Capítulo 4: Shyvana garras de huesos.

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Los meses pasaron al igual que las batallas que libraron juntos el príncipe Jarvan y su nueva adquisición a su guarda de élite; Shyvana, quien al tener una forma más humana fue más aceptada pero siempre manteniendo distancia los humanos de ésta ya que no cambiaba su pasado ni lo que es.



A pesar de que Jarvan IV era experto en las batallas incluso desde niño, en varias ocasiones resultó sorprendido y lastimado por lo que el instinto y temor de Shyvana salía en su defensa lo cual mostraba gran ferocidad y habilidad.


La nueva armadura de la dragona resultó muy útil por su gran resistencia y reducción de daño tanto al mágico como al físico lo que trajo muchas victorias invictas a los defensores de Demacia. Aunque Jarvan le recomendaba a su amiga no exponerse tanto en batalla ésta lo ignoraba ya que lo que más deseaba era demostrarle su fuerza y poder.


Curiosamente a Jarvan el IV le fascinaba ir de cabecilla en todas las batallas que se asignaban en Demacia, desde muy pequeño iba con su padre al campo de batalla e incluso a la caza de bestias que amenazaban tales reinos pero desde que la estadía de Shyvana comenzó en el palacio, el joven príncipe dejó de ir a tales misiones dejando a sus demás guardias ir por él. Shyvana no era cualquier solado de élite de Demacia, Jarvan la asignó como su guardia personal por lo que ella iba a todo sitio al que éste fuera.


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Un día en la mañana en el palacio real; el príncipe se encontraba recostado en su cama admirando todos los recuerdos que por su mente atravesaban, en ellos se encontraba su padre, sus amigos, sus batallas y alguien más...


"Príncipe Jarvan... ¿Me llamó?"


Preguntó tímidamente la dragona mientras habría lentamente la puerta de la habitación del príncipe. Una sirvienta le había dicho que él quería verla pero no quería molestarlo ya que creía que éste dormía, aún así tampoco quería desobedecer una orden del príncipe por lo que terminó yendo a su habitación con profundo miedo.


"¡Shyvana buenos días! Me alegra que hayas venido, quiero que me hagas un favor."


Exclamó el príncipe mostrándole una sonrisa mañanera.


"¿Y cuál es?"


Preguntó ella a la par de entrar completamente a la habitación, por supuesto que con timidez algo que solo a él le mostraba.


"Quiero que vayas a la tienda y me compres unas flores, si no es mucho pedir."


"... ¿Flores?..."


"Así es, quiero que me compres el ramo más grande que haya al igual que una flor roja... El ramo puede ser de cualquier color, no importa... Pero la flor tiene que ser estrictamente roja."


Concluyó el príncipe mientras se levantaba de su cama y le daba a la dragona el dinero necesario para la dicha compra. Shyvana aún no entendía bien por lo que él pidió repentinamente ese tipo de cosas, siempre la mandaba a las tiendas a comprar cosas variadas pero nunca unas flores... Ella aceptó y salió del palacio en dirección a las tiendas, en el camino no dejaba de sacar conclusiones del por qué el príncipe le pidió eso.


"... Príncipe Jarvan no es muy amante de las flores ni de la naturaleza... En el palacio hay muchas flores en el jardín pero él ni las ve ni las toca... ¿Por qué me mandaría a comprar más flores?... Las flores son muy bonitas pero... Príncipe Jarvan me dijo que las flores significaban algo entre humanos... ¿Pero qué era?..."

La historia de Shyvana (Jarvan x Shyvana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora