Loki Laufeyson | One Shots |

Si tanto lo quieren... ahí tienen

Dedicación a ElDiabloEnTangas porque si me salió cursi la cosa.

*

Ruedo los ojos, ante el mensaje número cuatrocientos setenta y siete mil, de Tony sugiriendo que el echo de que Loki viva conmigo es más que un ofrecimiento amistoso a una convivencia sin héroes molestos. Como él.

Siento los lentos y seguramente elegantes pasos de Loki entrar a la sala. Seguidos de un siseo, y una leve risa.

- ¿Qué envió esta vez? - pregunta burlón sentándose junto a mi, intentando ver el mensaje en mi teléfono. Voy a ocultarlo, pero es demasiado tarde. Su risa da justo contra mi oído y niega varias veces para levantarse - Vaya... ¿podemos intentar eso? Se lee bastante vigorizante... - comenta divertido. Levanto la vista para verlo sobresaltada, aunque su comentario haya logrado que me sonroje de manera notable, está vestido con lo que yo creo es un traje asgardiano sencillo.

- ¡Loki! Por tu culpa Stark sigue mandando estos mensajes - me quejo, cruzándome de brazos.

- ¿Perdón?

- Si, por ti y tus comentarios como el que acabas de hacer.

Vivir con Loki, era bastante divertido en ocasiones, algo desesperante en otras, y algo aburrido cuando se concentra en algún libro nuevo que haya encontrado. No es que no me guste leer. Pero yo, teniendo a... semejante dios a mi lado, leer no sería precisamente la acción que me gustaría llevar a cabo en primera instancia.

Pero no importaba que tan desesperante pueda llegar a resultar una situación, verlo cada mañana en la cocina ya bebiendo su té, porque evidentemente se despierta antes que yo, era tan... hermoso, que cualquier molestia se esfumaba. Aunque no sea en mi cama que lo vea cada mañana, pero algo es algo.

Los comentarios de Tony, por otro lado, no hacían mas que recordarme cada maldita fantasía que podría estar cumpliendo con el Dios en cuestión. Y hacer que las imagine.

- ¿Cómo quieres que reaccione entonces? Si no puedo ni enojar que me encerraran por si las moscas - comenta rodando los ojos y se sienta junto a mi -. ¿Porque no salimos?

- Porque esta nevando - respondo, encendiendo la televisión dejando el teléfono a un lado.

- ¿Y eso que tiene? He salido muchas veces cuando nieva - se encoge de hombros.

- Si, tu, pero no todos somos gigantes de hielo como para poder salir así como así a la nieve - me levanto tranquila por una cobija, para cubrirme con esta y volver a sentarme.

- Cierto... entonces... - comienza, parece decidido a mantener una conversación - ¿Cual es el sentido de la navidad? - señala el árbol verde con dorado, colores escogidos por él, en el rincón de mi sala. Me giro a verlo, sonriendo un poco sin enteder a que viene su pregunta.