El laberinto

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Algo me zarandea.

-Umm...- Es lo más inteligente que se escapa de mis labios.

-Vamos...- No se diferenciar la voz del que me esta molestando.

-5 minutos más mamá- Parece funcionar, porque no me vuelven a molestar. Me acurruco más en mi hamaca, cuando algo húmedo y congelado impacta en mi cara, haciendo que me incorpore de inmediato y abra los ojos de par en par.

-Shh. -Dice Minho poniéndome una mano en la boca para evitar que chille y despierte a los demás. Le fulmino con la mirada y le saco el índice haciendo que sonría.- Venga te tienes que preparar, salimos en media hora.

Veo como me quita la mano de la boca sin estar del todo seguro y esperando a que no chille. Frunzo mis labios en una mueca. Veo como se va desde mi sitio. Me incorporo y sin hacer mucho ruido me desperezo mientras echo un vistazo a mi alrededor. Thomas esta encogido mientras se abraza sus propias pierna y Chuck esta en una posición demasiado rara para ser cómoda. Veo que me han dejado cosas para vestirme y calzado.

Desde que estoy aquí he aprendido que hay baños, pero no individuales y que siempre hay gente por lo que me las tengo que apañar para cambiarme. A estas hora no habrá nadie en el baño por lo que entro en el para cambiarme. Me pongo lo que me han dejado, unos pantalones que me permiten correr, una camiseta de tirantes blanca y una especie de arnés que lleva una botella de agua y un cuchillo. El calzado es lo bastante cómodo como para estar un buen rato con ellos, pero dudo mucho que también lo sean para correr.

Me aproximo a la cocina para coger algo decente para desayunar antes de irme, pero lo único que encuentro es una rebanada de pan a la que le voy pegando mordiscos mientras me acerco a Minho y Alby.

Nos quedamos esperando a que las puertas se abran mientras nos preparamos. Ellos empiezan a estirar mientras yo los miro, preguntándome si yo también debería estirar un poco. Me agacho para tocar las puntas de mis pies cuando el sonido metálico que me asustó el otro día resuena por todo el claro. Me quedo asombrada viendo como las puertas se abren dejando ver un trozo de pasillo. La sensación que tenía de estar encerrada disminuye un poco al ver un cambio del paisaje al que me había acostumbrado.

Algo agarra mi antebrazo y tira bruscamente de mi, haciendo que tropiece con mis propios pies. Miro a la persona que lo ha hecho y me encuentro con la mirada brillante de Minho mientras le veo alejarse un poco detrás de Alby.

-Vamos verducha, no hay tiempo que perder.

Echo una última mirada al claro y me echo a correr detrás de los chicos.

Llevábamos mucho tiempo corriendo, o eso me parecía ami. Los pies me ardían e iba mucho mas atrás que Minho y Alby. Cuando giro la última curva veo como ellos ya se han parado a descansar justo al lado de un acantilado,un alivio increíble me recorre todo el cuerpo. Aumento la velocidad para estar cuanto antes allí y poder descansar antes de que retomen el paso.

Cuando estoy ya al lado de los dos suelto un gran suspiro y saco mi botella de agua. Cuando empiezo a beber una sensación de ahogo sube por mi garganta, lucho por conseguir algo de aire pero no me llega nada a los pulmones. Me alejo todo lo que puedo del borde del acantilado para evitar caerme, porque siento que dentro de poco me voy a desmayar. Llevo una mano a mi garganta y lo vuelvo a intentar pero no consigo nada. La vista se me nubla y me desmayo.

(FLASHBACK)

Golpeo con rabia el cristal que hay delante de mi, haciendo que se formen algunas burbujas a mi alrededor. Solo hay un liquido espeso rodeándome por todas partes. Quiero chillar pero no puedo perder nada de oxigeno. Reviso todo mi entorno buscando una vía de escape, pero no la hay.

The Maze Runner/ La única en el ClaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora