Rebeca tiene un serio problema con el hijo mayor de su padrastro y es que esta perdidamente enamorada en secreto aunque él la odie, lo que ella no sabe es que tanto odio de su parte se puede transformarse en amor.
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Jin Hyuk siempre odio a la nueva...
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Realmente era un hombre apuesto en toda la extensión de la palabra, se dejó caer al suelo de pie mientras movía sus brazos como dándose masajes por el esfuerzo echo, al girar se topó con mi mirada centrada en él.
-¿Qué haces aquí? –pregunto tan golpeado en su voz que me saco del letargo de sopetón
-Te traía esto –luego corregí al ver su mirada- Mi mamá te los envía –no me los recibió así que los deje sobre la cama y me di media vuelta para salir.
-La próxima vez avisa que vas a entrar, bien podría haber estado desnudo
-No creo que haya próxima vez –replique, si él era grosero yo también podía serlo- Como ya te dije solo traje esto porque mi mamá lo envía para que tu trasero no se congele de noche –sus ojos se abrieron a causa de la sorpresa por mi sagaz respuesta
-Vaya... vaya... ha sido fiera y grosera la niña
-¡No soy una niña! –proteste, él miro mi cuerpo con el mayor descaro y hasta ahora me fijaba que andaba en ropa de dormir, una bata algo transparente
-Si ya veo que no eres una niña –dijo en tono bajo y su voz sonó tan...tan...tan...sensual. Me di la vuelta de nuevo para salir y que no viera mis mejillas arder de la pena, mientras subía la escalera le dije
-El desayuno esta siempre a las siete de la mañana, si no estás a esa hora te quedas sin desayuno
-¿Estarás tu ahí? –me pregunto a lo que me detuve y lo mire desde la parte alta de la escalera
-Si –dije y no se bien pero creo que en mi cara se dibujó una sonrisa
-Entonces no iré. Lo que menos quiero es verte –me dijo y tuve todas las ganas de bajar y pegarle ahí donde más le puede doler. Pero solo termine por irme, los ojos me escocían y ni sabía bien porque me herían sus palabras.
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Cuando Rebeca salió Jin Hyuk se pasó ambas manos por el rostro, suspiro hondo antes de regresar a la cama donde ella había dejado las sabanas, las tomo y olio su aroma cerrando los ojos.
-Quizás no fue buena idea venir, así va hacer más difícil sacármela de la cabeza –luego sonrió para sí mismo- Tiene carácter, había olvidado eso –se sentó en el filo de la cama y saco de su billetera una foto, algo arrugada pero visible aun- Si tan solo no fueras quien eres todo sería más fácil –volvió a guardar la foto sin antes darle un beso. Había viajado muchos kilómetros para deshacerse de ese sentimiento pero tal parece que no sería tan fácil.
