3. Estoy confusa

8.8K 62 0
                                    

Hola diario, sé que hace mucho que no escribo. Realmente he estado ocupada con el instituto, ya sabes, para contentar a mis padres y que me dejen irme de fiesta. Y así paso este domingo pasado.
Me fui con mis amigos a una fiesta que organizaban en el campo.
-Ruth, ya tardabas.
-Que bien os lo habéis montado -me dirigí a Ígor.
Él no me llamaba mucho la atención, sobretodo al ser más bajo que yo, pero era un amor de niño.
Me senté en una silla de plástico algo inestable. Podía ver a todos mis amigos yendo ya borrachos.
-Son las doce de la mañana, chicos.
-Queda mucho día aún, ¿verdad?
Me giré al no reconocer la voz. De pronto vi al chico más callado del grupo, aunque a la vez era el más guapo. Sin poder pararme a pensar me salió una sonrisita tonta y me mordí el labio inferior. Pronto empezamos a hablar y noté que llevabamos un buen rollo. Por dentro estaba loquísima, él era increíblemente guapo. No sabía como no se había fijado en que me quedaba embobada mirando sus labios con unas irresistibles ganas de besarle.
-¿Alguien me acompaña a...?
Todos sabían lo que necesitaba así que se levantó una chica y me sonrió muy dispuesta a acompañarme. Yo ya llevaba bastante alcohol ingerido y se me fue un poco la boca.
-Tía, esque Andrik me puede -la expliqué refiriendome a el chico con el que había estado antes-.
-Líate con él.
-No sé si debería.
-¿Por qué?
-Verás, esta Eloy. Yo en el cumple de hace un tiempo me fui con él y no sé si es correcto.
-Pues vete.
-¿Cómo?
-Si. Vete con Andrik a dar una vuelta y ya esta. No tiene porque enterarse nadie.
-En parte -bajé la voz- tienes razón.
Cuando volvimos me senté otra vez en ma silla de antes.
-Creo que debería potar.
-¿Quieres vomitar, Andrik?
-Si...
-Está bien, te acompaño.
Se levantó con cuidado y me dio la mano. Nada más de dar tres pasos, no pudo aguantarse más. Fui a por papel para limpiarle. Después le guié hasta detrás de un árbol para que echara lo que necesitara. Después le estuve limpiando mientras apreciaba lo precioso que era.
Realmente no sentí asco, nada. Era tan precioso... No sé, cuando estaba con él mi corazón latía más rápido.
Cuando regresamos con nuestros amigos, se sentó en la única silla libre y aproveché para sentarme encima. Noté como apoyó su cabeza en mi espalda. Me sentía tan cómoda.
De pronto empezó a llover y Andrik y yo nos levantamos para coger sitio debajo de la pequeña carpa, pero antes de hacerlo, le empujé. Le agarré de la mano y me perdí entre los árboles. Nos besamos. No recuerdo bien como pasó. Iba muy borracha.
-Ya esta dejando de llover, Ruth.
-Yo sigo mojada -le susurré al oído.
-No tengo...
-Da igual.
Nos miramos a los ojos.
-¿Segura?
-¿Preparado?
-Joder, pues claro.
Continuamos besándonos hasta que me agaché. Me pusé a cuatro patas y él detrás de mi.
Seré sincera, fue el mejor polvo de mi vida, o bueno, por lo menos de lo que había vivido.
Cuando estabamos volviendo, empezó a hacer calor y nos quitamos las chaquetas. Ya no íbamos de la mano. No volví a abrir la boca en todo el camino. Me volví a sentar encima de él, pero ya no noté nada de cariño por su parte.
Se empezó a hacer tarde. Me empecé a aburrir, ya que yo sólo estaba con los chicos y bueno, notaba como las chicas me críticaban, todas menos Amelia, la que me había acompañado antes.
Avise a mi padre para que viniera a por mi. Me despedí de todos y me fui sola andando hasta la fábrica de al lado del campo. Ya era de noche y mi padre vendría en unos diez minutos. Me apoyé en la pared, al lado de la esquina. Solo me acompañaba el frío viento. Estaba muy mareada.
-Ruth.
¿Quién era? Esa voz... Di la vuelta a la esquina y efectivamente, era él.
-Eloy, ¿qué haces...
-Vuelve a donde estabas -me interrumpió-, como nos vean, van a pensar mal.
-¿Por qué has venido?
-¿Has tenido algo con Andrik?
-No... -mentí lo mejor que pude- ¿por qué?
-Se va comentando.
-No hagas caso a las invenciones de la gente.
-¿Por qué no me has vuelto a hablar desde el cumpleaños?
-¿Qué?
-¿Por qué te fuiste sin despedirte?
Realmente si me despedí, pero él estaba dormido.
-Eloy... ¿ocurre algo?
Rió. Yo estaba angustiada. No podía verle, no podía moverme.
-Déjalo. No te conviene que te lo cuente. Vas borracha, estas cansada y yo...
-¿Tú qué?
-No me concentro si estás cerca -confesó.
-Pero Eloy, fue cosa de un día.
-¿Y lo de Andrik también lo será?
-¿Por qué lo dices -me alteré ligeramente e intenté calmarme respirando hondo.
-Porque he visto como le miras.
Yo me quedé callada e inundé el ambiente con mi ausencia de palabras. Pasaron unos minutos hasta que decidí contestar.
-Quién sabe. Yo no sé nada. Yo sólo quiero disfrutar.
No oí una respuesta. Miré a la esquina y ya no había nadie. Eloy se había ido antes de que le contestara.

Ahora estoy aquí. Eloy, Andrik, Sebastián... eran los tres chicos que más me habían llamado la atención, sobretodo Andrik. Sólo tenía ganas de estar con él. ¿Me gustaba? ¿Por que me vienen ahora estas desconcertantes dudas? Si total... Yo no tengo sentimientos, no puede ser. Necesito alejarme un poco de aquí.

Memorias De Una ZorraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora