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Las luces de las ambulancias cegaban a cualquiera, las sirenas a tope, y miles de personas observando la escena. 

En la sala de espera habían miles de personas, miles de fans que se habían enterado del intento de suicidio de Rubén y que habían encontrado donde estaba siendo atendido, y miles de amigos que tenían los ojos rojos de tanto llorar y temblaban como hojas de papel, temiendo por la vida de su amigo.

En la sala en donde Rubén se encontraba solo estaba una persona, que tenía los ojos rojos de tanto llorar y casi no tenía uñas de los nervios. El chico llevaba días sin abrir los ojos y su amigo estaba preocupado, los doctores le habían dicho que si se salvaría pero Mangel comenzaba a dudar de esas palabras, el chico apenas y respiraba, sus respiraciones eran lentas y ni siquiera eran continuas, era preocupante, el golpe que se había dado Rubén en la cabeza había sido duro. ¿Como era que su amigo había llegado a ese punto de querer quitarse la vida? El morocho comenzó a recordar la escena donde vio a su amigo que estaba por saltar de un puente


El frio de la noche se colaba por su remera, Mangel estaba desesperado por llegar a la casa de su amigo, luego de aquella llamada que habían tenido estaba más que preocupado, Rubén casi nunca lloraba y en el teléfono se le había hasta quebrado la voz. Hizo un atajo para llegar más rápido, caminó por uno de los tantos callejones de esas calles pasando por un solitario puente, alzó su vista y divisó una persona parándose en la barandilla, corrió rápidamente a donde se encontraba la persona y la empujó haciendo que no saltara, miró al chico y se le llenaron los ojos de lagrimas al ver que esa persona era su mejor amigo. Los gritos se hicieron notorios en su garganta pero Rubén no los escuchaba porque se había desmayado. 


Mangel negó con la cabeza quitándose de la cabeza esos recuerdos y escuchó como alguien comenzaba a toser, Rubén tenía los ojos entrecerrados.

-Despertaste-susurró el morocho acariciando la mano de Rubén, el cual lo miraba fijamente

-¿Fuiste tu el que me salvaste?

-Si-asintió con la cabeza sintiendo sus mejillas rojas-Joder Rubiuh...¿Que estabas pensando cuando te ibas a tirar?

-En ti. 

Las palabras descolocaron al muchacho de oscuro cabello, el otro parecía a punto de llorar pero se contenía bastante bien

-¿E-en mi?

-Si, en ti y lo feliz que seras con Beatriz el día de tu boda, yo no quería estar ahí con mis problemas jodiéndote la vida, con mi vida hecha pedazos, no quiero ser un estrobo Mangel.

-Yo trataré de repararte-sentenció el morocho mirando a su amigo a los ojos.


Fix you //RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora