Compañero de celda.

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- ¡Hey! ¡Esperpento! - dice el p*to guardia golpeando el vidrio de la celda. Yo lo ignoro completamente continuando con mi lectura - ¡Hey! ¿No me escuchaste, muñeca? - levanto la vista del libro sin levantar el rostro, dirigiendo la mirada más fría, afilada y espeluznante que puedo lograr.

- Si, si te escuché. Pero crecí ignorando a los idiotas y todavía no se me pasa la costumbre - digo sonriendo de lado y volviendo mi vista al libro por completo. Escucho su gruñido y sonrío sin poder evitarlo. El muy idiota.

- Tendrás compañía. Y espero que aprendas a bajar tu arrogancia.

- ¿Qué? ¿Acaso mi compañero será el príncipe Loki? - pregunto con sorna y el despreciable saco de porquería solo sonríe. Sé que sonríe, lo siento sin la necesidad de verlo.

- Oh, aquí viene tu compañero, preciosa - dice y yo ruedo los ojos para levantar la vista y dirigirle una venenosa mirada que lo hace retroceder, y eso que está del otro lado del vidrio. Pero mi vista se dirige al sujeto que otros dos guardias empujan dentro de la celda. ¿Qué como que adivino? ¿Hay algo en la comida de prisión que te da poderes de adivinación? Suspiro con cansancio. Será un laaaaargo confinamiento.

- Tiene que ser un mal chiste - murmuro para mis adentros mientras cierro el libro con lentitud. Empujan al Dios del Engaño haciendo que caiga al suelo. Frunzo el ceño. Entiendo que sea un criminal algo perturbado, retorcido y algo maniático... pero sigue siendo príncipe de Asgard y merece cierto... ¿respeto? Si. Creo que es esa palabra.

Me levanto de la "cama" que hay y dejo el libro sobre ella para acercarme a la puerta.

- Yo tendré arrogancia, pero la falta de educación y respeto no te la quita ni Odin - digo con una sonrisa ladeada.

- ¿Disculpa, Dahlson? - pregunta indignado el maldito.

- No, no te disculpo. Entiendo que sea un retorcido, perturbado y algo maniático criminal, sin ofender - digo girándome a Loki y luego me vuelvo a girar al guardia -, pero sigue siendo príncipe de Asgard, ¿no? Algo de respeto y trato decente merece.

- ¿Desde cuando una criminal sabe de respeto y educación?

- Más o menos, desde que los guardias de prisión no lo hacen. Alguien tenia que equilibrar las cosas - digo con naturalidad. Los guardias no responden y simplemente se largan. Ruedo los ojos sonriendo victoriosa. La mirada del príncipe se encuentra en mi nuca y yo solo enseño el dedo medio en dirección a donde se fueron los guardias y luego miro a mi compañero, hago un agachamiento de cabeza a modo de reverencia y noto una sonrisa en su rostro.

Bueno, no estaba tan errada con lo de retorcido y perturbado. Y le sumo algo masoquista.

Regreso a la cama y vuelvo a tomar el libro ante su mirada.

- Mi nombre es ____, odio mi apellido - digo antes de que se le ocurra decir alguna palabra seguida de mi apellido.

- Bonita lengua viperina, preciosa - dice y yo miró por arriba del libro con el ceño fruncido.

- ¿No entendiste, cierto? - pregunto. Su mirada confusa inicial cambia a una sonrisa que supongo es 'seductora'. Mientras se acerca a mi.

- No, podrías enseñarme - arqueo una ceja -. O podrías explicarme que es lo que haces aquí y porque actúas de ese modo...

- ¿Nunca te hablaron del derecho de piso? - digo volviendo a fijar mi vista en el libro - Deberías saberlo. Pero... el porque estoy aquí es irrelevante. Y no sé a que te refieres con 'actuar de ese modo', su alteza.

- Con los guardias, actúas demasiado confiada para ser una prisionera... - arqueo una ceja mientras sigo leyendo - Como si quisieras estar aquí...

