La lectura y el deporte

121 2 0
                                    

Todo mundo leía libros, yo, quería leer "Bajo la misma estrella" ya que Nazlhí, Osmar y Ariel hablaban de el. Un día cualquiera Ariel llevó el libro a la escuela, decía que se lo prestaria a una amiga, cuando se descuido un poco, tomé el libro y corrí a mi salón, al terminar la hora de clases Ariel fue por el libro.
-Brad, ya me pidieron el libro, pasamelo por favor.
-No, lo voy a leer yo y después de que termine lo devolveré y podrás prestarlo a quien quieras.
-¡No! Ya damelo.
-He dicho. Y fin.

Me lo llevé y empecé a leer en casa, más tarde decidí ir a entrenar con el equipo de basketball y me tope con la sorpresa de que Jorge o mejor dicho "Koke" el otro chico que fue chambelan de Ari estaba en el equipo, había gente que yo decía que me caía mal, pero después de tratarlos por un tiempo me di cuenta que no debo juzgar a nadie por su apariencia.

Me dijeron que habría muchos partidos y teníamos que entrenar demasiado para poder ganar y no solo era por ganar si no por aprender a jugar en equipo, el día domingo hubo un partido en un lugar llamado Ixmiquilpan, y yo, como tenía demasiado que no jugaba me quedé en banca la mayoria del partido, entré un cuarto (el básquet se divide en 4 cuartos de tiempo) y fui un desastre, me tropecé, y ademas no iba uniformado adecuadamente, solo llevaba unos tenis converse y una bermuda larga, la cual me inpedia correr.

El profesor me llamó la atención para que pusiera empeño en volver a jugar como lo hacía en la primaria, diario entrenaba duro en mi casa ya que tengo un aro para practicar, mi único uniforme que tuve fue en primaria y...aún me quedaba, chico, pero me quedaba, así que decidí usar ese uniforme.

Ocho dias después conocí a todos los integrantes del equipo sus nombres son:

Irma, Norma, Mara, Irisell, Karla y Wendi. Ellas son las mujeres y los hombres son:
Koke, Abraham, Jacob, Pedro, Alexis, Israel, CAMILO y ahora yo.

Soy pésimo para los nombres, después de aprenderlos me dijeron que habría un partido en un lugar llamado zempoala, iríamos a jugar desde la mañana hasta la tarde, así que deberíamos pedir permiso y dinero, yo le pedí a mi padre y el dijo que si. Cuando fuimos a entrenar un poco el día viernes noté que yo era el único que casi no sabía jugar y era claro, pues después de 3 años de no tomar un balon no esperaba que todo llegara por arte de magia.

Era sábado y me preparé mentalmente y me puse a leer un poco más del libro de "Bajo la misma estrella" me clavé tanto que al otro día para ir a Zempoala decidí llevarlo y leer un poco durante el camino.

Y...¿Después? [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora