Crema Pastelera

4 0 0
                                    


No dejé de pensar en ella el restante de todo ese día y esa noche dormí sonriendo. Y fue lo primero que pensé por la mañana al despertar. Ese día me sentía diferente... Sentía todo diferente, tenía hablado con Alice Vonfic, la chica más linda de todo el colegio, en todos los sentidos. Y parecía que le había agradado.

Yendo a la escuela, en el ómnibus, escuchando una música lenta que no recuerdo el nombre, mirando hacia afuera por la ventanilla, sentía que formaba parte de algo, creo que sentía que era parte de mi alrededor por primera vez, me sentía bien con migo mismo y pensé: "ahora tendré alguien con quien hablar y a quien amar". Y el ómnibus continúo su camino por la ciudad.

Los pájaros volaban, los autos circulaban, el agua del roció se secaba de las hojas del césped evaporándose invisiblemente, las personas caminaban frenéticamente, los vientos se cortaban al entrar en la ciudad y golpearse con el choque de aire caliente y con las grandes construcciones, creando un silbido que dé a poco era apagado por el sonido de la humanidad despertando. Al bajar del ómnibus lo primero que sentí fue esa brisa trayendo aire caliente que me golpeaba. Siempre bajaba a unos 1000 metros de la escuela, porque me gustaba ir caminando y escuchando música.

El aroma de la panadería es muy agradable. Pan fresco todos los días por la mañana. Sentir ese olor me da hambre. Generalmente desayuno en mi casa, pero casi siempre me compro un dulce en esa panadería o en la escuela, para comer mientras leo algún libro.

La comida de la escuela no me agradaba mucho, por lo que siempre desayunaba algo más de lo habitual para un adolecente como yo... y en los recreos casi siempre comía algo, ya que la rutina en la escuela es larga. Soy un adicto a la comida, pero no soy gordo, creo que ser flaco está en la sangre de mi familia...

En casa las cosas no van y nunca fueron muy bien entre mis padres... y como mi mamá siempre trabaja mucho, soy yo el que cocino para mí mismo. Y cuando estaba mi madre y mi padre en casa casi siempre comíamos comidas rápidas. O sea que de veras no me alimento bien, no por no intentarlo porque como una fruta casi todos los días y busco comer comidas sanas, pero no es lo suficiente.

Ese día compre unas facturas con crema pastelera, son mis favoritas, tenía hambre, comí yendo a la escuela escuchaba una música romántica y me hacía pensar en Alice. No tengo culpa que en lista de reproducción de spotify hayan músicas románticas, o tal vez solo estoy culpando a la música o usándola como excusa para pensarla. Y cómo no pensarla si era la chica de mis sueños y estuvimos tan cerca en la piscina, ¿Será que hablaría conmigo en la escuela?, ¿Será que no fue todo un sueño? Obvio que no, era demasiado real para ser un simple sueño.

La primera hora de clase tuvimos ciencia, me gusta la biología, pero no me gusta mucho la química y la física. Llegue algo tarde, todos los chicos ya estaban en el curso, cuando cruce la puerta lo primero que vi fue el rostro de Alice, bueno es que busque su rostro entre todos mis compañeros antes de mirar a alguien más. Ella me sonrió y volvió a mirar a la profesora. Al darme cuenta de lo que hizo, miré a la profesora, y se apagó mi sonrisa del rostro, pedí disculpas por llegar tarde y me fui a mi lugar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Hay que Sentir al Amor / Primera parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora