¿Verdad o reto?

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(Valentina)
-no debiste haberlo golpeado de nuevo, esta vez no te hizo nada
-Estela tu mejor que nadie sabe que no soporto que me toquen, ni siquiera es a propósito es una reacción natural- mi amiga me miro con pena
-Lo sé, pero debes comenzar a tener cuidado. Ahuyentas a los chicos guapos- entrecerré los ojos y me mordí el labio con fastidio- venga, ahora niégame que es guapo- comentó con voz retadora
-bueno es guapo, pero no ahuyento a nadie. Si quiere cancelar lo de esta tarde es su decisión- Estela me miro con un destello en sus ojos verdes y entonces supe que había hablado de más; otra vez.
-¿cómo que "si quiere cancelar"? ¿Lo invitaste a salir? ¿Él te invitó a ti? ¿A dónde pensaban ir? ¿Por qué no me habías contado? ¡Cuéntame que pasó! ¿Te gusta? ¿Ya se besaron? ¡¿Te gusta!? ¿ya tengo ganada la apuesta? ¿Es por nuestra apuesta que lo invitaste? ¿O te gusta en serio? ¡No entiendo nada!- y si no se callaba menos iba a entender, fueron demasiadas palabras en treinta segundos, una más y hubiera salido corriendo del salón
-Tranquilízate Estela, por lo menos una pregunta a la vez. El me invitó a salir en la mañana, por eso nos corrieron de la primer clase, no me gusta, no pensaba besarlo y por supuesto que yo tengo ganada la apuesta. Saldremos para hacer una tarea y ya.
-¡por fin tendrás una historia romántica Valentina!
-¿Escuchaste algo de lo que dije?
-y serán muy felices y estarás muy enamorada y entonces te diré que todo el tiempo he tenido razón y el amor si existe y almorzaré gratis toda la semana y...-¿qué carajo?
-Estela eso no va a pasar, jamás he creído en esas cosas y no empezaré ahora.
-pronto diré que te lo dije
-no, pronto lo haré yo y tendrás que reconocer que siempre tengo razón- ambas comenzamos a reír y luego levante la vista y ahí estaba parado Damián, ¿habrá escuchado? Lo analicé unos segundos y luego descarte la idea al notar su cara de consternación
-Hola Damián, te presento a Estela- la miro con detenimiento
-Hola- agregó Estela
-¿qué tal?-
Mi amiga me miro y levantó una ceja, la conozco y fue su típica mirada de "estorbo por aquí" rodé ligeramente los ojos
-Debo irme, ya casi acaba el descanso. Hasta luego.
Damián se sentó donde ella estuvo antes y me miró con firmeza, como decidiendo algo, en realidad no estoy segura. Pero no me molesta en lo más mínimo.
-¿Y a dónde quieres ir en la tarde?- lo mire divertida
-creí que lo habías cancelado cuando te enojaste y no me hablaste en las dos horas pasadas- comenté levantando los hombros como si no tuviera importancia
-Ok no te diré que fue agradable que me golpearás en la calle, pero no tendría por qué cancelar.- bueno al menos era honesto
-si tú lo dices-me burle y luego volví a su pregunta inicial- ¿qué te parece si vamos por pizza?
-Perfecto
Todos comenzaron a entrar así que pensé que sería mejor sentarme en mi silla y baje de la mesa. Saqué mi teléfono cuando lo sentí vibrar en la mochila. Era un mensaje de Estela
"Como nunca me cuentas las cosas interesantes tuve que quedarme fuera del salón a espiar lo que decían. Necesitaba documentar este tu primer mágico momento.
No comas como siempre, seguro que cree que te lo comerás y sale corriendo."
Sonreí, Estela siempre soñaba con que yo conociera aun príncipe de cuentos y tuviéramos una de esas historias de amor sumamente clichés que hay en los libros que tanto le gustan. Siempre trato de convencerla de que eso no pasa en la vida real, pero nunca me hace caso.
Contesté a su mensaje:
"Claro puedes llamar 'documentar' a tu chismosearía.
Pues mejor que huya porque para nada está incluido en mi cuento de hadas"
"Eso es porque te gusta y te asusta lo que sientes ya que nunca lo has sentido antes. Ya quiero que se den su espectacular beso de amor con fuegos artificiales y todo eso"
"Gracias por recitarme tus libros de nuevo pero eso JAMÁS va a pasarme"
"De nada. Y te pasará, para que así yo pueda decir que te lo dije.
Llegó mi profe me marcas por la noche para que me cuentes como te fue guapa. Te veo mañana"

No podía borrar la sonrisa de mi rostro, seguro me veía estúpida, pero es que Estela y sus cosas nunca me dejaban de hacer reír.
Está muy claro que los cuentos de amor no son reales, de acuerdo tal vez algún día me enamore y esas cosas. Mire mi compañero de asiento unos segundos y luego a la nada aún con la sonrisa.
Pero seguro no será de él.
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Damián
-¡oye ese es mi pedazo!- me reclamó Valentina cuando agarré primero la última rebanada de pizza.
-Yo la merezco, tú ya te comiste casi dos pizzas sola
-te advertí que comía demasiado.
-parece que nunca me hace bien ignorar tus advertencias.- dije recordando lo cuando me tiro en la calle esta mañana
-lo siento- sonó demasiado sincero, así que alce la mirada de mi comida para mirarla- sé que no debí pegarte. Es que no puedo evitarlo, me pasa desde hace mucho, cuando alguien me toca, sobre todo sin aviso suelo golpearlo. Ni siquiera lo pienso, ya es en mí una reacción natural
Me quede mirándola algo atónito unos segundo y luego asentí con la cabeza
-bueno no es para tanto, ni que me hubiera molestado
Vale si me enoje y muchísimo, pero no iba a decírselo luego de que se disculpó.
-bueno, ahora debes contarme algo sobre ti, para la tarea. Solo sé que te gusta ir por la vida lastimando a los inocentes-ella soltó una estruendosa carcajada haciendo que todos en el pequeño local nos miraran. Pero a ella pareció importarle poco
-pregunta lo que quieras- dijo aun con una sonrisa
Lo pensé un momento, en realidad no tenía idea de que preguntarle para saber de su personalidad.
-¿cuál es tu color favorito?- y luego me sentí estúpido, eso no era parte de su personalidad
-azul- contestó, la verdad creí que iba a burlarse.
-vale te toca preguntarme algo- me miró mal
-¿tocas más instrumentos además de la Batería?
-Si la guitarra y aprendí a tocar la flauta en secundaria.
-Vaya cultural el niño- ambos reímos y parecía que ninguno realmente sabía que más preguntar. No es posible que me quedara sin preguntas después de la primera- esto es aburrido. Juguemos verdad o reto- seguro que me haría hacer el ridículo, algo en el fondo de mí decía que me negara. Pero al parecer me tomo en diez minutos de estupidez
-De acuerdo. Reto- su sonrisa se ensancho y supe que estaba perdido.
-ves al chico de la mesa del rincón- mire de forma disimulada al chico pelirrojo y delgado que estaba en una mesa con tres chicas más. Asentí a Valentina- no ha dejado de mirarte desde que llegamos- ¡oh mierda, no!- quiero que te de su número de teléfono, no importa que le digas o lo tengas que hacer, quiero que regreses aquí con su nombre y número, y más vale que logres que el teléfono no sea falso porque luego llamaré para saber rectificarlo.- creí por un instante que se reiría y luego diría que es un chiste, pero continuó completamente seria.
-Valentina, eso no...
-El niño dijo que quería un reto y ya tiene uno, ¿vas a rendirte antes de empezar?- preguntó haciendo una especie de puchero. ¿Que se creía? Yo jamás me rindo y mi venganza a esto será monumental.
Voltee hacia el pelirrojo y le sonreí abiertamente, pareció sorprenderse un poco pero me devolvió la sonrisa con vergüenza y con las mejillas coloradas. Bien íbamos avanzando así que le cerré un ojo y su sonrisa se amplió, volví a mirar a Valentina que parecía divertida y levantó una ceja indicando que continuara. Respire profundo y me levanté de la silla y caminé hacia el chico ligeramente afeminado.
-Hola- sonreí- mi nombre es Damián- el me miró y sus mejillas se encendieron hasta que sus pecas casi se perdían
-Mario- contestó- y ellos son mis amigas, Dani, Camila y Dafne- dijo señalando a las chicas qué estaban en su mesa, me limité a sonreírles
-Hola- dijo la chica con cara redonda y cabello amarrado- pero Mario dudo que quiera conocernos a nosotras- estoy seguro de que me sonroje-¿por qué no se sientan solos en la mesa de un lado?- Mario negó con la cabeza
-me parece una excelente idea.
Se levantó y ambos caminamos a la otra mesa, de reojo miré a Valentina que parecía estar muy divertida.
-Y dime, ¿qué te orilló a hablarme?- preguntó el pelirrojo
-sonara muy atrevido, pero eres muy lindo, y quería conocerte. Bueno, ahora tu estas con tus amigas y yo con la mía, pero no se me gustaría vernos pronto- estaba tan roja su cara como su cabello, y aún más cuando puse mis dedos sobre su mano-¿qué dices?
-pues... Yo... No... ¡Si, por supuesto!- saqué mi celular y pedí su número, lo escribió rápidamente y se llamó a sí mismo. Me devolvió el teléfono y sonrió, mientras ponía su mano en mi hombro
-te veré pronto Damián- y caminó a su mesa, me quedé ahí un momento tratando de asimilar que ahora él tenía mi número y eso no estaba en el plan.
Camine a mi silla y le entregué el teléfono a Valentina, lo examino unos segundos y me lo devolvió
-estoy orgullosa sea ti, ¿seguro qué no eres gay de closet o algo? Es que te salió genial la actuación- esa última palabra la dijo haciendo comillas con sus dedos. Fruncí el entrecejo y la mire a los ojos. Mi turno.
-¿verdad o reto?
-reto- ni siquiera parecía preocupada por lo que pudiera mandarla a hacer, pareció adivinar lo qué pensaba y dijo: "seguro que ya he hecho algo peor antes"
-consíguenos una pizza gratis.- ella no dijo nada pero su expresión fue de burla. Caminó hacia el mostrador y se jaló el cabello hacia un lado. Y yo que pensé que eso sería una buena venganza. ¿Qué clase de cosas hará cuando juega esto?
-disculpa, ¿podría preguntarte algo?- le dijo al chico de la caja con voz dulce y aguda.
Comenzó a hablar mucho más bajo y no logre entender lo que decía, estuvo hablando con el chico del mostrador cerca de diez minutos y volvió con el ticket en la mano.
-¿cómo lo conseguiste?- me cerró un ojo
-Le di tu numeró
-¡¿que?! ¡¿Por qué?!
-estuvo mirándote y suspirando, cuando fuiste a hablar con ¿Mario? Puso cara muy triste, solo le dije que cambiáramos un pequeño favor, yo le daría tu número y borraría el número del chico pelirrojo de tu teléfono si mi siguiente pizza iba a cuenta suya y acepto.
-Tú no tienes mi número
- oye es momento de revisar si el chico de hace rato de dio bien el número- le entregue mi teléfono y sacó el suyo. Supuse que llamaría a Mario de allí para que no creyera que era yo.
Me devolvió el teléfono y fue por nuestra pizza al mostrador. Cuando volvió saque un trozo y comencé a comer mientras ella sonreía triunfal.
-No le vas a llamar
-¿a quién?
-a Mario
-ah, no. Solo quería tu teléfono para copiar tu número y dárselo a al chico de la caja - me giño el ojo y empezó a comer
Me quede mirándola sorprendido, esta mujer no era normal
-Hey, agradéceme, ahora tendrás citas con dos chicos guapísimos.- comenzó a reír y luego me miro completamente seria- tu turno ¿verdad o reto?
-crees que soy tan idiota como para continuar jugando contigo- dije enojado
-Si, acéptalo te diviertes. Solo tienes que pensar en algo divertido que ponerme a hacer y listo
-Vale, pero se de alguna manera que igual seré yo quien terminará en ridículo
-eso es porque no sabes jugar- la mire mal, claro que sabía jugar, no era retrasado- bien, lo que quiero decir es que tú no sabes darle la vuelta al juego. Te falta práctica
-¿Algún ejemplo?
-Por supuesto; cuando te mande a hablar con Mario, te dije que podías hacer lo que fuera para conseguir su nombre y número. No tenías que coquetearle- la mire con más interés y su sonrisa se volvió más amplia- pudiste acercarte a alguna de las chicas y pedirle su número o ya hablando con el pudiste culparme, decirle que yo era la lesbiana y me había gustado mucho alguna de sus amigas y que te diese su número para así quedar todos juntos y que yo pudiese conocerla mejor. Y entonces el ridículo hubiera sido para mí a pesar de que era tu reto.
La mire con cierto aire de desconcierto por unos segundos. En verdad que era brillante, en ningún momento me pasó por la cabeza que pudiera hacer eso.
-Entonces... ¿una más?- dijo con mordiendo un trozo de pizza
La mire un momento meditándola, y creo que aún estaba en mi rato de estupidez porque conteste: "Reto"
-¿Hay alguna chica que te guste?
-¿Qué? ¿Por qué?- pregunte, creo que soné un poco preocupado porque le dio risa
-No te preocupes, no será nada grave, mire a los lados en el local, pero no había ninguna chica que me llamara la atención, así que negué con la cabeza
-Pues entonces tendremos que buscar alguna. Se levantó de la mesa con decisión y tomó mi mano para arrastrarme fuera del local. Al pasar por la puerta le entregó en una servilleta mi número al chico del mostrador y me guiñó un ojo antes de salir de ahí.
Una vez afuera me concentre en nuestras manos, era la primera vez la tocaba sin sufrir algún daño. Bueno ella me había tocado a mí, pero supongo que cuenta de la misma manera. Pensé en soltarla pero no tal vez que me permitiera tomar su mano por un rato me sumaba algunos puntos así que continúe caminando a su lado con nuestras manos unidas hasta que ella se percató de ello y me soltó sin ninguna clase de disimulo. Nos paramos un par de calles más adelante en un pequeño parquecito.
-cuando veas a alguna que te guste, me lo dices.- asentí lentamente y mire a los lados, había una chica de cabello corto, esponjado y muy negro sentada sola en una banca. Tenía una Pepsi en la mano derecha y su teléfono en la izquierda.
-La de ahí- dije señalando con disimulo ella sonrió con felicidad y luego me miro seria
-Bien esta es clásica, ve y habla con ella unos minutos...
-Sencillo- dije con burla y di media vuelta
-Ya ti quien te dijo que ya había terminado de explicarte que hacer- entonces tuve miedo, me giré para mirarla y ella sonreía satisfecha con los brazos cruzados- bien hablaras por un par de minutos, la invitarás a salir otro día y no puedes usar palabras con la letra "S"
-Sencillo- dije y ella me miró con burla- pero aun no empiezo, ¿qué pasa si no lo logro? - mi miedo regresaba conforme su sonrisa burlona se ampliaba
-Entonces cuando esté hablando le dirás "Lo siento no puedo seguir fingiendo, llevo tres meses espiándote. Sabía que estarías aquí y tuve que entretener a tu amiga para que llegara tarde y te dejara sola y así pudiésemos hablar un rato. De verdad me gustas y quisiera que saliéramos y luego podemos vivir juntos, tener dos hijos y un gato"
-Creerá que soy un depravado y espera, ¿Cómo sabes que espera a una amiga y no a un chico?
-Ese es el punto, si no dices para nada la letra S creerá que eres raro y si te equivocas y le dices eso probablemente te dará la cachetada de tu vida y luego se irá.- sonrió -y viene con una chica porque no está arreglada, de alguna manera inconsciente cuando sales con un hombre a menos que sea gay o de muchísima confianza, te arreglas. Te lo prometo ni siquiera nosotras lo notamos realmente. Pero nos importa de algún modo la opinión de los hombres es "importante"
-No se supone que me enseñarías a hacerte quedar mal a ti.
-Si se puede, ya tienes las reglas. Lo demás te toca a ti- sonrió con superioridad- ahora vamos
-¿Tú también vienes?
-Solo estaré cerca para escuchar si haces trampa. Pero no te preocupes, no me entrometeré, además ya vio que vienes conmigo; si te espero y observo desde aquí se va a dar cuenta de que tramamos algo
-tu ganas, vamos- cuando estuve a unos cinco pasos de la chica estuve a punto de correr hacia el otro lado, pero no quería quedar como un imbécil
-Hola- Saludó Valentina a la chica que nos miró con una sonrisa y levantó la cabeza a modo de saludo- Soy Valentina y él es Damián
-Karina- contestó aun sonriente y luego me miro a mí
-¿Qué tal?
-¿Puedo ayudarles?- preguntó, la castaña me señaló y caminó un par de pasos hacia un lado con las manos tras la espalda y cara de niña buena
-Bueno... yo...-rayos sí que sería difícil no usar la letra S-quería preguntarte... bueno tú, ¿te agradaría dar una vuelta conmigo alguna vez?
-No tengo idea de quién eres, ¿y quieres que salga contigo?
-Emmm...- no podía decir si y "afirmativo sonaba muy, muy estúpido - ajá
La chica entrecerró los ojos y luego negó divertida con la cabeza
-Venga, ¿cuál es la letra que tienes que evitar?- miré de reojo a Valentina y supe que estaba riendo a pesar que estaba de espaldas, y entonces tuve una idea
-No entiendo tu punto
-Algo me dice que estás jugandome alguna especie de broma, piensas demasiado las palabras antes de hablar. Ahora explícame ¿cuál y por qué?- Valentina soltó una especie de grito al disimular una risa y yo la señale con un dedo
-Lo lamento, lo que ocurre... Eh bueno mi amiga- señalé a Valentina- tiene Pidnofobia y le tiene un pánico terrible a la letra- dibujé una S con mi dedo y la castaña volteo tan rápido que estoy seguro que se mareo.-Si digo algo con la letra puede... Bueno imagianate. Me provoca... Dificultad habar cerca de ella.
La pelinegra la miro con tristeza y le dio un abrazo. Pensé que Val la golpearía pero al parecer estaba en shock
-Lo lamento- hizo una pausa y supuse que estaba pensando en las palabras evitando la S- de verdad, yo. No sé qué decir... perdón usé la letra.- sacó una hojita de su bolso y escribió algo rápidamente para después entregármelo- Bueno alguna vez te veré- dijo y se fue rápidamente.
Miré la hoja y lo que había escrito era su número telefónico con su nombre y un "llama pronto"
Al terminar de leerlo reí fuerte y luego sentí un golpe ligero en un brazo, mire a la castaña que tenía una mueca entre sonrisa y desagrado
-Tengo que admitir que eso fue muy ingenioso- dijo al fin y luego sonrió- pero...
-No use la letra S ni una vez, hablamos entre mis titubeos y su ataque de compasión por ti cuatro minutos, y eso ya excede "un par de minutos"- le extendí el papel que la chica me entregó y ella me miró orgullosa luego de leerlo
-Vale lo acepto, ganaste. Yo quede en ridículo y tu lo conseguiste sin romper ni una de las reglas.- Me dio un amistoso golpe en el brazo y sonrió- Ya vamos avanzando.
Sonrió con maldad y dijo "Tu turno" supe que su venganza en serio sería monumental.

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Espero que les esté gustando mucho mi historia, dejenme sus comentarios.
Un beso y nos leemos en el siguiente capitulo. 😙❤

Me enamoré de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora