Los actos de un Dios son justos

4ta Plegaria

Noragami le pertenece a las maravillosas mangakas Adachi Toka

Si solo has visto el anime y no has leído el manga .. Bueno léelo bajo tu propio riesgo

Esto tiene un poco de lemmon o mucho ya lo dije léelo bajo tu propio riesgo

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- Creo en ti, por favor se gentil conmigo -

Toco su cara suavemente, y acaricio su cabello esperando que esto fuese un tierno placebo, consciente de lo que pronto se avecinaba; busco su mirada hasta que los profundo y cristalinos ojos azules se perdieron en los brillantes ojos rosados, descendió suavemente para deleitarse en los tentadores labios hinchados que lo invitaban a desbocarse en la lujuria; lo seducía aquel ardiente calor abrazador del elixir rosa.

Sorprendido al sentir las manos detrás su cabeza jalándolo hacia ella para exigir un beso más profundo, su lengua entendía naturalmente todos los actos lujuriosos; ferozmente poseyó los fogosos labios lamiendo el borde de su boca para avivar el fuego que los hacia arder.

Los delicados dedos de la ayakashi empezaron a rozar ferozmente su abdomen, dibujando una a una las líneas que marcaban su cuerpo escudriñando, los puntos que hacían tensar la piel del Dios, tratando infructuosamente de bajar un poco más para sentir con sus propias manos la fogosidad que sabía bien estaba haciendo arder la parte baja de su abdomen, el disfrutaba del placer el acto previo.

Arrastro la lengua dentro de su boca para sentir el estimulante sabor; mientras ella sentía derretir su cuerpo al contacto de la ardiente longitud que trato de alcanzar, cerca de su entrepierna, se sintió mareada, su abdomen estaba ardiendo y su cuerpo respondía instintivamente a cualquier leve roce, entonces decidió dejarse guiar por el éxtasis; bajo cuidadosamente su mano por la fuerte espalda mientras acomodaba su entrepierna arqueándola sutilmente.

Gimió contra su boca, invocando su nombre,

- ¡¡Yato!! -

El busco su mano juntando sus palmas en un agarre que cortaba la circulación, busco la otra mano para obtener el control del momento, su diosa nuevamente levanto la pelvis restregándose contra la ardiente dureza que sentía hervir cerca de su piel; nuevamente sus cristalinos ojos azules se encontraron los de ella, diciendo suavemente

- Nunca te haría daño –

Soltó sus suaves manos, la arrastro fuertemente contra el envolviéndola en sus brazos, la sostuvo con firmeza mientras empezaba a invadir su interior, los ojos de su diosa se perdieron en el infinito en el instante sus cuerpos se unían lentamente, gozoso miraba su cuerpo bañarse en finas gotas de sudor mientras ella buscaba estirar su torso para acomodarse, soltando cortas respiraciones jadeantes.

Cuando evidencio la comodidad de su diosa, decidió empujar un poco más profundo, para atravesar la fina barrera que los llevaría al completo placer. Ella abrió sus ojos con aflicción, soltando lágrimas de dolor, el Dios siente su corazón romperse en mil pedazos "los actos de un Dios son justos", abriendo sus azulados ojos la observa dulcemente y musita

- Lo siento no pude cumplir mi promesa, ¡te he hecho daño!, ¿te encuentras bien? –

Ella valientemente mueve su cabeza en señal de negación y de sus temblorosos labios un nuevo mantra que eleva la libido del Dios

- Estaba preparada para esto, no me has hecho daño, sigue no te detengas -

"Sigue no te detengas"

¡Pareciera que la locura, la desesperación y la lujuria se hubiesen desenfrenado al escuchar estas palabras, y continúo moviéndose lentamente mientras su boca traviesa se deleitaba con el sabor la dura cima de su pecho, estaba completamente en el interior de Hiyori, de su diosa! arrebatándole jadeos agudos, bendita plegaria para sus oídos.

Ella marcaba fieramente su espalda las uñas, aprecio cuando su ajustado interior lo succionaba estimulándolo a ingresar profundamente, una excitante y dolorosa presión que lo obligaba aumentar su envestida con mayor fuerza, sus brazos guiaban el ritmo del ardiente acto y ella se dejaba guiar. Desesperadamente soltó la espalda de su amado arqueando nuevamente su cuerpo usando sus brazos para débilmente apoyarse contra la cama para abrirse fácilmente a su dios las envestidas eras más violentas, se arqueaba de placer contra el cuándo aumentaba la deliciosa fricción, desesperada por llegar al clímax nuevamente se aferró fuertemente al febril cuerpo y al sentir un gran empuje clavo las fieras uñas en la espalda el Dios.

El cuerpo de la ayakashi se retorció de placer hasta llegar desesperantemente al clímax, el líquido caliente bajaba humedeciendo completamente su ardiente virilidad que aún se encontraba vivamente erguida en el paraíso, podía admirar como aquel blanco y suave cuerpo se estremecía sacudiéndose levemente.

Él se detuvo para acariciar el rostro de su cansada ayakashi, sale dentro de aquel húmedo paraíso y le da un casto beso en la frente; ella se sonroja, baja la mirada un poco y nota que el aún estaba firme apenas notando que no llego a la gradación como ella.

- ¿Yato tu...? - observa los hermosos ojos rosas de su amada y dice

- No importa solo quería que tu primera vez fuera especial -

Ella mira atentamente a su Dios y le pregunta

- ¿Acaso no fui tu primera vez? -

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I know I feel like Trollshima (Hiro mashima creador de fairy tail, oh rey de las trolleadas), pero es que tengo muchas ideas y no quiero terminarlo en un solo cuento largo.