- I'm not Loki in Midgard - digo como si nada. Él rueda los ojos, pero continúa hablando.

- Más bien, como si pudieras escaparte en cualquier momento. Así que dime, ¿cuál es tu secreto?

- Descúbrelo tú, Dios del Engaño - respondo y siento como se sienta en un costado de la camilla.

- Entonces lo confirmas.

- Yo no dije nada. Simplemente dije que lo descubrieras tú, no especifiqué a que me refería - digo sonriendo y él se recuesta a mi lado y yo lo miro de reojo -. ¿Qué crees que haces?

- Solo hay una cama - dice con voz ronca -. Y una dama no dormirá en el piso, y yo como príncipe tampoco pienso hacerlo.

- Que caballero - susurro con sarcasmo.

- No tienes idea - otra vez la voz ronca. Estira un poco su cabeza para leer lo que leo, siento su fría respiración en mi rostro. Luego de unos minutos así frunce el ceño -. Al demonio - dice y toma el libro para aventarlo a quien-sabe-que-sector de la celda -. ¿Qué poder tienes para poder irte cuando quieras? ¿Y por qué no lo haces?

- No puedo irme cuando quiera, aunque hipotéticamente pueda bajar a los guardias, Heimdall sigue siendo viendo, y antes de que termine de salir de los calabozos o del castillo, tu hermano y su séquito de brutos barbajanes, a excepción de Sif, ya me esperarán y volveré a entrar sin la ventaja que tenía antes... ¿Lo entiendes o te lo explico con dibujitos? - digo lo último con fingida ternura, no doy tiempo a que haga un comentario o gesto que me levanto y busco el libro a donde sea que lo haya tirado - Y vuelves a aventar un libro y juro que me mato aunque seas príncipe.

- Irías a...

- ¿A prisión? No sé si ves bien, Loki, pero ya estoy en ella... y tú también... ¿No quieres un lavado de ojos?

- Aumentarían tu condena.

- Ñe. ¿Por matarte? La mayoría de ellos quiere hacerlo, ¿no lo notaste? Apuesto a que reducirían mi condena en vez de aumentarla - digo divertida tomando el libro. Me siento contra la pared y vuelvo a proseguir con mi lectura. Escucho como se levanta de la cama y camina hasta mi, y se para en frente de mis ojos. Me arrebata el libro nuevamente y ruedo los ojos. Príncipe caprichoso, desgraciada diva que quiere atención.

- Acabo de pensar...

- ¡Milagro divino de Odin! - exclamo alzando los brazos al techo.

- Que como estaremos aquí una larga temporada... juntos - ni que lo digas - Tendríamos que empezar a llevarnos mejor - dice observando el libro con una ligera sonrisa en el rostro, luego deja el libro en una pequeña 'mesa' que se encuentra en la celda y se aproxima a mi para levantarme del brazo ante mi atenta mirada -. Y podríamos empezar desde ahora - susurra con voz ronca.

- ¿Qué demo...? - y me lanza contra la cama, ¡¿WTF?! I'm confused - ¿Pero que cara...? - puff, a la mierda cualquier confusión, ya entendí... well, ya me hizo entender a donde iba con todo esto. Su cuerpo cedió, específicamente sus labios, y se presionaron contra los míos. ¡Oye! Tranquilo amigo. Me conoces hace mas o menos... ¿cuanto unos minutos? ¿y ya estás así? Intenté alejarlo, pero bendito sea el dios que no me dejó hacerlo. Lastimosamente, yo insistí y se terminó alejando, ¡oh por favor! ¡tendremos un eterno confinamiento y no te atreves a evitar que me aleje! ¡puff! ¡hombres! - ¿No te parece algo... apresurado?

- No, si de todas maneras lo acabaremos haciendo, ¿porque perder tiempo? Al fin y al cabo ninguno de los dos saldrá de aquí - y dicho esto se coloca nuevamente sobre mi, esta vez por completo. Y esta vez no me resisto. Es decir, ¿cómo resistirse a lo que uno sabe que quiere desde hace rato?

Loki Laufeyson | One Shots |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora