Me levanté a las siete, como todos los días, pensando que tenía que llamar a mis padres y mis amigos.
Había estado tan ocupada que ni me había parado a pensar en lo que los echaba de menos a todos.
Le mandé un mensaje a mis amigas diciéndoles que cuando terminase el caso las llamaría.
Me duché, me vestí con unos pantalones negros y una camisa blanca. Me recogí mi pelo largo moreno en una trenza, desayuné, me lavé los dientes, me puse el cinturón del trabajo y me fui.
Llegué a las ocho a la comisaría y habíamos quedado en venir a las ocho y media, por lo que me puse a adelantar trabajo. Averigüé que Robert Thomas si pidió la orden de alejamiento para Taylor, y revisé su coartada. Nos dijo que estuvo en el bar trabajando hasta las tres de la mañana y se fue a su apartamento, así que pedí las grabaciones de la cámara de seguridad y vi que decía la verdad. A Emma la mataron sobre las cuatro y media o cinco de la madrugada, por lo que Robert no la pudo matar.
También busqué información de Taylor Stuart. Estaba diagnosticada de un trastorno mental. Por lo que la ponía a ella junto a los traficantes en primer lugar de sospechas.
—Ayer antes de irme busqué información sobre los "profesores" de la droga. Son bastante conocidos y se les ha juzgado por haber matado a unas diez personas, pero nunca se les ha podido pillar.— Me dijo Bat.
Dani y Eric llegaron justo para enterarse de lo que explicó nuestro compañero.
Le pedí ayuda a la capitán Morgan, por lo que nos puso como apoyo a cuatro agentes más de refuerzos. Si íbamos a entrar en una banda tan buscada, cuantos mas fuéramos mejor.
Eric me presentó a los agentes Roger, Trevor, Nate y Helaine que nos ayudarían.
Roger era mas o menos como yo de alto, castaño con los ojos color miel, Trevor era mas alto que yo, moreno, rapado con barba y con unos ojos verdes que hipnotizaban, Nate era el mas bajo de los cuatro, rubio de ojos marrones y Helaine era algo mas baja que yo con el pelo castaño con mechas rubias, y con los ojos azules.
—Bien, vamos a ver —Dije sacando un plano del lugar al que íbamos a entrar.— Puede ser que todo esto no nos haga falta, pero lo mas seguro es que si. Bat y Helaine van a ir a la puerta de atrás a vigilar. Eric y Trevor se vienen conmigo a cubrirme cuando entremos y Nate y Roger se quedan vigilando el frente del sitio en el coche, os avisaremos si necesitamos ayuda dentro. ¿Queda todo claro chicos?
Asintieron, nos pusimos los chalecos antibalas y nos fuimos.
Cada uno ocupó la posición que le había dicho.
Llamamos a la puerta de la gran nave y nadie abría, aunque se escuchaban ruidos dentro.
Echamos la puerta abajo y dos hombresgrandes y fuertes nos apuntaron con sus armas, y nosotros hicimos lo mismo. Un tercero fue a avisar a alguien dentro.
—Bajad el arma, ¡policía de Nueva York!
Un hombre apareció tranquilamente. Era un señor de unos 40 años, bajo y canoso.
—Bajad el arma chicos.— Y estos le obedecieron. — Es muy raro que por aquí recibamos este tipo de visitas, agentes. Pasen.
Nos guió hasta un gran salón y tomamos asiento. Había unos tres hombres vestidos de negro vigilando en el lugar.
—No tengo mucho tiempo así que adelante.— Dijo con arrogancia.
—Venimos a hablar de la muerte de Emma Hall.
—Ah, la novia de Robert... Vino a verme el otro día. Se encaró conmigo y me dijo que dejara en paz a su novio. Me hizo gracia que una "putita" tuviera tanto valor. —Lo miré con cara de asco.— Si está muerta yo no tengo nada que ver.
—¿Qué hizo hace dos noches?
—Estaba aquí con todos los acompañantes que esta viendo usted ahora mismo. Y ahora fuera. Tengo cosas que hacer.
Para mi sorpresa no nos trataron mal como creía. Este tío no me daba buena impresión.
Salimos de allí y les dije a los demás que nos íbamos.
Paramos a comer los ocho en un bar que había en la ciudad, yo no sabía muchos sitios en los que se comieran bien en la ciudad, y Dani se empeñó en que fuéramos todos juntos.
Pedimos una mesa para los ocho.
Nos sentamos y estuvimos hablando del trabajo y de sus experiencias, hasta que me tocó a mi hablar.
—Cristina, y tú, ¿Cuanto tiempo llevas en esto? —Me preguntó Nate.
—Es mi primer caso. — Dije algo avergonzada al saber la experiencia que tenían todos.
—¿De verdad? —Se extrañó Trevor—. No lo parecía cuando hemos entrado a la nave de esos tíos. Recuerdo que en mi primer caso me temblaban las piernas al apuntar con la pistola. —Nos reímos.
—Pero es que tu eres un miedoso. — Intentaba picarlo, Roger.
—Ya empiezan... —Helaine puso los ojos en blanco. — ¿Y cuánto tiempo llevas en Nueva York, Cris? Por tu acento se nota que no eres de aquí.
—Llevo apenas cuatro días, soy de España. Me presenté para el trabajo y me cogieron.
—Pues ya tienes que tener buen currículum para que te elijan de inspectora. — Dijo Trevor mirándome a los ojos.
Después de esto seguimos hablando de otros temas y terminamos de comer.
Dani y yo fuimos al depósito de cadáveres.
Elsa nos dijo que acababa de recoger las pruebas del ADN del violador de la víctima.
Fuimos a cotejarlos con el ADN de personas que teníamos fichadas por otros delitos. Y no nos sorprendimos para nada, cuando vimos que coincidía con "el profesor".
Fuimos otra vez a hacerle una visita y no había absolutamente nadie en la nave.
Pusimos una orden de búsqueda y rápidamente localizaron por dónde iba su furgoneta.
Corriendo Dani y yo subimos al coche y avisamos a los demás para que vinieran.
Llegamos a una gasolinera en la que se pararon.
La rodearon y Dani y yo fuimos dentro.
Lo encontramos pagando. Lo apuntamos con la pistola y ni se inmutó.
—Bueno, bueno, bueno... Dos visitas en un día, ¿a que se debe tal honor, inspectora?
—Usted se viene con nosotras.
—Claro, y me vais a obligar vosotras. Iros antes de que mis matones os rompan una uña. — Me ponía de los nervios.
—¿Y dónde se suponen que están sus matones ahora mismo?— Dijo mi compañera sabiendo que Eric, Bat y los demás los habían reducido.
— Las manos a la espalda. Queda detenido por el asesinato y violación de Emma Hall. Todo lo que diga podrá ser usado en su contra ante un tribunal. Tiene derecho a un abogado y si no se lo puede permitir se le concederá uno de oficio. Le quedan claros sus derechos. —La primera vez que lo decía mientras esposaba al malo... Pero no estaba satisfecha.
Mientras todos se iban a comisaría yo seguí una corazonada que me llevaba ante Taylor Stuart.
Trevor se dio cuenta de que tramaba algo y me siguió. Cuando bajé del coche ante la casa de la sospechosa me tocó el brazo.
—¿Qué haces aquí?
—Sigo mi instinto. —Dije acercándome a los contenedores mas cercanos.—¿Te vas a quedar ahí mirando o me vas a ayudar?
—Si de verdad tuviera la opción de quedarme mirando... —Bromeó.
Como creí, encontré el arma homicida.
—Inspectora Pardo, para su experiencia lo ha hecho bastante bien.
—Calla ya. — Me reí —. Vamos a buscarla.
Cuando llegamos a su piso tenia el pelo teñido de negro y las maletas echas.
—¿A dónde iba?
Le puse las esposas y me la llevé a comisaría. Las huellas coincidían con las suyas y la sangre con la de la víctima. Condenaron al profesor por violación y a Taylor por asesinato. Ahora si me sentía satisfecha.