Nuestra historia

1 AÑO

Ya había pasaso un año desde que comemzamos a salir, todo iba bien, pero últimamente todo a empeorado. Makoto ya no confía en mí, siempre que estoy con algun amigo me llama para saber que hago, con quien estoy y cuando podre ir a verle, cuando me ve con Rin se pone celoso.
Makoto a cambiado mucho. Y lo peor es que no sé si quiero seguir con esta relación, estoy cansado de que no confíe en mi, de que me controle,de que piensa que lo engaño. Por eso he venido a su casa un martes por la noche.
Uno, dos, tres y por fin Makoto me había abierto la puerta.

-Hola ¿Qué haces aquí?

-Yo... Makoto lo siento, pero estoy cansado de todo esto, en menos de un año, has cambiado, ya no eres el chico dulce y amable del que me enamore, has cambiado tanto, ni confías en mi

-Claro que confio en ti, pero no quiero que quedes con tús amigos.-se cruzo de brazos y me miro con esa estúpida mirado de superioridad que se habia apoderado de él.- Sigo siendo el mismo chico del que te enamoraste, todo eso son imaginaciones tuyas.

-¿Imaginaciónes? Makoto llevas más de un año actuando de esta manera y no son imaginaciones, todo el mundo se ha dado cuenta de que ya no eres el mismo chico, de que has cambiado, cambiado para mal, por eso he venido aqui.

-¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que... se acabo.

Su cara parecía un poema, primero de asombro, luego con una sonrisa de superioridad me miro y lo único que me dijo fue un simple "Adiós", entro a su casa y yo me fui a la mia. Ahora todo se había acabado y parece que a el no le ha importado lo más minimo, supongo que Rin y Haru tenian razón, el simplemente me había utilizado para olvidarse de Haru, fui un estúpido por enamorarme de él. ¿Pero como no enamorarse de un chico tan dulce y amable?

-Solo espero que esto haya sido un sueño y al despertar todo vuelva a ser como antes.-suspire.- Pero no tengo tanta suerte, está claro que esto ha sido lo más real que me ha pasado nunca, por primera vez creo que odio el mundo.

Me tumbe en mi cama y me quede mirando el techo como si fuese la cosa más interesante que había visto en mi vida. Senti como algo apretaba en mi pecho, no lo pense dos veces, me levante, fui al baño y cogí varias pastillas, no dude un segundo me las trague de golpe, me puse mi sudadera negra, la capucha y sali a dar una vuelta. La gente me miraba raro y es normal estaba lloviendo y yo no llevaba paraguas, ni siquiera corria para resguardarme de la lluvia, simplemente caminaba sin rumbo, esperando que las pastillas hiciesen efecto.

No sabía como había acabado aqui, solo se que me encontraba en un puente cuando de repente comence a sentirme mareado, mi vista se nublaba, no conseguia ver más alla de dos pasos, mi boca se sentía como si no tuviese nada de humeda, mis piernas me temblaban, lo último que recuerdo es... todo negro, un golpe y la lluvía cayendo más fuerte, empapandome.

-Así es como acabe aquí.

El doctor simplemente se limitaba a mirarme sorprendido, apunto todo en su libreta, se levanto me miro, sonrio me revolvio el pelo, se dio la vuelta.

-Bonita historia- dijo mientras se acercaba a la puerta.- una pena que acabase con este final ¿no crees? Tal vez podrías haber tenido todo lo que quisiese si hubiese esperado tan solo un poco.- giro su cabeza para mirarme por última vez.- Hasta la semana que viene.

El doctor salio por esa puerta dejandome solo en esa sala blanca, solo con mis pensamientos, me tumbe en la cama. Llevo dos años en este psiquiatrico, hace dos años que intente suicidarme, me salvaron la vida pero dijeron que lo mejor era que me internasen en un psiquiatrico ya que era un peligro para mi mismo, dos años encerrado entre estas cuatro paredes blancas, no he tenido visitas, bueno no exactamente, solo tuve una de Rin, me dijo que todo había sido producto de mi imaginación, que Makoto llevaba muerto tres años, murio un mes después de que empezasemos a salir atropellado, pero que yo no lo soporte y segui imaginando que seguia vivo.
Aquel día me entere de que mi vida era una mentira.
El ruido de algo cayendo al suelo me hizo volver al mundo, puede ver a Makoto en una esquina sonriendo y tendiendome su mano para que la tomase, me levante, lo mire y lo abrace, cerre los ojos, al abrirlos el ya no estaba, estaba yo, solo en la esquina de mi habitación.