Hablemos

8.1K 601 14
                                    

Pov.Anastasia:
Me duche rápidamente y con cuidado y luego salí. Me seque lentamente dándole vueltas a lo que acaba de suceder.
Una vez seca me empiece a vestir poniéndome un vestido corto de color negro con pequeños lazos blancos. Junto a él me puse unas bailarinas,bueno solo en el pie en el que podía ponerme ya que en el otro era imposible con la escayola.
Mi pelo lo recogí en una trenza de lado y me maquille muy poco.
Una vez lista salí del baño encontrándome a mi esposo ya vestido con ropa informal y sentando en nuestra enorme cama.
Llevaba puesto una camisa granate, unos pantalones negros y unas vans también granates.
-Ana cariño ven quiero hablar contigo-me dijo él levantándose para ayudarme a llegar a la cama.
Tragando saliva y esperando lo peor me dejé guiar por él hasta la cama en la que nos sentamos. De repente un incomodo y molesto silencio se extendió entre nosotros.
-¿Y de que querías hablarme?-pregunté rompiendo el silencio.
-¿Que a sido lo que a pasado hace un rato?¿Porque te has comportado de ese modo de repente?-me pregunto de golpe.
Una parte de mi deseaba decirle la verdad y explicarle mis miedos pero la parte mas cobarde me decía que debía distraerlo y cambiar de tema sin decirle nada.
-No fue nada Christian-le dije sonriendo para que me crea-Oye estoy muerta de hambre vamos a desayunar.
-No cielo vas a contarme todo y esta vez no me mientas-me dijo él dulcificando la mirada y acariciando mi mejilla-Soy tu esposo y debes confiar en mí. Entre nosotros debe haber confianza para que esto funcione¿No quieres que nuestro matrimonio funcione y seamos felices juntos?
-Si, claro que quiero que funcione-le dije sin dudarlo porque yo lo amo.
-Entonces tienes que confiar en mi y decirme la verdad¿Porque te pusiste de ese modo?-me volvió a preguntar y esta vez tome una fuerte bocanada de aire.
-Christian esta mañana cuando entré al vestidor me vino a la cabeza el horroroso día en el que me pegaste por primera vez por haber tirado sin querer esa caja. A mi mente volvió a repetirse ese momento y tus dolorosas palabras volvieron a mi mente torturandome-le confese medio llorando mirando a mis manos con las que estaba jugueteando-Las palabras que me dijiste en ese momento me doleron tanto que me fue imposible no cuestionarme si de veras me amas o no.
-Ana amor en ese entonces yo estaba muy confuso por lo que causabas en mí. La única mujer que hubo en mi vida me daño tanto que ya deje de confiar en todas las demás mujeres. Cuando te vi con esas fotos perdí el control y no me di cuenta hasta que te pegué. Ten por seguro que yo también lo estaba pasando mal de verdad-me dijo él desesperando por que le crea tomando mi barbilla para que le mire a los ojos. A estas alturas ya estaba yo llorando como una niñata-Me confundía tu inocencia y belleza por lo que me sentía perdido y yo odio sentirme de ese modo. Ella me daño tanto que llegue a pensar que todas son iguales y que nunca volvería a enamorarme pero tu supiste como ganarte mi corazón. En el momento en el que te vi entrar a esa iglesia supe que te amo de verdad y que estoy perdidamente enamorado de ti.
Sé que hemos pasado por mucho pero te juro que yo te amo y que no permitiré que nada nos separe más. Voy a arreglar todo lo sucedido y voy a demostrarte que te amo de verdad pero por favor no vuelvas a dudar del amor que siento por ti cielo.
-¿Christian me estaba diciendo la verdad y esto no es una farsa verdad?-le pregunté llorando.
-Claro que no es una falsa amor. Mira desde el momento en el que te vi entrando en esa iglesia yo supe que esto dejo de ser una farsa y nunca más lo será-me aseguró. Yo por mi parte solo me tire encima de él ignorando la punzada de dolor que sentí en las costillas y empecé a besar o mejor dicho devorar sus labios.
Al principio lo tome por sorpresa pero después me correspondió con las mismas ganas. Me besaba con amor y pasión haciendo que me olvidé de todo lo que nos rodeaba. En ese momento solo eramos yo en un planeta hecho solo para nosotros dos del que no quiero volver.
Cuando el aire nos empezó a faltar tuvimos que separarnos a regañadientes el uno del otro. Odio la necesidad del aire cuando me obliga a separarme de mi querido Christian.
Aunque sigo teniendo mis inseguridades sobre su amor hacia mí quiero darle la oportunidad de que me demuestre que me ama como dijo que haría.
-Vamos a desayunar anda que me muero de hambre-le dije separándome de él.
-Yo quiero comerte a ti-dijo él como si nada haciendo que me ponga de todos los colores y abra los ojos enormemente. Al ver mi reacción se empezó a reír a grandes carcajadas-Tranquila ahora no que con las escayolas es incomodo pero cuando no las tengas ya veras que te encantara.
-CHRISTIAN-le grite para que se calle aunque eso solo hizo que se ria mucho mas.
-Anda vamos a desayunar antes de que te coma con escayolas incluidas-dijo él aún riendo ayudándome a levantarme.
Con su ayuda baje las escaleras y nos dirigimos al comedor donde ya estaba el desayuno. Con el tema de mis fracturas Christian decidió contratar una ama de llaves.
La señora Jones es muy buena con nosotros y le cogido mucho cariño. Me trata como si fuera su hija y bueno me a estado mimando mucho como todos.
Es de mediana edad y de estatura baja. Su pelo es corto y rubio y tiene unos bonitos ojos azules.
Ambos nos sentamos en nuestros sitios a desayunar. Es la primera vez desde que salí del hospital que desayunamos juntos aquí abajo.
Empecé con mi zumo de frutas natural mientras que Christian dio un sorbo de su café. En ese momento entro la señora Jones con un plato lleno de apetitosas tortitas.
-Buenos días-saludo alegré como siempre.
-Buenos días señora Jones-la saludé pero ella me puso mala cara.
-Mi niña te he dicho que no me llames señora Jones con llamarme Gail me conformo-dijo ella y yo asenti.
-Gail Ana y yo comeremos fuera esta tarde y seguramente cenamos también fuera por lo que puedes tomarte la tarde libre-le dijo Christian y ella asintió con su alegre sonrisa antes de irse.
Cuando terminamos el desayuno cogimos nuestras cosas y salimos hacía el hospital para que me quiten estas malditas escayolas.
Espero que les guste y no olviden comentar.

Casada Con El Odioso GreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora