Drogaína will tear us apart

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Después de ese espectáculo tan gratuito, bajamos a hablar con Johnny

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Después de ese espectáculo tan gratuito, bajamos a hablar con Johnny.

-¿Estás bien?-Pregunté.

-¿Yo? perfectamente, vamos, lo único que ha hecho ha sido gritarme.-Respondió Johnny dándole poca importancia.

-¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué está así contigo?-Pregunté, con interés.

-Creo que es mejor que hablemos dentro...-Dijo Morrissey, serio.

Y entramos.

-A ver, la cosa es que hace unos años, Liam y yo éramos colegas.-Empezó Johnny.-Pero empezó a tenerme tirria porque a mí, la gente del mundillo musical me hace caso. Y a él no. Intenté enseñarle unos acordes, para que fuese aprendiendo a tocar la guitarra y tal... y es pésimo. Y yo, bueno...-sonrío y echó las cenizas del cigarro en la taza vacía del té que se había tomado. Morrissey puso cara de asco.-es obvio que soy el puto amo y que toco como nadie.¡Tú misma lo has visto!

-S-sí, tranquilo.-Contesté.La verdad es que Johnny tocaba muy bien, pero podría ser un poco más humilde...

-Aunque ahora, no sé, digo yo que se calmará un poco...-Dijo Morrissey.

-Pero si ha dicho que va a acabar con él...-Dije, sin entender mucho de qué iba esto.

-Recuerda que está mal de la cabeza y tiene mucha rabia dentro, digo yo que mañana por la mañana no pensará así.-Explicó Morrissey.

-Y si vuelve, le pincho las ruedas de la vespa esa de mierda que tiene y ya está.-Sentenció Johnny. Y apagó su cigarro.


                                                                                         ***

Liam se despertó. Era mediodía y le dolía mucho la cabeza porque la noche anterior, después de haberle gritado un par de cosas a Johnny y luego a Damon Albarn, había estado bebiendo en el salón de su antrDIGO casa. El piso lo compartía con su hermano y con otro chaval, Pete. Era un lugar bastante oscuro y en una de las habitaciones faltaba un cacho de pared.

Liam iba con la intención de meterse una rayita a ver si se despertaba un poco, pero no quedaba coca.

Se temió lo peor. Fue a una de las habitaciones y ahí estaba Pete, durmiendo en un colchón que había en el suelo.

-Me la ha gastado este, seguro. TÚ, GILIPOLLAS, DESPIERTA.-Gritó, mientras le daba patadas en el costado. Ni se inmutó.

-¿¿Qué son esos gritos??-Preguntó Noel desde la puerta.

-EL SUBNORMAL ESTE QUE SE HA METIDO TODA LA COCA ÉL SOLITO.

Noel se quedó pensativo. Hubo un pequeño silencio.

-Oye, Liam...¿tú crees que está dormido?-dijo, con tono de preocupación.

Los dos se miraron. Se agacharon a la vez para observar a Pete. El muchacho estaba en la mierda más profunda, pero todavía respiraba.

-Bejjjj, la última vez que compartimos piso con un yonki, eh. Míralo, qué asco da. ¿Cuándo fue la última vez que se duchó?-Comentó Liam. Y ya cuando iba a salir de la habitación, dijo sus pensamientos en voz alta-En fin, y a ver ahora qué hacemos, que mañana íbamos a dar una fiesta y POR CULPA DE ESTE RETRASADO NO NOS QUEDA DROGA.

-Tío, pues vamos a comprar más y ya está.-Intentó tranquilizarlo Noel, bastante despreocupado.

-Pfff, es que Begbie no está en la ciudad ahora...-Hizo una pausa.-Aunque me dio el número de un chaval que es de confianza por si pasaba algo.

-¡Pues vamos!-Dijo Noel.

Se pusieron sus mejores chándals y los abrigos, porque, ante todo, con estilo.

                                                                       ***

-¿Es aquí?-Preguntó Noel.

-Seh.-Dijo Liam, aunque no se sabía si hablaba o más bien escupía.

La puerta del portal estaba entreabierta. Entraron y subieron las escaleras.En las paredes había pintadas insultando a un tal Héctor.

Llegaron al piso en cuestión. Liam llamó a la puerta, con fuerza.

Un chico moreno y bastante joven (de unos 19 años) les recibió con cara de pocos amigos.

-¿Qué queréis?-Preguntó, echándoles el humo del cigarro en la cara. No parecía peligroso, pero sí un poco chungo. Tenía muchos tatuajes.

-¿Tú qué crees?-Le contestó Liam en un tono muy borde y enfadado.-Venimos de parte de Begbie.

-Aaahmmm- asintió el chico.-Pasen, por favor.-Dijo, con una sonrisa pícara  la vez que les invitaba a entrar. 

Una vez ya dentro, el chico llamó a otro, el que era su jefe. Le explicaron un poco el tema.

-Así que queréis coca ¿ehh?-Dijo el otro chico, el cual también era joven pero no tanto como el primero.-Pues el que vaya a pagar que me acompañe, que tengo la mercancía por aquí.

Y Liam le siguió. Noel se quedó esperando con el otro chico, el cual le miraba con la misma sonrisa. ''¿Qué cojones le pasa a este parguela?'' pensó.


-Hala, pues ya está, un placer hacer negocios con ustedes.-Le dijo el menos joven, que parecía sacado de West Side Story.

-Ehhh, de nada.-Contestó Liam, con el paquete en la mano.-Toma, guarda esto.-Le dijo a Noel.

Una vez ya fuera, Liam le preguntó a su hermano: -¿No te parecían un poco raros esos dos?

-Bastante.-Contestó Noel.

                                                                           ***

-Oye, Alain, ¿tú crees que esos se darán cuenta de que les hemos dado harina en vez de coca?-Preguntó el chico de los tatuajes.

-Ni lo sé ni me importa.-Contestó él.

Y los dos se rieron a carcajadas.






Piccadilly PalareDonde viven las historias. Descúbrelo ahora