parye 32

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Bill en una noche donde estaba en casa le entrego a Harry una bolsa repleta de dinero a Harry, otra a Daniel y otra a Emma. Ron se le quedo mirando con algo de celos.

--- ¿Dónde demonios dejaste la mía? --- exigió Ron mirándolo con asombro las tres bolsas.

--- Este dinero realmente es de los Potter imbécil --- le dijo molesto --- lo saque de su bóveda, porque al público general le toma aproximadamente cinco horas conseguir su oro en estos días, los duendes han extremado mucho la seguridad. Hace dos días Arkie Philpott tenía una cinta de investigación pegada en su... Bien, confíen en mí, de esta forma es más fácil.

--- Gracias Bill --- le dijo Harry, guardando su oro.

--- No sabía que teníamos dinero --- comento Emma mirando su bolsita de dinero.

--- Bueno, la cámara de Harry se llenó con más dinero lo de su... --- Bill no supo que decir, mientras Daniel miraba su bolsa de dinero --- no se preocupen por nada.

--- Bill siempre piensa en todo --- ronroneo Fleur llena de adoración, mientras acariciaba la nariz de su prometido. Ginny gesticulaba como que vomitaba en su cereal, detrás de Fleur, mientras Harry se ahogaba con sus hojuelas de maíz, mientras Ron lo golpeaba con simpatía, mientras Daniel aguantaba la risotada.

Era un día nublado, oscuro, cuando fueron al Callejón Diagon. Los automóviles del ministerio de magia de los que ya Harry había usado, los esperaban en el patio cuando salían todos de casa, con sus capas.

Los Aurores que los iban acompañar, se asombraron al ver a Ginny tomada de la mano de Harry, como esperando no sé, cualquier cosa, pero ninguno de los dos dijeron nada, simplemente se subieron en un carro. Daniel se subió también con su Emma, Hermione y Ron.

--- Es bueno que papá pueda conseguirnos estos otra vez, --- dijo Ron gustosamente, estirándose confortablemente mientras el coche se movía suavemente lejos desde la madriguera, Bill y Fleur saludaron desde la ventana de la cocina.

--- No te acostumbres a utilizarlos, solo nos lo prestan por Harry, Daniel y Emma --- dijo el Sr. Weasley sobre su hombro, él y la señora Weasley estaban adelante con el conductor del ministerio; el asunto delantero se había estirado convenientemente hasta que se asemejo a un sofá de dos cuerpos. --- les dan alta seguridad. Y nosotros también estaremos protegidos con seguridad adicional al arribar al Caldero Chorreante.

Harry no dijo nada, mientras que no se imaginaba haciendo sus compras mientras estaba rodeado por lo que era un batallón de Aurores, además no creía que su novia y amigos también estuvieran deseándolo. Él había guardado su capa de invisibilidad en la mochila y había sentido que, si esto era suficiente para Dumbledore, debía también ser suficiente para lo que era el Ministerio, aunque ahora pensaba en ello, esperaba que no supiera sobre su capa.

--- Aquí llegamos - dijo el chofer, tras un lapso sorprendentemente corto, hablando por primera vez, al tiempo que disminuía la velocidad en la calle Charing Cross, estacionándose fuera del Caldero Chorreante. --- ¿esperare por ustedes, tienen idea de cuánto tiempo será?

--- Deduzco que un par de horas, --- le dijo el señor Weasley --- ¡ah, qué bien, él está aquí!

Harry, al igual que todos imitaron al Sr. Weasley y se asomó a través de la ventana; su corazón salto. Pues en la entrada no había ningún Auror, que debía esperar afuera de la posada, en vez de eso les esperaba la forma gigantesca y negra, además de barbuda de Rubeus Hagrid, quien era el guardián de los terrenos de Hogwarts, quien llevaba un gran abrigo largo de castor, sonreía al ver la cara de Harry, ignorando claramente las miradas sobresaltadas de los muggels que pasaban.

Harry y Ginny ¿una historia de amor diferente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora