me da un beso en la frente. En eso suena la puerta cerrándose. Papá ha llegado.

-Hola pa, ¿Trajiste el vino?

-Hola Kaori.-me sonríe y señala una funda de vinos, le sonrio.

-Gracias.-me acercó y le doy un beso en el cachete y me voy a mi habitación. Tengo que arreglarme. Ya me he bañado, pero lo haré de nuevo, una ducha corta.

Voy a mi armario y tomo un vestido azul marino ajustado a la cintura sin mangas, escote corazón y la espalda un poco descubierta. Zapatos altos, negros con pequeños diamante a los lados. Aplico un poco de rubor, sombra y máscara para mis pestañas, y me pongo los labios ligeramente rosados, con un poco de brillo, ya que tengo los labios un tanto oscuros pareciera que me los he delineado y le da un mejor toque. Me coloco un pequeño collar que me había regalado mi padre hace unos años, sencillo y le da un toque especial al vestido. Dejo caer mi largo cabello negro rizado por mi espalda, luego decido qué mejor me hago una coleta, ya que tapan gran parte del vestido. Me hago la  coleta y estoy perfecta. Miro la hora y ya son las 8:30 ya Elijah y sus padres deben estar en camino. Suena el timbre y mis sospechas se confirman. Salgo de mi habitación y me dirijo a la puerta pasando por la de la cocina donde veo a mi madre con un hermoso vestido crema ajustado que le queda a las rodillas, con unos zapatos rojos carmesí, se ve espectacular.