En mayo de 2011 la Policía de Abbeville, Louisiana, encontró los restos de un hombre en la chimenea del banco de la ciudad. El cadáver pertenecía a Joseph W. Schexnider, quien había desaparecido en enero de 1984. En ese año, Schexnider debía presentarse a declarar por el robo de un auto. Cuando los oficiales se dirigieron a la casa del sospechoso para tomarlo en custodia, su madre les informó que había huido para evitar el arresto. Nunca más se volvió a saber nada de él. Más de veinte años después, los trabajadores que realizaban reformas en la estructura del banco encontraron sus restos en una vieja chimenea del lugar.
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