Dignidad.

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Cinco minutos.

Si no aparecen en cinco minutos, podré tener el campo de entrenamiento para mi.

Estaba decidida. Mi padre, un guerrero asgardiano, es quien me encargó el mantenimiento del campo de entrenamiento de aquí... antes de que falleciera. Desde entonces de eso me he encargado. Su mantenimiento es mi trabajo y mi prioridad... prioridad legada. Pero está mi prioridad personal. Y es la razón de porque espero los cinco minutos.

Cuando ya se hace de noche, o nadie pide el campo aprovecho para entrenar yo. Pero gran parte del tiempo alguien demasiado arrogante y bruto, junto con sus brutos barbajanes que tiene como sequito, viene justo cuando estoy a punto de cerrar y usar el campo.

Cuatro minutos.

Ya casi. Ya casi. Por favor no lleguen.

Ya tenía puesta mi armadura, aunque tenía un vestido para ponerme rápidamente que cubría la armadura. Hasta tenía ya el hacha en la mano, lista para ir al campo.

Tres.

Dos.

Se escuchan voces y risas burlonas. ¡¡NO!!

- ¡NO! - grito dando una patada al piso, me llevo las manos aún con el hacha a la cabeza en frustración - ¡HIJO DE...! - digo y sacudo el hacha por los aires cortando a la nada.

! - digo y sacudo el hacha por los aires cortando a la nada

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Lanzo el hacha lejos y me coloco el vestido con velocidad. Acomodo mi cabello para que se muestre mas delicado y planto una falsa y forzada sonrisa en mi rostro. En cuanto veo a los cuatro brutos junto a Sif y el príncipe Loki asomándose por el ventanal que nos divide, me cuesta mas mantener la sonrisa.

Bueno, no podré entrenar, pero siendo ellos los que están en el campo... podré leer sin preocuparme de que algo pase... no me refiero a que son fuertes y cuidarán el lugar, me refiero a que vinieron Sif y Loki, que son mas... inteligentes y menos brutos que los otros cuatro, y evitarán que los otros cuatro destruyan el lugar. Me pongo en medio del ventanal para recibirlos. Thor al frente, Volstagg, Fandral, y Hogun detrás de él y Sif, esta está entre los guerreros y el príncipe Thor, y como siempre desde que vienen aquí, el príncipe Loki atrás.

Thor se acerca el ventanal y hago una reverencia a poca gana, él me observa con una sonrisa amplia, lo que me hace usar toda mi fuerza de voluntad no fruncir el ceño.

- Lamentamos llegar tarde, Lady... - al ver que no completo con mi nombre u apellido, y mi rostro se encuentra neutro con una ligera sonrisa que obviamente es por educación, se aclara la garganta levemente. Apostaría este campo de entrenamiento a que está sorprendido que por primera vez, una chica no sonrió como idiota ante él - ¿Aún se puede entrar al campo? - pregunta con cautela, y permanezco unos segundos en silencio. Sif da un paso al frente, y me mira por unos segundos.

- Por favor, ____ - si, con ella si me llevo bien. Es agradable y fuerte, sin contar que del grupo de sus guerreros (no Loki) es la mas inteligente. Frunzo los labios, pero termino asintiendo, a lo que ella sonríe.

- Bien - alzo la mano al sector del campo y saco la barrera -. Ya pueden pasar... - digo para que inmediatamente los hombres se dirijan al campo - y Sif - ella se vuelve sobre sus pasos -. Cuida que no destruyan nada, por favor - ella asiente y yo giro sobre mis talones, adentrándome en la casa nuevamente. Me acerco a los estantes donde están los libros y tomo uno para después ir hasta una pared translucida que da al campo de entrenamiento, mejor estar atenta. Me siento en uno de los bancos con piernas cruzadas y comienzo mi lectura.

Luego de unos minutos de absorta lectura, en la cual si algo sucedía no me hubiera enterado con facilidad. O al menos eso creía cuando sentí unos golpecitos en la pared. Levanté la vista sin levantar la cabeza. En el medio de la pared, con una sonrisa ligera que apenas mostraba sus blanquecinos y perfectos dientes, se encontraba el príncipe menor, observándome atentamente. Dios, ¿no podía ser mas perfecto? Aún con mis pensamientos logro verme neutra, gracias a Odin.

- ¿Si? ¿Se le ofrece algo? - pregunto sin levantar la cabeza y volviendo mi vista al libro.

- Me preguntaba si podría acompañarla en la lectura - arqueo una ceja en interrogación e incredulidad mientras sigo leyendo -. Porque los amigos de Thor son algo irritantes y... ¿está escuchando, Lady? - pregunta ya que seguía leyendo, yo solté una risita.

- Por supuesto que estoy escuchando... - digo y extiendo una mano para que la puerta que se encuentra en la pared se abra, aún sin despegar la vista del libro. Escucho sus pasos firmes y elegantes dirigiéndose hasta donde se encontraba la estantería. Desactivo la transparencia de la pared, a lo que él sonríe ampliamente en mi dirección antes de volver a dejar el libro en los estantes.

- ¿Así que te gusta leer y sabes luchar? - pregunta y yo me tenso por unos segundos.

- No se de que habla, mi príncipe - digo con tranquilidad, él soltó una risa sarcástica que me hizo fruncir el ceño.

- Ignoraré que al sentarte se muestra un poco la armadura que se muestra bajo el vestido, solo si vuelves a decirme 'mi príncipe' - levanto la vista del libro cuando siento un movimiento frente a mi, para encontrarme a Loki agachado frente a mi. Mi pulso se aceleró sin que él lo note, a menos que pusiera directamente una mano sobre mi corazón. Y dudo que haga eso... y si lo llegara a hacer tendría que golpearlo por su atrevimiento, aunque fuera mi príncipe y el tacto no me molestara.

- Sigo sin entender, su alteza - reitero, algo incómoda por la cercanía del príncipe.

- Oh, vamos. No puedes engañar al Dios del Engaño... - arqueo una ceja - O al menos no cuando te estuve observando desde hace tiempo, ____ - dice con una sonrisa llena de picardía y algo de malicia. Abro los ojos apartando la vista del libro inmediatamente. ¡¿Qué.demonios.fue.eso?!

- ¿Disculpe?

- Bien, te disculpo - dice con una sonrisa, frunzo el ceño -. Y es difícil conseguir que me disculpe, soy...

- Woa... - lo freno - Tranquilo, tu ego se esta inflando tanto que me esta aplastando - comento con sarcasmo.

- Puedo arreglar eso aplastándote de otro modo...

- ¿Qué dem...? - sin dejarme terminar de maldecir, se coloca sobre mi, aprisionandome y uniendo sus labios con los míos. Sus manos que quedaron a los costados de mi cabeza apoyadas en la pared pasaron una a mi rostro y otra a mi cintura. Se colocó a horcadas sobre mi.

Yo intentaba apartarlo... si, intentaba hacerlo. Aunque esto fuera algo que desee por un tiempo, no iba a dejar mi dignidad. ¿Quién se cree para venir de la nada, sin que yo lo conozca ni el a mi, y besarme?

Ehhh... ¿príncipe de Asgard?

Príncipe y un cuarto, conciencia idiota. ¡Deberías estar de mi lado, y no querer que pierda mi dignidad por...!

¿Por Loki? Si, si quiero.

Conciencia maldita, ¡haz bien tu trabajo!

- Eres difícil... - murmura al separarse. Sonrío y en un movimiento lo quito de arriba mio, lo giro y tiro al piso.

- No tienes idea. Me gusta mi dignidad como estaba.

Loki Laufeyson | One Shots |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora