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Oliver

Año 2020

El verano ha llegado a Toronto. Puedo ver el sol resplandeciente iluminando con su fulgor cada una de las calles de la ciudad. El aroma de las flores que decoran el paisaje, el aroma del césped recién podado... Es un aroma agradable. Lástima que me encuentro encerrado en mi preparatoria. Saint's College es la mejor preparatoria que encontró mi padre para matricularme, pero por suerte, todos mis amigos de la infancia se encuentran aquí... aunque eso no siempre es bueno. Llevo treinta minutos sentado frente a un tablero de ajedrez, jugando una partida que no quería jugar, pero al menos me va a hacer ganar un poco de dinero. Puedo ver a Stephen pensando cada jugada antes de mover o si quiera tocar una pieza, mientras yo lo único que hago, es hablar con Amber mediante mensajes y al ver que Stephen movía una pieza, yo muevo otra en cuestión de segundos. Aprendí a jugar ajedrez a los 4 años y para mí es bastante sencillo tener una partida ya que hasta ahora, han sido 12 años jugando.

-Stephen, ya ríndete, solo estás perdiendo tu tiempo y dinero-dijo Axel, su hermano, mientras observa la partida y bebe de una caja de zumo de naranja.

-No, me voy a rendir, Axel-dijo Stephen mientras sacude su cabellera azabache en señal de desesperación-necesito recuperar mis $10 o mamá me matará y te matará a ti por dejarme apostar.

-A mí no me metas, es tu culpa.

Mientras ellos discuten, yo le mando un mensaje a Amber, suplicándole que me traiga un sándwich ya que estaoy muriendo de hambre. Esa partida cada vez me está cansando más. Frank está a un lado de nosotros y no emite comentario alguno, solo mira el tablero de ajedrez mientras ríe al ver como Stephen se atormenta pensando en como recuperar los $10 que le gané. Finalmente, me canso de jugar, así que solo tomo mi torre y acorralo a su rey.

-Jaque mate-digo con una sonrisa ladeada, seguido de estirarme, apoyado en el respaldo de mi silla.

-¡No!-grita Stephen eufórico-¡quiero la revancha!

-Ya deja de gastar tu dinero-dice Amber a espaldas de Stephen mientras le da un fuerte golpe en la cabeza con un libro.

Me lanza un sándwich de queso y comienza a hablar con los demás mientras yo me sumergo en mis pensamientos. Tocomi hombro con cuidado y al leve contacto, puedo sentir una fuerte punzada de dolor. Saco mi mano de mi hombro y tomo mi celular entre mis manos. Quiero saber algo de mi padre, ya que no he sabido nada de él en cinco días y eso me está comenzando a preocupar.

-"¿Estás bien?"-le pregunto a través de un mensaje ya que no tengo dinero suficiente para poder llamarlo, además de que seguramente, él no tiene señal en este momento.

El tiempo sigue pasando y no tengo ninguna respuesta de él. Guardo mi celular con tristeza y seguido de un suspiro, miro hacia adelante, viendo sorprendido, como todos me están observando.

-¿Pasa algo?-preguntó Frank haciendo su primer comentario en todo este tiempo, o al menos el primero que yo escucho.

-No, nada, le preguntaba a mi primo si es que había comida en la nevera para ver si debía pasar al mercado o no-le miento mientras reflejo una ligera sonrisa.

-¿Debes trabajar hoy?-me pregunta Jane apareciendo en mi espalda y dándome un fuerte abrazo, tapando mi vista con su cabello color cereza.

-Lamentablemente, sí-respondo besando su mejilla.

Comenzamos a hablar de todo. Debo admitir que la preparatoria es una buena manera de distraerme de mis problemas y mis preocupaciones. Aquí están mis amigos de toda la vida, amigos desde que teníamos a penas 5 años. Amber me mira con preocupación y se sienta a mi lado, engancha su brazo en el mío y apoya su cabeza en mi hombro. Mi mejor amiga, mi hermana. Sabe exactamente que yo no estoy bien. Descubrió mi gran mentira, y lo peor, es que la conozco lo suficiente como para saberlo.

GHB (El Cantar de las Luciérnagas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora