*Capitulo 3*

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Me despierto por el sonido de mi celular, y me doy cuenta que aun no es de día. Tomo mi celular y miro la hora, y me doy cuenta de que son las 1:27 am. ¿Quien en su sano juicio llama a estas horas? Me limito a mirar el numero y veo que es desconocido, lo miro extraña, pero contestó.

Llamada:

-¿Hola?-medio pregunto.
-¿Kaori?-preguntan, y abro los ojos como platos al escuchar la voz de Elijah.
-¿Elijah? ¿Que pasa? ¿Como conseguiste mi número?-estoy verdaderamente confundida.
-Si, soy yo. No te preocupes, no pasa nada y no importa como la haya conseguido lo que importa es que lo tengo.- okay, ahora si estoy muuuuy confundida.
-¿Que necesitas?
-¿Puedes venir a la ventana?-me pregunta, y ahora ya no entiendo nada.
-¿Para que? ¿Necesitas algo?
-Si, verte.-me quedo atónita.
-No entiendo.
-Solo sal a la ventana y dejame verte. Y ya luego te dejo tranquila.
-Aun no entiendo, pero si me vas a dejar tranquila, esta bien. Quiero volver a dormir.-bufo y el ríe. Sonrió. Me aproximo a la ventana y la abro y ahí esta el. Cuando me ve esboza una sonrisa. Y me acuerdo de las sonrisas que le estuvo dando a Natasha y no se la devuelvo. Hago un gesto de no entender nada y el ríe. Su risa es contagiosa, pero me resisto.

Corto la llamada y me quedo ahí parada, sus hermosos lagos verdes que tiene de ojos se encuentran con los mios y nos quedamos así por unos segundos que parecen eternos, yo rompo el contacto visual y bajo la cabeza. El no ha dejado de sonreír. Cierro los ojos y me dispongo a volver a la cama, pero siento que me empujan y caigo a el suelo. Abro los ojos y me encuentro con los de Elijah, los abro como platos y el sonríe. Me revuelvo incomoda y el me mira.

-Lo siento, ¿te hago daño?- me pregunta medio preocupado.
- No, solo... Estoy incómoda.-le digo, medio nerviosa.
-Ah.- dice y se para.-¿Te ayudo?- dice y tendiéndome la mano, la aceptó y el me hala con fuerza y mi pecho chica contra el suyo. Levanto la cabeza y lo veo sonriendo intento soltarme, pero el me aprieta. Nuestras caras están a escasos centímetros, siento su aliento chocar en mi cara, se me acerca un poco mas y no despega la mirada de mis ojos. Nuestros labios se rozarían si uno habla, pero ninguno dice nada. Me dan un casto beso y yo lo empujo. Parece sorprendido por mi reacción, pero me le acerco y le doy una cachetada.

-¡¿Quien te crees para besarme?!-le grito.
-Lo siento, es que.. Eres muy linda, me gustas y por eso lo hice.-me dice nervioso.
-Dios Mio! No porque te guste tienes derecho a besarme, imbécil.
-Y-yo lo.. Lo siento ¿si? No volverá a pasar.
-Oh, claro que no volverá a pasar capullo de mierda. ¡Yo no dejaré que lo vuelvas a hacer! Porque no mejor buscas a Natasha y que te baje tu calentura, muy bien que la vi deapeinda saliendo de tu auto y tu tocándole las nalgas. Ve, ¡ve donde ella maldito capullo!- le espeto gritando, parece sorprendido y esboza una sonrisa, lo miro incrédula.
-¿Celosa?- pregunta en tono seductor. Levanto una ceja y me río.
-Por Dios! ¿Que dices? Sabes que ni me conteste yo ya se. ¡Estupideces! Y ya ¡VETE! - le grite remalcando la ultima palabra. Pero el no se movió.-¡Que te vayas capullo de mierda!
-Ya, esta bien. Pero me gustas y te conquistare.- dicho esto salto de mi ventana y llego a su habitación. Me guiño el ojo y la cerro. Por Dios, ¿que esta pasando?

Decidí ignorar lo que acaba de pasar y irme a dormir.

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Desperté por el tercer sonido de mi despertador. Anoche no dormí nada, me la pase pensando en el capullo aquel. Y Dios! Aunque lo quiera negar, también me gusta, y no puedo olvidar sus ultimas palabras.
"-Ya, esta bien. Pero me gustas y te conquistare."

Tratando de olvidar lo que paso, me paro y voy a el baño. Me baño y cepillo mis dientes en tiempo récord ya que no tengo mucho tiempo. Me pongo unos vaqueros ajustados y una polera mangas largas y cojo mis vans negras y bajo. Tomo un poco de zumo y una manzana y me voy. Camino lo mas rápido posible.
Llegue faltando 5 minutos para que tocaran el timbre de entrada. Y me encontré con Alexxy. También llegaba tarde. Es raro ver como nos pasan las cosas iguales.

ENDEBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora