Loki Laufeyson | One Shots |

Shakespeare in the park #2

Dedicación a LauraGarduza por su cumpleaños :D se que prefieres a Strange o Pietro pero... no me llegaban ideas con ellos _:D

*

Volvemos del parque a mi casa, llevando a los perros, que afortunadamente no volvieron a saltarle encima.

Por suerte, o desgracia, mi casa no quedaba muy lejos. Aunque aún así no podemos evitar que varias personas volteen a vernos con extrañeza, confusión y algo de molestia, entre otras cosas.

- Realmente no tienes porque pasar por esto para limpiar el traje - dice, evidentemente refiriéndose a las miradas de más.

- No te preocupes, si me molestan demasiado solo finjo que mis dos perros son altamente agresivos - digo -. Aunque sean todo un encanto.

- ¿Ah si? ¿Y funciona?

- No, pero así se pondrían a hablar mal de mis perros y ya no de ti - guiño un ojo mientras caminamos.

El resto del camino fue en silencio. No incómodo, pero si ninguno tenía nada más que decir. Abro las rejas de mi casa y le quito las correas a los perros dejándolos pasar primero.

- Vaya... tienes un jardín bastante amplio - dice, esperando a que yo pase para pasar detrás de mi.

- Aja, lo mejor para mis bebés - río caminando a la entrada, despuésde haber cerrado la reja de nuevo.

- ¿Y no tienes... bebés de verdad? Ya sabes... ¿humanos?

- No, no tengo - niego y abro la cerradura y la puerta pasando.

- ¿Un posible procreador de esos bebés? - pregunta pasando detrás de mi y cierra la puerta despacio.

- Mhm... no, la verdad es que no - niego, con una sonrisa de lado para caminar a la habitación de huéspedes -. Tengo un par de camisas y pantalón de mi padre que quizás... - digo mirándolo de reojo pero una especie de brillo verde lo cubre y queda vestido con otro traje, pero este incluye una bufanda y camisa blanca.

Y la ropa que tenía antes aparece flotando frente a mi. Parpadeo varias veces.

- Bueno... creo que si puedes hacer eso, puedes lavarlo con magia - digo alzando ambas cejas, a lo que él solo sonríe divertido.

- Me pareció poco cortés no aceptar tu ofrecimiento - se encoge de hombros y camina, con sus manos unidas tras su espalda, mientras curiosea mis cosas. Alzo una ceja bastante incrédula, pero termino sonriendo y tomo la ropa flotando frente a mi para ir a ponerla a lavar.

Cuando regreso de nuevo a la sala lo encuentro frente a mi biblioteca, con un libro abierto mientras lo ojea. Sonrío burlona.

- ¿Y tomar sin pedir permiso es cortés? - pregunto divertida y me acerco a él, que sube la vista de inmediato y sonríe ladino.

- Disculpa... me distraje - niega cerrando el libro y lo coloca de nuevo en el estante.

- No te preocupes, puedes tomarlo - digo relajada -. Pero preferiría conversar, y luego te doy los libros que dije que te daría.

Él me mira pero asiente, y camina a sentarse lentamente a mi lado, poniendo sus codos en sus rodillas y juntando sus manos, jugando con sus dedos.

- ¿Conversar sobre qué? - pregunta, mirándome.

- No sé, pregunta tu algo...

- ¿No temes que te asesine? - pregunta, alzando una ceja en mi dirección.

- No - niego con una sonrisa.

- ¿Porque no?

- Creo yo, que ya lo hubieras hecho antes si hubieras querido - me encojo de hombros.

*

Habían pasado un par de meses así, yo yendo a pasear a mis perros diariamente, y diariamente encontrarlo en la misma banca leyendo.

Inventando después, escusas para pasar el rato junto a él, como que está más tranquilo el lugar para los perros ya que él espanta a las personas molestas.

- ¿Cuántas veces presencié ya el milagro de tu risa no maligna? - pregunto burlona, cuando caminamos hacia mi casa, de nuevo, esta vez siendo de noche, y esa excusa usamos para que me acompañe.

- No lo sé, tú eras la que llevaba la cuenta de eso - niega, sonriendo divertido caminando junto a mi.

- Cierto, pero me perdí en ella después de la tercera vez - comento con drama burlón, para ocultar que es verdad.

- No me sorprendería - guiña un ojo, llegando a frente a la reja de mi casa.

- Que creído - río y abro la reja, dejando pasar primero a los perros quitándoles la correa.

- Bueno, creo que eso es todo - sonríe de lado, sin dejar de verme, y ambos miramos arriba al cielo.

- Bueno... mhm... es de noche, sé que eres un dios, super villano y todo eso... - comienzo y junto las cejas pensando como seguir para convencerlo - pero si intentar atacarte o algo y los golpeas y matas, el Capitán América de seguro te regañará y... eso ha de ser molesto, creo...

Bueno, eso tiene más lógica de la que yo pensaba.

Loki alza ambas cejas, posiblemente muy divertido por mi excusa, pero asiente.

- Bueno, es verdad... Rogers suele regañar a todos por todo y es bastante irritante en ocasiones - se encoge de hombros, mientras que yo sonrío.

- Excelente, bueno... no por lo del Capitán - sonrío y me hago a un lado para que pase detrás de mi y así poder cerrar la reja.

Caminamos a la puerta de la casa y la abro pasando primero y él detrás.

- No vas a dormir en el mueble - digo de inmediato, sonriendo y dirijo mi marcha hacia la cocina. Él ríe por ello y me sigue, lo miro de reojo para reír yo.

- Caminas mejor que yo, diva - río, abriendo el refrigerador para ver que puedo ofrecerle a mi divino invitado.

- Gracias, ¿te ayudo con eso? - pregunta en mi oído, doy un brinco por la sorpresa y suelto una risita nerviosa para asentir.

- Claro, si quieres pero yo puedo sola - aseguro, comenzando a sacar cosas para preparar la comida, y cuando me volteo... siento sus labios contra los míos.

Sonríe besándome, colocando sus frías y grandes manos en mi cintura. Mientras lo único que puedo hacer es seguirle el beso por mis manos ocupadas.

Se separa de a poco, sonriendo.

- ¿Y eso porqué? - pregunto sonrojada.

- Porque quería hacerlo, no tengo excusas para eso esta vez - dice, con naturalidad, y yo dejo todo lo que tenía en las manos sobre la mesada, sin despegarme de él, mientras sus manos siguen en el mismo lugar.

- Bueno, yo tampoco tengo excusa para esto - sonrio para volver a besarlo.

*

Aw. Me gustó :3

Y les dije que tendrían segunda parte, no pueden negar, que no cumplo mi palabra.

- EatComments.