❇¿Vivir con 11 más? ¡Nunca![PAUSADA]

03 ★EDITADO★

—¡No pienso vivir con 11 completos desconocidos!— gritó Sagitario

—Realmente yo tampoco— dijo Aries

—No creo que sea una buena idea— concluyó Capricornio

—¿Está su jefe? Me gustaría hablar con él— dijo Libra

—¡No, por favor! Señorita, se lo suplico... Mi jefe me odia, podría despedirme y yo... necesito este empleo... ¡él no confía en mí!—

—Considerando lo que ha pasado— murmuró Escorpio — su jefe es un hombre inteligente porque yo tampoco confiaría en usted—

Pasaron 30 minutos más, pero nadie se ponía de acuerdo. Sus gritos se podían escuchar desde la calle, llamando la atención de aquellos que pasaban por allí. Piscis estaba perdiendo la paciencia.

—¡BUENO, YA ESTUVO BIEN!—  gritó. Tauro se espantó. Conocía a su amiga: para que Piscis se enojara debía pasar algo muy malo... y cuando ella se enojaba de verdad... Era mejor no acercarte.

—Piscis... ¿Porqué no te calmas? Esto está bien, vamos a arreglar este asunto, buscaremos otro apartamento y...— quiso tranquilizar a la chica pez, pero recordó algo —...¿Sabes qué?... Yo pague por este apartamento así que... Di tus pensamientos, amiga mía— dijo.

—¡YA ME CANSARON SUS GRITOS! ¡SOMOS PERSONAS ADULTAS, MALDITA SEA! ¡O ARREGLAMOS ESTO YA, O TODOS DORMIREMOS EN LA CALLE!— todos se quedaron helados. Piscis respiró profundo un par de veces, y más calmada, volvió a hablar: —Señorita... ¿los apartamentos son grandes?—

—La mayoría no, joven—

—Pero nos sugirió que viviéramos juntos, ¿está usted consciente de cuántos somos?— decía la pececita, seria.

—Si me dejaran deci...—

—Pero...— intentaron interrumpir varios

—¡Déjenla hablar!— sentenció la chica pez —...¿Decía, señora?—

—Tenemos... el apartamento del último piso. Es nuestro mejor apartamento, es grande, y con cupo para más personas que los demás—

—Bien. Queremos verlo— la chica se giró hacia los demás —¿alguna objeción, o mejor idea?—

Todos negaron con la cabeza, entonces la secretaria se levantó del escritorio, y comenzó a caminar hacia el elevador.

—Síganme, por favor...— dijo

Subieron los 13 al aparato, que los llevó directamente al último piso. Ya ahí, bajaron todos para luego ir hacia una bonita puerta de madera y cristal que tenía una medalla no muy grande de metal dorado en la parte alta, la cual marcaba el número 32.

—Éste es el apartamento 32, el más grande de nuestro complejo de apartamentos— anunció la señora —Cuenta con una sala, una cocina, comedor, balcón con sillas y mesa, y un pequeño jardín al aire libre. Todos nuestros apartamentos están amueblados, pero a este se le agregaron los muebles de más calidad—

—¿Y cuántas habitaciones tiene?— preguntó Libra

—Cuatro—

—Y nosotros somos más de seis...— murmuró también Libra

—¿Podemos pasar a verlo?— dijo Géminis

La secretaria asintió, con la llave que llevaba en la mano abrió la puerta y los dejó pasar.

—Dios...— murmuró alguien, en el momento en que el apartamento estuvo a la vista de todos.