El cazador cazado

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Sigo sin saber el nombre del creador de Mogeko Castle, pero los personajes siguen siendo suyos.

POV Cobalto

Estaba buscando a la psicópata de la planta para distraerla y que dejara pasar a mis compañeros, que yo lo haré con una técnica de Goku.

Una hora de caminata después

Tanto caminar me aburría. Solo veía pasillos interminables e idénticos. Mi frustración por no dar con ella fue tal que empecé a destrozar las paredes para saber que pasillo había recorrido. Y funcionó, ella se mostró y me hizo una pregunta que no entendí.

Moge-ko: Tú quieres a Moge-ko?

Cobalto: No entiendo la pregunta.

Moge-ko: Cómo no puedes entender una cosa tan simple!?

Cobalto: Pues no lo entiendo, ni siquiera sé a que te refieres.

Se notaba su enfado, parece que nunca la habían respondido de esa forma. Tras el intercambio de palabras me trató de dar un latigazo; si que esta mal de la cabeza. Obviamente, agarré el extremo del látigo que se dirigía hacia mi y tiré de él; haciendo que ella y yo estuviéramos separados por unos pocos centímetros. No se que cable se le cruzó, pero esa psicópata se fue acercando hasta tenerme acorralado para luego besarme. Tarde un rato en separarla de mi y no tarde en reaccionar con respecto a lo que hizo.

Cobalto: Tú estas loca o qué te pasa!?

Moge-ko: Si pareció gustarte?

Cobalto: Qué lo parezca no significa que sea cierto!

Esto no estaba previsto, espero que los demás ya hayan encontrado la salida antes de que pierda los estribos y comience a destrozar el castillo de arriba a abajo.

POV Syrah

Nos habíamos ido en la dirección opuesta a la que tomó Cobalto. Él se encargaría de la psicópata y nosotros de la salida.
Al cabo de seis horas terminamos por encontrar el cuarto de Moge-ko; y con ello la salida para subir a la siguiente planta.

Mogeko defectuoso: A partir de aquí me encargo yo. Tú te puedes ir a por Cobalto.

Yonaka: Apresúrate, que yo no quiero estar en esta casa de locos de por vida.

Mogeko defectuoso: Vale, vale, pero relájate un poco.

Syrah: Adiós chicos.

Se metieron en el ascensor y se fueron al sexto piso y yo, por mi parte, fui a por el desastre andante que es mi compañero. Si llego a saber que pasaría esto me hubiera quedado en la dimensión de su madre, al menos se estaba tranquilo.

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Perdón por el retraso, pero se me había ido la inspiración. Pero como a vuelto trataré de retomar el ritmo y aquí no ha pasado nada.

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