La caída

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Isaac no a hablado mucho desde que los que le cuestionaban le agredieron sin causa.

Sin embargo lo seguía viendo como una esperanza. Digamos que no tuvo muchos amigos, solo lo visitaba yo y los que le traían su comida. No era de amigos, de hecho no tenia. Así que lo visitaba todos los días, le preguntaba mas y mas sobre esas criaturas, y mientras mas me respondía, tomaba notas en mi diario sobre estas, trate incluso de dibujar su apariencia, no sabia si realmente así eran pero algo es algo. Durante 5 días Isaac estuvo delirando y acostado en su cama, el jefe de nuestra base pensó hasta en trasladarlo en un hospital ya que en la base no hacia falta alguien desesperadamente loco. No me importaba mucho lo que decidieran, pero una sola cosa necesitaba saber, ¿Isaac pudo ver alguna vez la criatura? Siempre hablábamos de ella pero nunca le pregunte si la había visto. Ya era tarde cuando fui a buscarlo, lo habían trasladado a los 7 días luego de su perdida de cabeza... Pero yo iba a averiguar por mi misma que se siente ver a "los cazadores alfas" cara a cara.

Era día de ruta por fin. Con todo mi conocimiento y los últimos entrenamientos me siento preparada para enfrentar a las bestias. Estoy algo segura que son algo mas que leones con rabia u osos inyectados. Sigo a los demás como un día común éramos alrededor de 20 personas en mi lado y otras 25 en el otro grupo (A). Íbamos en fila,todos armados con antibalas ect. y derepente nos detuvimos

-¿Ven eso? -dice una de los que estaban alfrente dirigiéndonos

-Si! -dice el otro lider

Todos apuntaban hacia la vista de los lideres mirándose asustados.

En dos segundos escuchábamos gritos del grupo A.

-¡Son los cazadores corran!

Me detengo en ese instante mirando a todos correr y veo una criatura enorme con garras casi igual como la había dibujado, sus ojos eran apenas veibles y tenían tubos en su trozo, como si se hubieran compuesto, veo que su mirada se dirije a mi y camina despacio a donde estoy, siento como me jalan por el brazo

-¡Corre! -era nuestro líder. Empieza a disparar sin detenerse y el cazador lo derriba y los destroza

-¡Corran, corran y no se detengan! -decía Damian.

Empecé a correr sin detenerme sin mirar mas atrás, no iba permitir que me alcanzarán. Todos corrimos hasta llegar a la base con la esperanza de que allí íbamos a estar seguros.

Al seguir todos a la base vimos como estaba incendiada y toda destruida, no sabíamos que hacer, todo parecía perdido...

La Historia De GraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora