Capitulo 4: No somos hermanos

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Ni siquiera sabía porque estaba nerviosa pero no dejaba de mirar hacia donde mi padre y mi mal llamado hermano estaban reunidos. De pronto los vi salir y traían una cara que no decía absolutamente nada, le vi que hizo señas y luego Jin Hyuk salió de la casa. Mi padre se acercó a nosotros

-¿Qué paso querido? –pregunto mamá

-Se quedara unos días, vino por trabajo –contesto mi padre

-¡Se va a quedar aquí! –grite de pronto eso si no me esperaba, ósea lo vería en las mañanas a la hora del almuerzo y la cena, eso no era bueno al menos no para lo que sentía al verlo y ahora al tenerlo cerca.

-Hija es tu hermano no lo olvides –mi mamá me regaño por semejante negativa que tuve inconscientemente

-No es eso... es solo que. No le agradamos entonces ¿Para qué va a quedarse? –sí, seguía de necia pero pues mis razones tenia. Su motivos para quedarse creo que incluyen "odio" y "antipatía" por nosotros, no sé qué busca 'pero espero que por su bien y el mío se vaya pronto. Son las doce y todos los invitados se han ido ya. Si Wan es el último en irse, mi padre ha salido a una emergencia en el hospital, me quede un buen rato en la ducha pensando. Apenas lleva unas horas y tiene mi cabeza llena de ideas. Jamás creí que lo vería frente a frente, me sigue pareciendo hermoso pero es un antipático y creído. Termino de ducharme y cepillo mi cabello húmedo, mamá tiene problemas para que Abel duerma como siempre, la veo salir del cuarto del pequeño monstruo con unas sábanas y toallas en las manos.

-Menos mal que ya saliste, no he podido llevarle esto a tu hermano allá abajo en el sótano –me dijo

-Mamá deja de decir que es mi hermano porque no lo es –y vaya sino lo era, y mucho menos ahora que lo había visto en persona de nuevo. Definitivamente lo que pensaba o sentía por él no era cosa que los hermanos deban sentir entre sí.

-Es hijo de tu padre, eso es suficiente para que lo veas como tu hermano –me contradijo ella- Ahora baja y entrégale esto para que tenga con que arroparse

-¿Y por qué yo? –proteste. Quería estar lo más alejada de lo que sea de él o de los malos pensamientos que despertaba en mí.

-Porque no hay nadie más, tu papá no está ahora y Abel está inquieto –se oyó como la llamaba a gritos de nuevo podía ser muy desesperante cuando quería.

-Dale un tatequieto y se queda tranquilo –mi mamá me miro

-Odio la violencia, anda llevo eso y subes a dormir –me dijo dejando las cobijas en mis manos y entrando a la habitación de mi hermanito. Fui quejándome todo el camino entre dientes, abrí la puerta del desván y baje con cuidado las escaleras de madera, cuando llegue al final lo al fondo del cuarto. Estaba sin camisa de espaldas a mí mientras hacía ejercicio.

Quien en su sano juicio haría ejercicios a esta hora, solo un loco. Pero en fin había usado una de las barras que había ahí abajo. Los músculos de su espalda estaban muy marcados y eran más notorios cada que subía y bajaba usando sus fuertes brazos. Me quede estática ahí contemplando su anatomía. 

Continuara...

SI TU ME MIRAS (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora