II

126 68 3
                                    

La casa de campo de los Spencer es conocida por albergar horrores inimaginables. En cada rincón del pueblo, en las haciendas vecinas, se susurra que la señora Spencer Lewis está maldita y su esposo, un desdichado, ha pasado de ser víctima a victimario. El rumor, desde sus inicios, ha cobrado fuerza, ya que los vecinos atestiguaron cómo el bebé deformado que tenían no dejaba de ser un recién nacido, sin importar cuántos años pasaran. La gente, testigo directo de tal aberración, cree que ese infante es un caníbal. Es por eso que el señor José Velásquez, uno de los pocos forenses del pueblo y supuesto padre de la abominación, no deja de enterrar cadáveres en su jardín. A pesar de las múltiples denuncias a las autoridades, estas se han negado a investigar, y el departamento de medicina no ha tomado medidas en su contra, probablemente debido a que es yerno del poderoso y millonario Roben Spencer Lewis.

Se dice también que en esa casa reside la primogénita de la pareja, una niña hermosa que pocos han tenido el privilegio de conocer. Aquellos que han logrado verla comentan que posee una belleza sobrenatural, incluso superando la inmensa belleza de su madre. Se dice que no ha heredado ni las más mínimas características de su padre, lo cual provoca que este la deteste y la desprecie. Sin motivo alguno, la golpea sin piedad. Este espeluznante detalle ha sido presenciado por el joven Daniel López, hijo del dueño de la casa de campo vecina. En más de una ocasión, ha visto cómo el padre golpea a su hija en el jardín y mata a sus conejos frente a ella, en un intento de torturarla. Daniel, con la esperanza de que sus padres ayuden a la niña, les ha relatado todo lo que ha presenciado. Sin embargo, como era de esperar, sus padres prefieren mantenerse al margen, sumidos en el temor y la indiferencia.

Él si quiso lo que tú noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora