Enigmas

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Fraenk se encontraba durmiendo en la parte más obscura, cuando de repente escuchó un silbido. Abrió sus ojos e inmediatamente divisó a una pequeña paloma se encontraba perchada sobre una roca, cerca de la abertura circular. Fraenk se acercó a su hermana ave y le silbó una pequeña melodía avisándole que había buitres cerca y que corría peligro. Le pidió que llevara su mensaje directo la isla. Allí buscaría una ceiba gigante y que encontrará a una gran ave verde. Le pidió que la alertara sobre un posible ataque. Debia de llevar prisa y discreción. La paloma asintió, luego voló y desapareció en la luz del día. Fraenk sonrió por primera vez desde que escuchó la pesadilla de la reina, sintió esperanza.

*****

Ana despertó gritando, agitada. Completamente cubierta en sudor y con su daga en la mano. Respiraba con fuertes bocanadas de aire. Se mantuvo así por un momento hasta que logro tranquilizarse. Se levantó de su cama. Encendió las velas de su hogar. Caminó hacia su estufa de piedra, la encendió con una de las velas y colocó su tetera. En ese momento escuchó un pequeño estruendo en el viento y sintió la presencia de su maestra.

—Buenas noches, maestra, puedo servirle un té.

—Si Ana. ¡Muchas gracias! Me asombra que ya puedes sentir mi presencia. ¿Te encuentras bien?

—Gracias maestra, aprendí de la mejor. Si estoy bien maestra, solo tuve una pequeña pesadilla.

—Casualmente volaba por aquí y escuche un grito, por eso pase a verte. ¿Qué viste en tu pesadilla?

—Nada importante maestra, a veces tengo visiones incoherentes.

—No tomes los sueños a la ligera. A veces son importantes, muchos Ornit tienen la capacidad de ver el pasado, presente o futuro a través de sus sueños. ¿Desde cuándo tienes estas pesadillas?

—Desde que recuerdo maestra. El día que venía caminando hacia el campamento tuve una y hoy otra.

—¿Recuerdas de que trataba cada uno?

Ana quitó la tetera del fuego y dejó caer un poco de agua y algunas flores en el bebedero de Itz, luego sirvió una taza para ella y se sentó en su balcón, ya más tranquila.

—Recuerdo la anterior. Hoy solo fueron sentimientos y formas. ¿Qué significan esas visiones, Maestra? ¿Que hago con ellas?

—Las visiones son una advertencia. El problema con las visiones es que suelen dejar ambigüedad. No pienses en ellas, solo debes de estar alerta.

—Lo estaré. Gracias por venir a ver cómo me encontraba.

—Ahora, háblame visión de la cual te recuerdas.

—Me encontraba en un desierto, pero fue extraño. El lugar no tenía la música ni el tono de un desierto, de hecho creo que era un bosque destruido por un gran incendio. Luego de observar mis alrededores enfrente mio observé una silueta de alguien. Cuando la silueta caminaba dejaba destrucción en su paso. ¿Por qué es esto importante?

—Porque creo que viste a Solis en alguna batalla. En el sur de Nidartis existe un antiguo bosque abandonado. Cuando llegues a Nidartis debes de dirigirte allí. Allí se determinará tu destino y el de Daia.

—Maestra pero no sabemos si eso ya paso o pasará.

—Tienes razón Ana pero existe algún tipo de conexión con ese bosque.

El silencio pareció apoderarse de la conversación. Itzmin había quedado perturbada con la noticia de los sueños. Intentó reafirmar a Ana, pero ella ya no se notaba tan segura. Terminaron su té y se despidieron.

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⏰ Última actualización: Mar 24, 2016 ⏰

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