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— ¿Violet? — oí a alguien murmurar cerca de mi oído, ya lo venía haciendo unas dos veces, hasta que al fin abrí mis ojos, estaba en mi habitación y el sol brillaba demasiado. ¿Quién me trajo aquí? Si estaba en la casa de Calum y ahora estoy aquí en mi habitación.

— ¿Calum? ¿papi? — pregunte bostezando y levantándome de la cama.

— tu tía ha salido de casa y ha dejado la puerta trasera abierta, hola gatita — este explicó para luego darme un beso corto en los labios sonreí y le abrace fuerte.

— te extrañe — olfatee su delicioso perfume y cerré mis ojos.

— arréglate que te llevare a un lugar, sorpresa — este susurra lo último y me d una pequeña nalgada cuando salimos de la habitación, reí y asentí.

— vale pero espérame aquí — reí divertida y entre al baño.

No me demore tanto en el baño porque no quería hacer esperar tanto a Calum, cuando termine de ducharme me puse una falda azul celeste que me llegaba un poco más arriba de las rodillas, y un top blanco con letras azules, luego abajo llevaba unas zapatillas brillantes. Separe mi cabello en dos y puse en mi mechón una pinza de una mariposa, me parecía muy tierno. Al salir vi como Calum no paraba de inspeccionarme de pies a cabeza, eso me hizo sonrojar.

— basta, me sonrojas — reí tapando mi rostro y acercándome a el, este me rodeó con sus cálidos brazos y beso mi cabeza.

— te haré sonrojar cuando yo quiera y cuando yo quiera — susurro y bajamos las escaleras hasta llegar a la primera planta, al llegar cogí un par de fresas y me las fui comiendo mientras salíamos de la casa y caminar a el aparcamiento que Calum tenía en su casa, entramos a su auto y Calum empezó a conducir.

— tápate — este me entrego una bandana y fruncí el ceño divertida.

— ¿porque? — solté unas risitas y este me obligo de nuevo, asentí repetidamente y al final convencida me la amarte tapando los ojos.

(...)

— ya casi llegamos amor, espera unos segundos más — oí su ronca voz y me puso, sonreí y asentí. De repente sentí su mano acariciando mi pierna izquierda de arriba hacia abajo, me estremecí y suspire recostándome en la silla.

Luego de unos cinco o menos minutos ya no oía nada en el auto, ni el aire, hasta que al fin sentí como alguien jalaba la bandana de mí y vi a Calum, sonreí y bese su mejilla.

— ven, vamos — este me cargo como una bebe y me saco del auto, ¡estábamos en medio del bosque! Pues tal vez él autopista estaba a unos cuantos metros.

Me voltee donde Calum señalaba y ahí había un gran árbol que encima tenía una pequeña casa de madera, habían luces que colgaban de las ramas y flores adornaban el tejado de madera de esta.

— pero qué romántico — reí, sentí como estaba sonrojada ya.

— ¿subimos? — este beso mis labios tiernamente y asentí emocionada.

Subimos por las pequeñas escaleras hasta que llegamos a la casita, por dentro había una alfombra color blanca muy peluda que cubría el suelo y una lámpara dorada colgaba del tejado, luego había un pequeño estante donde habían libros y cds, y al lado una pequeña radio, pero lo que más cautivo mis ojos fue la mesita de madera que tenía una botella de vino con una bandeja de uvas y ¡galletas de chocolate! Mis favoritas, abrí mis ojos sorprendida y luego me voltee donde Calum, este tenía los brazos abiertos, esperaba mi abrazo.
Me lancé a él en un fuerte abrazo un terminamos en el suelo riendo.

— ¿así que le darás vino a una niña de dieciséis años? — le pregunte y este alzó sus cejas.

— ¿así que una niña de dieciséis años ya perdió su inocencia con un hombre de veinticuatro años y no dijo nada? — este se defendió y reí golpeando levemente su hombro.

— al diablo — respondí divertida y me serví un poco de vino en la copa para después tomar sin problemas.

La noche terminó muy bien, la pasamos de maravilla, Calum ha sido lo mejor que me ha pasado.

punishment;cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora