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"Vivir es como la música; dulce y frío, romántico y doloroso, alegre y triste, aterrador e inolvidable". - C.M.
Faltaban cinco minutos para que la campana por fin sonara, Clervie no dejaba de mirar el enorme reloj en medio del salón. Anhelaba poder terminar con aquel lunes, incluso si eso significaba pasar el resto de la tarde haciendo tarea.
La profesora Smith no dejaba de hablar sobre lo poco románticos que eran los chicos actuales, y sobre lo diferente que era en su época. Por su parte, Vie siempre había sido de la idea que el romanticismo era solo una faceta temporal que con el pasar de los años, quedaba olvidada.- Señor Styles, ¿Usted se ha enamorado alguna vez? - la castaña puso toda su atención en aquella pregunta.
Harry se removió incomodo en su lugar.
- No - su respuesta sorprendió a Vie - Aun no ha llegado la persona que ponga mi mundo de cabeza
Un coro de suspiros inundo el salón de clases, no era un secreto que Harry tenía el corazón de muchas de las chicas presentes. Clervie, era una de ellas.
La profesora lo miro con adoración, como si en cualquier momento el cuerpo del castaño fuera a desaparecer, trayendo consigo uno de los tantos adolescentes rebeldes e irrespetuosos que abundaban en aquella escuela.- Esperemos que llegue pronto, será muy afortunada - otro suspiro se adueño del lugar
Sin embargo, tras aquel comentario el cuerpo de Vie se tensó por completo. No le agradaba la idea de pensar a Harry enamorándose de alguien, que seguramente no valdría la pena.
Porque sinceramente, nadie en aquella escuela valía lo suficiente para el chico de hermosos ojos escarlatas. O al menos, eso era lo que le gustaba pensar a Clervie.
Para suerte de todos los presentes el timbre que anunciaba el final del periodo retumbo por el salón, entre un tumulto de voces y cosas chocando entre si la castaña recordó que su hermano vendría por ella. "Gran manera de terminar aquel día".
Termino de guardar el ultimo lapicero en su mochila decidida a salir de ahí, pero el imponente cuerpo de Harry Styles se había interpuesto en su camino.- ¿Nos vamos? - cuestionó el oji verde con una tierna sonrisa
Vie se reprendió internamente, había olvidado por completo que tenían que trabajar en su historia, y ella estaba castigada por culpa de Louis.
- Mis padres me han castigado - lo miro apenada - Ya sabes, todo el día en casa
- Vaya, lo siento - rasco nerviosamente su cuello - ¿Hasta cuando estarás libre?
- Dos semanas - murmuro - Pero, puedo explicarles sobre el trabajo
Solo esperaba que sus padres la escucharan hasta el final, por lo regular solían decir un "No" rotundo apenas escuchaban la palabra; permiso.
- Espero todo salga bien - el oji verde la miro indeciso - Adiós Vie.
- Adiós -
Clervie observo su espalda desaparecer, se sentía como una boba por no haber recordado a tiempo su trabajo. Quizás habría podido convencer a su papá cuando la llevo al colegio aquella mañana, o incluso habría sobornado a Kan para que no fuera por ella.
Camino con frustración a la salida, la mayoría de los adolescentes platicaban en pequeños grupos en el estacionamiento haciendo más difícil el poder encontrar a su hermano.- ¡Ey, alíen! - Kimberly gritaba tras de ella, con una deslumbrante sonrisa de burla
Vie hizo su mejor intento por ignorarla, no necesitaba de aquella cabeza hueca en ese momento.
- ¡Ahora también es sorda! - unas risas acompañaron su comentario - ¡Toda una calamidad!
Los puños de la castaña se apretaron de manera descomunal, era bastante difícil retener las ganas de estrellar su puño en la perfecta cara de su mayor enemiga.
Siguió buscando con la mirada la camioneta negra, sin embargo, Kan parecía decidido a no aparecer cuando mas le necesitaba.- ¡Ey Clervie, ¿Vas a un velorio?! - la voz de Kimberly cada vez era más cercana.
Vie podría apostar en aquel momento que su rostro era tan rojo como el de un tomate, y no precisamente de alegría.
Contó hasta diez mentalmente, si su hermano no aparecía de inmediato cometería un homicidio.- ¿Esperas a tu novio imaginario? - Barbie Kim, había llegado a su lado.
- Si, viene con el tuyo - respondió sin mirarla
La esbelta chica soltó un gruñido.
- Siempre tan simpática - Vie observo sus zapatos, eran tan rosados que le causaban náuseas - ¿Que opinas del artículo de Hazed Sylset?
Clervie sintió a su cuerpo tensarse por completo, Kimberly también era una de las redactoras del periódico escolar.
Se puso en alarma, aquella chica plástica no tenía conversaciones con ella por razones amistosas. Siempre había algo de por medio, la mayoría de la veces, algo malo.- No lo he leído - mintió lo mejor que pudo.
- Seguro... - la observo cruzar su pierna, llevaba una falda que apenas le cubría un cuarto - He hablado con todas las chicas, y ninguna dice haberlo escrito
- Si piensas que yo he sido, te felicito - los ojos de Kimberly se iluminaron con satisfacción - Has llegado a tu nivel máximo de tontería, porque jamás podría escribir algo tan ridículo. No soy tu.
Y sin esperar respuesta se alejó en búsqueda de su ahora, impuntual hermano.
El estacionamiento comenzaba a quedar vacío, y Vie se sintió patética caminando al rededor de el. Tomaría el autobús sin importarle los reclamos que seguramente, recibiría de su madre. En ese instante lo único que deseaba era tirarse sobre su cama mientras escuchaba un poco de Twenty one pilots, había tenido suficiente de todos por ese día.- ¡Tory, Tory! - Louis apareció corriendo tras de ella.
- ¿Que pasa? - la castaña ya no tenía animo de mantener otra charla
- ¿Aún no llega Kan? - cuestionó, tratando de moderar su respiración
- No - su humor empeoraba a cada segundo
- Wow, veo que no estas feliz - el oji azul sonrío - Que raro...
Vie rodó los ojos, era suficiente.
- Te veo mañana - se despidió
- ¡Puedo llevarte a casa! - gritó mientras la seguía
- No gracias, no necesito otras dos semanas encerrada en mi habitación - suspiro - Aunque, tampoco necesito el horrible bus
Se paro en medio del estacionamiento, rogando porque un milagro pasara, o al menos Kan se dignara a aparecer. Pero nada paso, todo seguía tan frustrante como los segundos anteriores.
Soltó un suspiro de resignación, prefería extender su castigo a tener que sentarse a lado de algún oloroso extraño, durante media hora.- Louis - llamo al castaño
Su amigo levantó su mirada, a la espera de que continuará hablando.
- Llévame a casa. -
***
Hola :)
No se si les esté gustando la historia, así que me gustaría saber que opinan en los comentarios para ver si es conveniente seguir con ella.
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Diez razones para enamorarse de Harry Styles
Fanfiction"Clervie la chica fría y solitaria del colegio ha escrito un artículo para el periódico escolar, y todo el mundo se ha vuelto loco. Vie ha descrito al chico de sus sueños, que ahora, es el chico de los sueños de todas las chicas del instituto. No h...