LA RENACIDA ▸ ALLISON ARGENT

02.

Bueno a decir verdad veía como Lydia estaba más alegre desde que había vuelto y eso tenía un efecto positivo en mí. Entonces me preguntó:

-¿Quieres comer hoy en nuestra casa?

Al principio no me pareció buena idea ya que no quería que fuera noticia en todas partes, pero poco después pude comprender que Lydia se sentía preocupada por algún motivo que era mayor que la simple discusión con su hija que había tenido lugar en el instituto; por esa razón decidí aceptar, para que pudiera ayudarla de alguna manera u otra.

Entonces pude ver su maravillosa casa con jardín y con cochera, la típica casa de ensueño que sale en las películas americanas. Lydia estaba tan entusiasmada por que llegase a su casa que incluso casi se traga una pared de la cochera que aunque parecía grande, tenía lo suyo.

Al salir del coche, Aurora se fue directamente a su habitación y mientras Lydia me enseñó la casa. Justo al entrar pude oler a un maravilloso olor a vainilla y entonces oí una voz que provenía de la cocina y que inmediatamente reconocí:

-Cariño, ¿Estás en casa?- dijo Stiles

-Si - dijo Lydia riéndose- adivina a quién me he encontrado hoy.

-¿Conozco a esa persona?-dijo Stiles con un tono gracioso.

-Yo diría que demasiado- dijo Lydia.

Entonces me llevo de la mano hasta él y su expresión pasó de estar contento a quedarse de piedra cuando me vio. Y después de quedarse petrificado:

-¿Allison? ¿De verdad eres tú?

Asentí mientras Stiles seguía sin poder creerselo. Lydia preparó la salsa para los macarrones que había cocido Stiles y este me pidió que me acomodara en el sofá y me preguntó si quería algo para beber y negé la oferta ofrecida ya que todavía me quedaba algo de sangre en la botella que me llevé por la mañana.

-¿Entonces, eres..?

-Vampira

-¿Y entonces... Estás muerta?

-Metafóricamente hablando sí, morí aquella noche, nos mantiene de alguna manera vivos la sangre de nuestra especie.

-Y una última pregunta ¿Por qué te fuiste?

En aquel momento Lydia ya había hecho la salsa y nos invitó a comer. Intenté fingir que no había escuchado la pregunta que me había propuesto Stiles, pero Lydia me la volvió a preguntar.

-Allison ¿Por qué nos dejaste?- dijo Lydia mirándome fijamente a los ojos.

Supe en ese momento que debía decirles la verdad y así lo hize:

-Todo comenzó cuando mi antepasado Sebastian-Valet junto a su mejor amigo, se alistaron en el ejército. Al parecer algunos cuerpos de soldados caídos en la guerra desaparecían misteriosamente. Descubrieron que los mataba una bruja híbrida llamada Eileen. Esta pertenecía a un aquelarre llamado géminis, pero algunos nacían siendo aberraciones ya que podían absorber el poder de otros seres, estos brujos se denominan herejes. Eileen nació siendo una hereje y decidió vivir eternamente transformándose en una vampira y lo cual hizo que fuera una híbrida entre bruja y vampira. Para saciar su sed de sangre, mataba a las personas más desafortunadas, los soldados que tenían que ir a luchar.

Sebastian quería convertirse en un ser poderoso ya que no quería morir como un vulgar combatiente, y le pidió que lo convirtiera en algo a lo que todo el mundo le temiera.

Eileen aceptó la oferta, pero quería algo a cambio. Sebastian le ofreció a su hermana ya que mucha gente decía que era mejor que él. A cambio Eileen lo transformó en un licántropo sin haber sido mordido y esto hizo que fuera superior a uno normal.

Eileen tras haber hecho su parte, buscó lo que le había prometido Sebastian.

Cuando Eileen encontró a Marie-Jeanne pensó en directamente matarla, pero al ver que estaba embarazada se le ocurrió hacer otra cosa. La hechizó con una maldición de sangre. Eileen hizo que la sangre de Marie-Jeanne pudiera romper la maldición de la luna, que su sangre pudiera transformar a licántropos en humanos.

Eileen hizo esto para obtener más poder a la larga, ya que esta maldición afectaría a algunas descendientes de Marie-Jeanne y al ser Eileen inmortal, vendría a cogerlo ella misma, la ventaja era que aunque les quitase el poder, seguirían saliendo más adelante algunas con este poder. El único inconveniente es que solo podían romper la maldición de la luna descendientes humanas.

Poco después Marie-Jeanne tuvo un hijo con Henri Argent y dos años después mató a la bestia. Pero lo que no sabía es que le mordió a Marie-Jeanne transformándola en licantropa y al decírselo a Henri Argent, este la asesinó y creo el lema de su familia 'Cazamos a quienes nos cazan'.

Eileen no se dio cuenta pero todas las descedientes que tuvieran el poder de Marie-Jeanne se parecerían a esta ya que la naturaleza buscó un equilibrio creando réplicas de esta, humanas.

Una de ellas fui yo. Yo tenía ese poder de transformar licántropos en humanos, pero no sabía nada acerca de él. En unas vacaciones, me fui a Francia con mi padre y una noche salí a una fiesta, cuando volvía a mi casa unos licántropos me atacaron y como no tenía mis armas, creí que iba a morir. Pero una vampira los auyentó y se convirtió en mi nueva amiga. Se llamaba Cynthia y desde que me vio, supo que era una de las réplicas de Marie-Jeanne ya que la conoció en el pasado y fue ella quién me dijo la historia.

Cuando nosotros estabamos investigando acerca del nogitsune, un licántropo me atacó con un cuchillo haciendo que sangrara y este la bebiera y se transformara de nuevo en humano. Entonces le dije a Cynthia lo que había pasado y me dijo que la única solución era transformarme en algo que no fuera humano. Ella misma me ofreció su sangre en un bote, pero quería esperar el momento adecuado, así que lo guardé. Entonces tuve un presentimiento el día que fuimos a luchar con los onis y me llevé el bote. Cuando supe que el Nogitsune había roto la última cola y tenía todo un ejercito, supe que estaba preparada. Me tomé el bote de sangre y cuando lanzé la flecha al oni, me sorprendí de mi misma, pero cuando me clavo la katana supe que moriría.

Los humanos se transforman en vampiros bebiendo su sangre y luego tienes que morir de alguna forma. Luego te despiertas y estas en la segunda fase que se llama transición, y luego puedes elegir si beber sangre humana y convertirte o no beber sangre y morirte dentro de pocas horas.
Me desperté en la camilla del forense y llamé a Cynthia antes de que volviera el forense y me viera viva. Cuando vino Cynthia me dio una bolsa de sangre humana que había cogido del hospital y al beberla me convertí en vampiro.

Después supe que vendrían más licántropos a buscar la cura y al verme transformada se vengarían por haberme convertido y puede que mataran a mis seres queridos. Así que manipulé a los de la funeraria y les hize creer que yo estaba en el ataúd.

No os dije que era vampira, porque aunque os hubiera manipulado, los licantropos podrían haberos sacado la verdad clavandoos las garras en la garganta y descubriendo la verdad. Así que la mejor decisión fue morir.

Entonces Lydia y Stiles se miraron el uno a otro incrédulos y un poco nerviosos y Lydia me preguntó:

-¿Fuiste tú la que decidiste volver a Beacon Hills?

-La verdad es que no del todo, pero Cynthia me insistió en que viniese de nuevo.

-¿Entonces sabrás el por qué te insistía tanto no?

-Pues la verdad ahora que lo dices, no.

Lydia y Stiles se miraron y Sutiles en un intento desesperado por cerrar la conversación, le dio más volumen a la televisión. Pero yo sabía que había algo que me ocultaban.

-Decidme el por qué ahora mismo- dije en un tono enfadado y a la vez preocupado.

No dijeron nada, pero veía que me escondían algo, así que volví a insistir:

-Os he contado el por qué me fui y quiero que vosotros me digáis lo que sabéis

-Es un tema muy delicado- dijo Stiles

-¡He dicho que me lo digáis!- insistí con un tono más alto.

-Verás- comenzó Lydia buscando una manera de decirme aquello tan importante que me ocultaban- La mujer de Scott es... Marie-Jeanne