La historia de Shyvana

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¿Cómo terminamos en ésta situación...?


¿Cómo es que dejé todo... Lo que quería, amaba y confortaba en mi vida?


¿Le di la espalda a mi raza... solo por mi hija?...


Creí que lograríamos encontrar un hogar cálido para los dos... O al menos crear uno para los dos, para poder vivir tranquilos y felices por el resto de nuestras vidas...


Pero... Otra vez la vida nos da la espalda... -Los lamentos de un dragón retumbaban su mente mientras que sus gritos de dolor sonaban en el lugar junto a su hija la cual lloraba desconsoladamente en su abdomen, éste sabía que el dragón no iba a dejarlos en paz hasta matarlos, hasta matarlo a él y a su hija medio dragón y que no lograrían esconderse por mucho de él pero no creía que el día de su muerte llegara tan rápido. ¿Qué le pasaría a su hija sin él? ¿Qué...? El dragón con un último aliento dijo sus últimas palabras, las cuales eran débiles y bajas.


"Lo...lamen...to... Shyvana... "


"Pa...pa... No mueras... ¡No te vayas!... ¡No por...Favor!" Gritó fuertemente Shyvana mientras de su rostro recorrían lágrimas de tristeza, amargura y rabia.


El padre de Shyvana murió debido a las graves heridas por desgarramientos en su cuello y en su abdomen, la hemorragia era inevitable al igual que su muerte.


La joven mitad dragón mitad humana se colocó de pie cabizbaja mientras caía una inesperada lluvia en la vasta zona llena de kilómetros de césped sin ninguna vista de civilización o refugios, la joven apretó sus puños y en un desate de furia exhaló lo que sentía con un grito fuerte y lleno de lamentos.


"¡Te mataré maldito!... ¡Juro que lo haré por mi padre!"


Dicho estas palabras llenas de venganza, la joven partió hacia la dirección en la cual salió volando el asesino. Aunque la chica fuese parte dragón y pudiera transformarse en tal criatura, se encontraba muy débil para reunir tales poderes míticos y por ende solo pudo correr con mucho dolor en su corazón y dejando caer lágrimas en su trayectoria.


Shyvana recorrió un gran trayecto entre densas llanuras, campos y bosques los cuales tenían arbustos sumamente afilados y peligrosos para cualquier aventurero sin embargo gracias a la armadura que poseía como ropa, la cual se la diseñó su propio padre, resistió gran parte del daño que éstos árboles pudieran causar. La armadura era un tipo diseño en dragón con escamas rojas y protectoras las cuales tenía incluso en su larga cabellera roja.


Pasó precisamente un mes hasta que Shyvana pudo llegar a un pequeño pueblo el cual contaba con pocas casas y establecimientos y como llegó a altas horas de la noche no corría peligro de que sus habitantes trataran de matarla o herirla.


Ella se encontraba muy cansada, hambrienta y con muchas ganas de beber agua puesto que desde varios días atrás no encontró más suministros por lo que recorrió el lugar tratando de buscar algo con que confortarse.


Recorrió silenciosamente la zona mirando por las ventanas de casa en casa a ver si hallaba algo pero era negativo todo lo que veía. Todo parecía mal hasta que llegó a una última residencia la cual tenía en un mesón cerca de la ventana una especie de pastel por lo que inmediatamente Shyvana entró por la ventana para tomarlo, la emoción de que por fin había hallado comida fue derrumbada al tener el pastel en sus manos ya que no notó que sus dueños se encontraban aún despiertos y en la misma sala.

La familia quedó aterrorizada al ver tal criatura ya que nunca habían visto a una chica azul grisáceo y con ese tipo de atuendo por lo que la tomaron como monstruo, inmediatamente el padre de la familia tomó un arma y le disparó, disparó varias veces a la media dragón pero gracias a su destreza logró esquivar las balas las cuales despertaron a los aldeanos residentes del pequeño pueblo, éstos al percatarse de tal escena sacaron apedreadas a Shyvana del pueblo lanzándola al bosque de nuevo.


La joven no podía contener tantos rechazos y odios por lo que rompió el llanto mientras corría sin ningún rumbo en el inmenso bosque obscuro.


Shyvana tuvo que afrontar 2 semanas más las mismas situaciones que la de ese momento en otros pueblos, que al final fueron un total de 4 pueblos de los cuales fue desterrada y expulsada por los aldeanos. En el último pueblo que visitó resultó herida en un brazo porque resbaló de una ventana y cayó en él derramando una gran cantidad de sangre en su herida, Shyvana no podía seguir corriendo porque le nublaba la vista la pérdida de sangre y tuvo que esconderse en un callejón detrás de barrios barriles de licor.


Mientras veía como los aldeanos corrían con estacas, antorchas y picas por el pueblo buscándola, oyó a una aldeana comentarle a otra que había visto a un dragón negro esa misma mañana volar al norte por lo que especulaba que la chica era hija o pariente de tal bestia.


Shyvana al oír tal indicio recordó que una vez su padre le comentó que cuando los dragones carroñeros resultaban heridos en batalla, acudían al norte para aliviar sus heridas por lo que ya sabía dónde encontrarlo.


Llegó un momento en que Shyvana no soportó tal ardor de dolor en su herida y dio un gemido lo cual hizo percatar a la aldeana del sitio por lo que alertó a la turba de su presencia la cual irrumpió el callejón rodeándola.


La turba comenzó a lanzarle las picas y estacas por lo que tomó una tapa de un barril y la usó como escudo para salir del sitio, no antes sin sufrir más heridas una en la pierna por lo que quedó cojeando pero eso no evitó para transformarse en dragón y salir volando de allí.


"¡Así es! ¡Lárgate monstruo infernal!"


"¡Fuera de aquí maldita bestia!"


"¡No te atrevas a regresar monstruo!"


Gritaban de alegría los aldeanos al ver como la dragona se alejaba de su pueblo.


Shyvana no comprendía por qué los humanos sentían tanto odio hacia ella, ¿Qué les había hecho para que la odiaran? ¿Acaso hizo algo indeseable? Se preguntaba mientras volaba a medias por su herida en el brazo y su nueva herida en su pierna.


La dragona siguió volando al norte para poder encontrar al asesino y vengar la muerte de su padre el cual era todo para ella, ésta sabía que no tenía chance alguno contra el dragón ya que ni su padre pudo con él mucho menos podría ella pero eso no le permitiría no enfrentársele y desatar su dolor.


Pasaron exactamente 3 días para que Shyvana llegara finalmente al norte, el cual contaba con varias montañas y picos los cual eran evidente de que era claro refugio para dragones. En la zona también había un pueblo estándar, ni muy grande ni muy pequeño pero lo suficiente como para notar la mitad calcinada.


Shyvana se quedó observando el lugar en su forma dragón por lo que no se percató de que había descendido, ella se quedó impactada por la escena y entendió el por qué la odiaban los humanos, ellos creían que ella arruinaría sus hogares como en el caso de éste pueblo.


La dragona cometió un terrible y fatal error de adentrarse a la zona, inmediatamente fue capturada por una trampa de cuerdas y sogas que tenían los aldeanos alrededor del pueblo para capturar al causante de tales estragos.


Los aldeanos salieron con picas y lanzas dispuestos a matarla y al ver esto, Shyvana inmediatamente regresó a su forma normal para ver si comprendían los humanos.


"¡Esperen! ¡No por favor! ¡¡No me maten!!


¡Yo no hice esto, se los juro! ¡No me maten!"


Shyvana gritaba con desesperación ya que claramente ellos no iban a escucharla y era claro que había llegado su muerte.


La turba empezaba a lanzarle las picas y lanzas por los orificios de la trampa, pero nuevamente gracias a la armadura escamada, pudo retener gran parte del daño causado... Sin embargo.


"Ya no nos destruirás nuestros hogares monstruo"


Dijo un aldeano apuntándole con una escopeta a quemarropa.


Todo estaba listo, ellos y ella sabía que moriría ¿Acaso su viaje fue en vano? Sí... Llegó su fin.


"No por favor..."


Fue lo último que dijo Shyvana antes de oír un fuerte ruido, pero no de disparo.


"¡Calmaos y despajaos pueblo de Valoran, por orden real me encargaré de este asunto!"


Dijo una voz firme y de carácter haciendo retroceder a los aldeanos.


Shyvana al abrir los ojos lo único que podía notar era el temor y miedo de los humanos hacia ella, todos la miraban igual, todos tenían esa mirada de miedo y terror, la misma que ella tuvo toda su vida... Sin embargo, había una persona que no tenía esa mirada, al contrario parecía no tener miedo alguno. Esa persona fue la que detuvo tal escena.


Ésta persona se acercó a ella y era un caballero de armadura dorada con una gran espada en mano con la cual cortó la jaula de sogas que tenía cautiva a Shyvana y la liberó de ella.


Shyvana no estaba consciente de lo que estaba pasando, ni tampoco de quién era esa persona. ¿Por qué no dejó que la mataran?


"¿Estás bien?...


Déjame que me presente, soy Jarvan IV el príncipe y futuro rey de Demacia"


¿Un príncipe? Shyvana nunca antes había visto uno, si había oído hablar de 'príncipes' en los cuentos que le contaba su padre antes de dormir, él siempre dijo que eran dulces, hermosos y que siempre protegerían y cuidarían a sus princesas, sin embargo Shyvana aún no sabía muy bien cuál era su concepto, pese a ello respondió a la pregunta de Jarvan.


"Ah..ora sí...

Gracias... Por salvarme...


Jarvan"


El príncipe hizo un gesto de felicidad con su boca y la ayudó a levantar lo que inmediato se percató de que estaba herida y aún sangrando.


"¡Gente de Valoran ¿Me podréis dar una explicación respecto a estos actos barbáricos?!"


Preguntó descabellado Jarvan, nunca había visto que su pueblo se comportara así, ni siquiera en antiguas guerras.


"Príncipe Jarvan... ¡Se trata de un monstruo! ¡Ha destruido nuestros hogares y cosechas varios días atrás!"


Comentó un aldeano enfurecido de la turba.


"¿Es eso cierto? ¿Tú has causado todo esto?


Jarvan sabía que no había sido ella, pero quería que ésta hablara ante los demás.


"¡Por supuesto que no!... Yo no haría nada que lastimaría los demás... Además, yo ni he vivido por éstos sitios."


"¡Calamos gente de Valoran! ¿Ya lo ven? ¡Ésta inocente criatura no haría nada malo! ¡Se trata de una bestia que anda escupiendo fuego todo lo que encuentra pero ya mi escuadrón lo capturó! ¡Sin embargo para resguardar la seguridad de mi pueblo, mandaré una flota de soldados a ésta zona para que cuide y vele por vuestra seguridad! Con respecto a ella, yo mismo me encargaré. "


Expresó y aclaró Jarvan. Como príncipe, todo los pueblos de Valoran lo aclaman, respetan y adoran por lo que la muchedumbre se disipó rápidamente.


Jarvan andaba con un escuadrón de inspección de pueblos, puesto que había oído que había una especie de Gorila escupe fuego quemando todo por su paso y dividió su escuadrón en varios sitios, uno de ellos logró detener a la bestia mientras que los demás incluyendo al de Jarvan inspeccionaban los demás pueblos.


"Y dime... ¿Cómo te llamas?"


Preguntó Jarvan mientras le sostenía una mano y la miraba fijamente.


Shyvana no pudo evitar no perderse en los ojos de ese príncipe ya que le recordaban mucho al de su padre.


"...Shyvana es mi nombre..."


"Shyvana ¿Eh? Un nombre muy peculiar... Y dime Shyvana, ¿Qué está haciendo una mitad dragón mitad humana por aquí?


Shyvana quedó sorprendida por ver que Jarvan conocía lo que era ella, ¿Acaso la conocía?


"¿Cómo sabes... lo que soy?"


"Bueno, por ahora no importa. Lo primero será curarte esas heridas, ¿Puedes caminar?"


Shyvana intentó caminar pero era inútil, aún seguía adolorida de su pierna.

"No lo creo..."


Dijo ella, eso fue suficiente para que Jarvan la tomara en brazos y la montara en su caballo.


"¿A dónde me lleva?"


"A mi campamento base, allí estaremos más cómodos que acá"

Final del primer capítulo.

La historia de Shyvana (Jarvan x Shyvana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora