Capítulo 3: Despierta

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Mi corazón se iba a salir del pecho, mis nervios subían a una velocidad vertiginosa hacia el tórax, la chica fantasma no había dicho nada aún, pero no hacia falta que lo hiciera.
El grito venia de mi casa, de eso estaba seguro y a juzgar por la mirada de Sarasi, sabia que no me equivocaba.

Volarán los recuerdos que vivisteis
Volará la esperanza de seguir con vida
Volarán las armas y los cuerpos sin vida
Volarán los tristes pájaros asustados.
Pero tú no volarás

No sabia lo que significaba eso, ni quería saberlo, el pánico se hizo con la aldea.
Le dedique una mirada a Sarasi, que la comprendió al instante.
Corrimos por las estrechas calles de la aldea, mi amigo se dio cuanta de lo lento que iba y se quitó de inmediato la armadura.
Llegamos a mi casa, me temblaba el cuerpo.
-¿Estas seguro que provenía el grito de tu casa?- pregunto Sarasi
-Sí, y tu también lo sabes. Dame tu espada.
Me obedeció al acto, la coji al vuelo y la apreté hasta que los nudillos se me tornaron blancos. Él no tardó en sacar su arco.
-Vamos -me señaló mi casa con la barbilla.
Entré yo primero, parecía todo normal me mire en el espejo de la entrada, vi que en mi pálida piel resbalaban gotas de sudor, que no tarde en apartarlas con el antebrazo.
Fuimos hacia el salón. Nada. La cocina también estaba desierta al igual que mi habitación... al final del estrecho pasillo estaba la habitacion de mis padres, el único sitio de la casa que quedaba por mirar.
- Raiak... será mejor que nos vayamos de aquí, los sabios no tardarán en venir y nos harán un montón de pre...
- Sarasi, si te quieres ir vete -mi voz temblaba a pesar de hacer un esfuerzo por parecer firme.
-No
Se me dibujo una sonrisa en la cara al oír esa negación
Gire el pomo de la habitación y ahí estaban mis padres... tumbados en la cama... con un charco de sangre alrededor de ellos.

Memorias Del Caballero BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora