Eres Mi Hijo/a?

Gwen Y Regulus

Una pelirroja se encontraba perdida en los pasillos,  pero eso era lo que menos le importaba...  No tenía espacio en su mente para saber a donde se dirigía. 

Solo podía pensar una cosa...  < Tengo una hija...  Y es hermosa >

Se dejo caer  en el siguiente pasillo y sus ojos se llenaron de lágrimas ya imposibles de contener...

No sabia que hacer,  No sabía exactamente donde estaba,  No sabia que le había pasado en el futuro...  Y no sabía como obtener explicaciones.

Sorbio su nariz y una corriente de aire le recorrió por completo.

Comenzó a sentir frío y a la vez,  un poco desorientada.

— Pero que?  — Sintió una tela caliente recorrer su cuerpo y el cuerpo de otra persona a lado suyo.

Lo miro.

Era alto,  Con el cabello perfectamente peinado, y de color negro.  Lo que más le llamaba la  atención,  era el color  gris de sus ojos.

Trato inútilmente de secarse las mejillas y devolverle la capa.

— No,  quédatela...  Esta haciendo frío.

Gwen lo miro con un poco de curiosidad.

— ¿Quien eres?

Regulus sonrió.

— Regulus Black — Le tendió la mano.

Gwen la acepto.

— Gwendolyn Shepherd.

Regulus se recargo en la pared mirando hacia el frente.

— Un nombre muy extraño para una muggle...

Gwen Fruncio el ceño.

— ¿Muggle? Acaso me estas insultando estrella? 

Regulus río.

— Como sabes que mi nombre proviene de las constelaciónes.

— Por que mi constelación favorita es de Leo.  Y eres una de las estrellas más brillantes de esa constelacion.

— Acaso me estas coqueteando, Señorita Shepherd?

Gwen simplemente se quedó callada.

Mirando el cielo oscurecer,  y viendo aparecer la primera estrella.

— Que es este  lugar? 

— Esto,  es un colegio de Magia y Hechicería.

— Y mi hija estudia aquí?  — Gwen lo miro.

— Si,  Tu hija estudiará aquí.

— Dime que este lugar es seguro,  y que estará bien... — Pidió.

Regulus le sonrió  con ternura.

— Este es uno de los lugares más seguros,  no tienes que tener por ella.

Gwen lo miro y lo abrazo.

— Se parece a mi? 

— Si... Creo que si... Eh

Gwen se separo al notarlo incómodo.

— Lo siento,  Yo solo...

— Tranquila,  entiendo.

Ambos se miraron y sintieron algo en su estómago. 

— Mamá.

Gwen se volteo y la vio.

Se levantó rápidamente y se acercó a su hija.

Se sintió algo extraña a tener casi la misma edad que su hija,  pero a la vez,  sintió que ya la amaba.

La recorrió con sus brazos

— Eres mi hija.

Elena sonrió al mismo tiempo que una lágrima le salían por los ojos.

— Y tu mi mamá

Ambas se apretaron aún más en el abrazo. Sin dejar de sonreír.

Regulus las miro con una sonrisa y cuando se iba a levantar.  Unos encapuchados se le acercaron y le entregaron un pergamino. 

Lo abrió con un poco de curiosidad

Por más que te quiera volver a ver,  una parte de mi desea que no pase,  por que se me hará más difícil dejarte ir. 

      Sé que duele tanto recordar
qué sientes ganas de llorar
pero no quiero hablar mirándote la espalda
Ya nos queda Sólo un poco más
La historia está por terminar
Y no quiero sentir que nos valió de nada
No hubo nada que me amará tanto
Ahora entiendo claramente cuánto

Terminemos Con la cara en alto este amor
Por esos días llenos de sueños
Por las sonrisas que no volverán
Por ese beso que estuvo apunto de matar
Seamos cuerdos un momento
Por los recuerdos...

Yo sé que aquí la vida seguirá
Que alguien más encontrarás
Y que lo nuestro será un rastro del pasado ve hay tanto que no estuvo bien
Y sólo por última vez
Hagamos vida que esto aún no terminado

Gwen...  Deseo que encuentres a alguien que te haga feliz...  Que formes una familia...  No ha pasado ningún día que no deje de pensar en lo que paso entre nosotros... La verdad nunca había imaginado ponerme tan cursi...

R. B. 

Regulus alzó la mirada asombrado,  el se había metido con una muggle... Y si...  Y si se había metido a tal grado de...

Miro a la pelirroja abrazar a la chica muggle

...  De haber tenido una hija