No quería molestar a Abby o a Mark ya que ellos si parecían disfrutar él ambiente pesado que había en aquella casa. Decidí irme y aunque sea un poco mas de las 10 no tengo deseos de quedarme, se que mama me había dado permiso hasta una hora indefinida pero la realidad es que odio las fiestas.
Al llegar a la salida de aquel establecimiento feroz y escrupuloso alguien tomo mi mano.
— Claire ¿Ya te vas tan pronto?— era Jack Cosgrove, ebrio. Odiaba lidiar con personas que no tenían los cinco sentidos funcionales gracias a los efectos del alcohol.
— Hola Jack, linda fiesta— dije tratando de hacer mi mejor sonrisa posible.
— Quédate un rato mas, por favor seguro te divertirás— me agarro del brazo y acerco su cuerpo al mio.
— No Jack, gracias pero debo ir a mi casa porque sucedió una emergencia.
— Quédate un rato conmigo por favor— dijo acercándome mas a él, mi paciencia se estaba empezando a agotar y tenerlo tan cerca me irritada mas, todo lo que estaba ocurriendo me molestaba, hasta que sentí su gran mano tocar mi trasero, esa fue la gota que rebozó el vaso.
— Vas a arrepentirte amigo— fue lo último que dije antes de rociarle gas pimienta en los ojos. Él enseguida deshizo su agarre y comenzó a frotar sus ojos, se tiro al piso y comenzó a gritar como loco, incluso se hecho cerveza en sus pupilas pero creo que estaba empeorando él ardor que en estos momento él debía sentir.
—Lo siento Jack, pero en verdad estabas sobrepasando mi paciencia— le dije y luego salí huyendo de allí, dejando a un chico tirado quejándose por haberle rociado gas pimienta en sus ojos. La verdad no creo que nadie lo ayude porque todos están concentrados en su mundo, ahora me siento un poco culpable,pero me disculparé el lunes.
Al llegar frente a mi casa, le pague al taxista que me había traído y salí suspirando de todo él estrés que tenía acumulado por esta noche. Él viento se hizo presente dándome un suave pero diminuto descanso. No quería hacer ruido así que iba a entrar cautelosamente e irme a mi habitación, no quería despertar a mama porque si lo hacia se que me invadiría con muchas preguntas sobre como me fue en la fiesta.
Al entrar todo estaba en paz, silencio, así que decidí caminar de puntitas hasta mi cuarto, pero como soy Claire Summer y él mundo esta contra mi me tropecé con una lampara que era de mi bisabuela— que en paz descanse—, luego choque con la mesita de centro de la sala, hice caer una silla tratando de mantener él equilibrio, choque con él perchero e hice caer todos los bolsos de mama y los sombreros de papa, y por ultimo trate de sostenerme con la pared pero me sostuve del espejo que estaba pegado en la pared y se vino abajo quebrándose en miles de pedacitos.
Ahora si estaba muerta, ya me imagino mi funeral, solo irán mis padres, Abby y Mark.
Debí haberme comido él ultimo tarro de Nutella esta tarde así podría morir con él estomago lleno.
Hoy pasos provenientes de la escalera, de seguro era mi mama, que en unos minutos se convertirá en mi asesina, ella me matara, ¡Rompí su espejo! él espejo que más quería, creó que lo quería mas que a Joe y a mi.
— ¿Quien anda hay?— pregunto ella. No podía dejar que me descubriera, no, rápidamente fui hacia la puerta y trate de abrirla pero las llaves se me resbalaron de las manos y enseguida una luz me sego los ojos, ella había encendido la luz y me encontró justo con las manos en la masa. Soy un caso perdido.
.....
— ¿Quieres declarar algo antes de tu castigo señorita?— preguntó mi madre.
Al final me había descubierto y no solo eso, despertó a papa e incluso a Joe ¡¿Que rayos tenía que ver Joe con todo esto?!
