Capítulo 23

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Disclaimer: Si One Direction fueran míos y sólo míos, ¿creen que el Larry seguiría siendo secreto?

Summary: Harry es el niño nuevo en la ciudad de Doncaster. Pronto encontrará muchos amigos, y en especial, un niño que le robará el corazón. Larry Stylinson.

Advertencias: Ninguna por el momento.

Blind Love

Capítulo XXIII

Harry intentó regresar con él, no una ni dos veces, unas cinco; y sólo por decir un número grande. Al día siguiente de ese vago rompimiento, una desesperación invadió al chico de cabello rizado e hizo todo en su poder para convencer a Louis de que no terminara con él.

Pronto dejó de comer y no despegaba su vista de su móvil. Ben se preocupaba de su estado zombie en el cuál se encontraba, ofreciéndose para ayudarlo con lo que necesitara. Él le sonreía, débilmente, con la mirada perdida y negaba diciendo que se encontraba perfectamente.

Aquellas ojeras que adornaban su rostro apagado no hacían más que asustar a cualquier pretendiente que pudiera tener. Sonreía muy pocas veces, no dejando ver esos adorables hoyuelos que se le formaban al hacerlo. Pues en su mente y en su corazón, sólo resonaba un nombre: Louis.

Un mes después, comprendió que no iba a regresar jamás con él y no por qué el Tomlinson fue el que le dio la noticia de que había comenzado una especie de relación con Emily, si no se le había escapado a Zayn una noche. Cerró sus ojos, con un nudo en la garganta, sin poder articular otra cosa que una rápida despedida y se apresuró a presionar esos dígitos que instintivamente conocía. Timbró un par de veces antes de que un risueño chico le respondiera al otro lado del teléfono. Ni siquiera se molestó en revisar el número del cuál entraba la llamada.

Dejó de marcarle y el no saber de Louis le hacía daño, pero a juzgar por ese amigable saludo, él estaba mucho mejor sin él.

―Hola ―saludó―. ¿Qué tal va todo? ―intentó preguntar con despreocupación, pero falló en la última palabra cuando su voz se rompió.

―Bien, bien ―respondió―. ¿Tú estás bien, Hazza? No te escuchas muy bien... ¿Estás enfermo?

Esa preocupación, ese mote con el que lo llamaba: dolían. Más que un dolor físico, mucho más de lo que jamás pensó que lo haría.

―No, no. Deben ser los ejercicios vocales ―alegó―. Me he quedado un poco seco.

―Oh, bueno. Cuídate, odiaría que te enfermaras...

― ¿Desde cuándo, Louis?

Unos segundos pasaron y cada latido contra su pecho retumbaba en sus oídos como la fuerza con la que las olas se impactaban contra las rocas de la playa. Él sabía de qué hablaba, o al menos, eso dejó en claro cuando hizo una exclamación de entendimiento. Bajó la cabeza, viendo el pantalón de su pijama humedecerse por las rebeldes lágrimas que salían de las rendijas de sus ojos.

―Les dije que no te dijeran nada. ¿Fue Niall?

¿Todos lo sabían excepto él? Apretó sus labios para no dejar salir ese sollozo que luchaba con fuerza por escapar de su garganta. Inhaló un par de veces antes de responder:

―No he hablado con Niall en días, Louis ―contestó―. No te estoy recriminando nada. Sólo quiero saber por qué no me diste otra oportunidad y se la has ofrecido a ella. ¿La merecía? Al parecer, no. Lo siento. Estoy siendo un desgraciado.

―Calma, Hazza.

―Si valoras en algo mi cordura, no me llames así.

― ¿Quieres la verdad?

Blind Love [Larry Stylinson AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora