Eres Mi Hijo/a?

La Presentacion De Tonks

Tonks nerviosa subió en el escenario y en el último escalon se tropezo.

Laina corrió a ayudarla, le debía el golpe que le dio en la cara cuando estaba dormida y por eso lo hizo.

-- Gracias --murmuró esta.

-- Solo tranquilizate. --Tonks asintió.

Se paró en frente de todos y se quitó la capucha.

Se escucharon gritos ahogados al ver el color de su cabello y silbidos de parte de los mereodadores (James y Sirius) y los Gemelos Prewett. Y bueno la mitad de los chicos

Su cabello peli-rosa le caía en los hombros, su cara en forma de corazón le daba un aspecto tierno. Llamo la atención de más de uno.

-- Hola, me llamo... -- miro a sus padres quienes la miraba con curiosidad y se miro a si misma. -- Tonks

-- Nymphadora! -- gritaron Laina Y Ginny.

Los ojos de sus padres se empañaron en lágrima de felicidad. Y una niña de dos años fruncio el ceño.

-- Si, pero si me llaman así la pasaran mal. Soy hija de Andromeda Black y Ted Tonks

Sirius se levantó y dijo.

-- Eres mi sobrina!

Tonks asíntio.

-- Bueno, tengo 26 años. Cuando estaba en Hogwarts fui Hufflepuff... -- los de esa casa aplaudieron.

--Así que no fui el único que rompió la tradición.

-- No tío, pero si me sigues interrumpiendo te golpeare al estilo Alex. Yo tengo un sarten.

Sirius se puso pálido y se sentó inmediatamente, haciendo que James se riera.

Laina vio como Harry se tensaba, le agarro la mano y le sonrió dándole apoyo.

Draco veía a sus padres en la mesa de Slytherin, tenia revuelto el estómago. Astoria le vio la cara y le tomo la mano.

Draco la soltó, no la quería ahora a ella en ese momento. Volteo la mirada y se alejo de Astoria. Esta se sintió algo ofendida pero no dijo nada. Draco se sentó en el suelo, dirigió la mirada hacia Elena quien hablaba animadamente con George Weasley.

Sintió un ardo en sus estómago poco conocido y se obligó a desviar la mirada.

Alex se paró y dijo.

-- Yo te di un sarten!. Increíble, supongo que nos llevamos de maravilla.

-- Si, . Puedo seguir -- todos asintieron -- Soy auror

Andromeda sonrió.

-- Nunca fui perfecta, ni nada que requiera trabajo extra. Soy un poco torpe. Mertamofomaga. Soy parte de la Orden del Fénix.

-- Esa es mi sobrina/Hija -- dijeron Ted y Sirius al unísono.

-- bueno. Eso es todo.

-- Tienes novio? -- pregunto Jaston Flame.

-- No!.

Elena sintió ganas de vomitar al igual que Tonks.

-- Gracias.

— Señorita Tonks — dijo Dumbledore— nos podrías mostrar un recuerdo?

Ella asíntio.

—Si,  y ya se cual es el indicado. 

Apareció una pantalla gigante y ella a rastro un ilo fino hacia ella. 

Una cabellera castaña con puntas amarillas,  apareció en la pantalla.  Todos se sorprendieron al reconocer quien era.

Era Navidad y al parecer era de noche y solo estaba ella en la casa. Sirius y Regulus sabían en donde estaban, al igual que Andromeda. Quien no entendía que hacía su hija allí. 

La castaña se acercó a una Peli-rosa que parecía triste. 

— Hola Nymh.

— Alex,  te eh dicho miles de veces que me llames Tonks. 

— Si,  y yo te eh dicho miles de veces,  que me vale mierda como quieres que te llame. 

Tonks suspiro pero no dijo nada. 

  — oye,  que te pasa?

— No es nada.  Estoy bien. 

— Si,  claro.  Eso era lo que yo decía cuando quería estrangular  a alguien.  Puedes confiar en mi.

— Alex,  lo aprecio pero realmente no quiero hablar de eso. 

Alexandra no dijo nada.  Se levantó y cuando volvío tenía un gran paquete, se lo coloco en las piernas de Tonks.

— Que es esto?

— Nada.  Solo un regalo que te servirá para desahogarte. Te sirve para golpear a alguien,  o hacer entrar en razón a un Lunático. 

Tonks lo abrió y sonrió.  Saco el sarten  y dijo.

— Gracias.  Lo utilizare muy bien. 

Alex se levantó de un salton,  mientras Remus estaba algo confuso.  Sirius y James sonreían entre sí.  Peter,  bueno estaba un poco incómodo por la ¿mirada?  De los encapuchados

— Lo sabía — dijo Alex — Seré un gran ejemplo a seguir y pronto haré un ejercito de minis yo.

— No por favor! — dijieron todos en el Gran  comedor. 

Tonks sonrio y Salio corriendo a los brazos de sus padres mientras un lobito no le quitaba la vista de encima.

-- Yo sigo. Esto va a ser un martirio.

-- Y más cuando mi mamá se entere que hay más. Mira lo que le hizo a tu padre cuando se entero -- murmuró.