Todo inicio, tiene final.

100 2 1
                                    

Mi relación con Yael fue hermosa pero muy corta, solo duramos un mes exacto. Todo pasó una tarde cuando mi padre nos dijo que saldríamos de viaje a Cancún y estaríamos unos días fuera, en la noche cuando lo vi, el estaba nervioso, hicimos nuestra rutinaria salida, empezamos a conversar un poco y le dije.
-Oye pues ya mañana cumplimos un mes...pero...pues mi padre nos acaba de avisar que salimos a Cancún y...es mañana- me quedé callado
-Ammm...Brad, debo decirte algo-dijo y continuó- creo que lo nuestro...ya no puede seguir, la verdad es que estoy confundido y la verdad no quiero que te enamores más y después te lastime mucho- calló. De regreso a casa no hablamos mucho y solo agradecí el tiempo que me regaló.
Yo lo comprendí y aún que me dolió, solo le deseé lo mejor del mundo, ahora me quiero dedicar a los últimos ensayos que vienen y a la fiesta de Ari y de Alma.

Me sentía raro pues Yael ya no me miraba fijamente como en los primeros ensayos, esa chispa que estuvo presente en algun momento, se apagó, Ari lo notó y me pregunto que era lo que pasaba, hablé con ella y le conté. Creo que a ella le dolió más que a mi pero en realidad, no sabía que hacer ¿mi corazón se está volviendo de piedra?No se, pero me alegra no sufrir por el y creo que no lo haré por ninguna persona más.

Llegaron los 15 años de Ari mi prima, cuando llegué a la iglesia miré a Jorge, Anton y especialmente ver a Yael completamente de traje, me puso a pensar -por dios que guapo se ve- mis ojos lo escanearon por completo, mi prima se veía hermosa con ese vestido tan brillante y sus zapatillas algo raras y ostentosas pero bonitas, me acerqué y le di su abrazo.

Esperando que llegará la noche para poder bailar su vals, Yael no dejaba de verme y fue incomodo pero me sentí como la primera vez que nos veíamos, ciertamente yo solo quería bailar y salir directo a mi casa, más tarde cuando bailamos todo fue un exito, recibimos demasiados aplausos y cosas así, me vestí normalmente y me despedí de todo mundo menos de Yael, cuando llegué a casa revisé el traje para cerciorarme de entregarlo en perfectas condiciones, ahí, en mi bolsa del saco encontré un chocolate con una nota que decía perdona, de verdad, perdoname. Me fui a mi habitación, me recoste y lloré un poco, me sentía mal pero al mismo tiempo bien, por que finalmente pude desahogarme de todo.

Sonó mi celular y era Bastian, conteste con mi voz algo ronca y unos pequeños sollozos -Bueno...- No contestó y dije nuevamente- Bueno?- escuché una voz algo quebrada en la bocina diciendo -Numero equivocado- cortó la llamada y le mandé un mensaje de texto ESPERO ESTES BIEN Y SI NO LO ESTAS, AQUI ESTOY, COMO TU AMIGO.

Y...¿Después? [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora