Pero... Soy Mujer

Mentiras.

Mi hermana mayor había leído las cincuenta sombras de Grey, yo sabía más o menos de qué iba el rollo pero no me molestaba en leer lo que yo consideraba "Literatura porno barata" o siquiera en ver la película porque para mí era "Pornografía de quinta aceptada por la sociedad". En fin, recuerdo que eran como las... Dos de la mañana.

La chica esta, María, me dejaba de hablar bastante. Sólo me hablaba cuando quería bajarse la calentura o algo por el estilo, pero yo era tonta, una niñata ingenua enamorada... O algo así porque viendo en retrospectiva creo que más bien idolatraba a esa chica, la tenía en un pedestal inmenso digno de un dios.

Yo aquella madrugada no podía dormir, había empezado a cortarme de nuevo y digamos que María no ayudaba demasiado. No sé cómo empezó la charla, pero por la diferencia de horario en España debían ser como las 8 de la mañana. Total que ella me venía hace tiempo con un rollo de que era diferente, y que no mostraba su verdadera yo, y que no querría yo conocerla cómo era real. Logré convencerla de que me dijera y la chica me dijo que le gustaba el sadomasoquismo. Sip.

Yo me quedé así tipo... Ah bueno, te gusta el sadomaso pero eso no es nada malo, o sea, creí que mínimo eras una desquiciada mental o algo, a lo que ella me respondió que era algo así como una desquiciada mental, pero que era una historia larga y que bla bla bla.

No sé cuantas veces diré que yo era una niña tonta, pero lo era enserio, y quizás lo sigo siendo. Al día siguiente la chica me contó "su historia". Parecía de película mierda, qué cosas.

Según ella a eso de los 14 años (Qué se supone en ese momento en que hablábamos tenía 17) empezó a desarrollar conductas antisociales y a odiar a todos y no sé qué coño, que en fin me dijo que la asignaron un psicólogo (o no recuerdo si psiquiatra) para tratar lo que ella denominaba "trastorno esquizoide de la personalidad". Claro que para mí sus descripciones encajaban más con una sociópata, una especie de degenerada mental cuyos oscuros impulsos eran controlados a base de medicinas y reprimendas. Pero no, según ella sólo tomaba terapia y fingía ser buena persona.

Algo de lo que llegó a convencerme fue que algo malo pasaba en su mente, pero yo ya tenía claro que sólo era una mentirosa compulsiva. Pero le seguía la corriente porque la quería bastante. No me importaba si le daba por mentirme con boberías o si me usaba, para mí sólo era cuestión de comprenderla. Pero de ahí vino un vaivén de emociones descontroladas que esta chica me provocaba pues me trataba pésimo y luego súper bien. Claro que me pasó por la mente que sólo fuera un pervertido tras una pantalla jugando a la típica niña mimada y caprichosa.

Pero aún así, aunque María no existiera, me había enamorado de la persona con quien hablaba aunque ahora estuviese incluso en duda si era hombre o mujer.

Hola :3 bueno me había olvidado de que estaba escribiendo esto, y me disculpo ante mis pocos pero valiosos lectores *-*

Espero no aburrir mucho con esto pero necesito soltarlo en algún lado.